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Ayer lo hablaba con mi
amigo, es sorprendente
hasta la emoción, experimentar la vigencia del Evangelio. El Evangelio es la
Palabra y esta hoy, nos sigue hablando MUY claramente.
La Biblia no solo es un compendio de libros.
Es una guía, es el método donde hay que mirar para no extraviarse. Por eso, en
tiempos de crisis y desesperación -personal o colectiva-, cuando todo se
desarma, lo aconsejable, lo necesario es releer con detenimiento el LIBRO DE INSTRUCCIONES.
Es curioso observar que este
conjunto de lecciones, expresan
de modo nítido, la continua situación del fracaso del hombre y la gracia de
Dios para salvarlo en Cristo.
Las Escrituras presentan un seguido ensayo
de restauración que como una bandera se enarbola en medio del fracaso del
hombre. Sin fracaso, no hay gracia y no hay misericordia.
Tras la Segunda Lectura de la última misa
dominical, pienso que..., ese fracaso, o lo que parece fracaso..., no tiene por
qué ser malo. Un poco de ese mensaje creí intuir cuando San Pablo dice a los de Corinto:
"Hermanos:
Para que la grandeza de las revelaciones no me envanezca, tengo una espina
clavada en mi carne, un ángel de Satanás que me hiere. Tres veces pedí al Señor
que me librara, pero él me respondió: “Te
basta mi gracia, porque mi poder triunfa en la debilidad”. 2Cor
12, 7-10
Probablemente, aunque hay casos -y no son tan
excepcionales-, no podemos presumir de terner enormes revelaciones místicas, yo al menos, no. Ahora bien lo que si tengo son muchas “espinas”…
Enfermedades, dolores, dificultades, faltas,
caídas, pecados;...esas “Espinas” parece que no me faltan. Si tenemos “obstáculos” (incomprensión, dolor moral o críticas y
porqué no también problemas físicos, como enfermedades, accidentes… (que más de
una vez nos llevan a otro ambiente que ni habíamos pensado o programado…) Hemos
de pensar una y otra vez... “Te basta mi Gracia…”
Dios ahí nos está diciendo eres
débil pero yo SOY LA FUERZA. SIENTETE
IMPOTENTE O DÉBIL.... pero convéncete: ¡siempre estoy a
tu lado!.. Nunca me fui ni me iré!..
Tal vez llegue un día que yo
no pueda salir a la calle,
por mis achaques o consecuencias de los años… y seré débil o mucho más de lo que soy en estos momentos, pero ahora sé que
mi oración, mi ofrecimiento diario pueden llegar mucho más lejos que mis pies y
mi voz… Y esta “debilidad”,
esa “espina”, ese “ángel de Satanás”, se convertirá en GLORIA DE DIOS… y será bien para mis hermanos!...
Yo ahora lo sé porque este domingo LA PALABRA de DIOS me
dijo... “en la debilidad, se manifiesta mi
Poder! Mi Gloria!” Y yo acabo contestando todo convencido ..Amén Señor, Gracias Señor, ¡Amén!
* * * * *
3 comentarios:
Claro que sí Arcen, yo siempre me he revelado contra mis problemas de salud, me ha costado el doble de esfuerzo hacer lo mismo que los demás y con la edad, todo se me va complicando cada vez más. Afortunadamente descubrí que en ese dolor fisico e interno esta Cristo conmigo. Y voy aprendiendo a su lado a ofrecer ese dolor por los que como yo también sufren, por las injusticias, por aquellas cosas que no puedo solucionar, pero si interceder con mi ofrenda. El mal se devuelve con bien y solo así ganamos pequeñas batallas cada dia.Animo y a seguir dando tan buenos testimonios como este.
Un abrazo.
"Lo mismo que yo, lo mismo que yo...un lerele, un lerele...
La fuerza viene de lo alto y de los de al ladoooo..., por la Comunión de los Santos.
BESIÑOS DE COMUNIÓN
¿Un amigo te habló de la palabra? Quièn sería ese. jajaja!
Los dones místicos NO son proporcionales a la santidad. Unas veces sí, pero otras no.
Muchas personas buenas les resulta extraño que otras como ellas reciban alguna señal del cielo muy clara mientras ellos no las reciben, pero si esas personas supieran lo que realmente se ha tenido que pasar para recibir semejante consuelo del Señor ... otro gallo cantaría.
Hoy leyendo un libro que adquierí en el santuario de Santa Gema ahí en Madrid el lunes por la mañana antes de venir, he tenido que dejarlo de leer por el espanto y agustia que me ha provocado ver el nivel de exigencia a la santa.
Que veía a su Ángel de la Guarda, a Jesús, a la Virgen ... ya! ya! ¿Pero y lo que sufría esa criatura?
Cuidado,no se debe caer jamás en la envidia espiritual, ¿es que no sabe el mismo Dios lo que le da a cada uno?.
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