SEMANA SANTA 2. SERVIDORES DE LA LUZ

Como ya sabéis ando estos días con escasez de tiempo y con exceso de trabajo, por eso, y como no quiero faltar a mi cita diaria, hoy me limito a retomar un texto que escribí hace ya algún tiempo y que en su momento tuvo cierto éxito. Además como el tema es de carácter espiritual, pienso viene como anillo al dedo, para repasar ciertos temas doctrinales en esta Semana Santa, en la que estamos inmersos. El tema lo titulé:

ÁNGELES

Un viejo dicho, no falto de razón, dice: "Lee y conducirás, no leas y serás conducido". Sin embargo, yo añado, lee, pero cuida tus lecturas si no quieres ser manipulado.
Curiosamente en esta sociedad tan descreída y tan proclive al laicismo están muy de moda los temas con trasfondo espiritual. Es sabido que este tipo de “literatura”, salvo honrosas excepciones, capta a lectores de escaso nivel intelectual y poco dado a ahondar más en las cuestiones que se proponen.
El Código Da Vinci de Dan Brown, ha sido la pionera en este tipo de historietas, después han venido muchas otras que imitando el estilo y la temática ha propiciado que las librerías de los supermercados y centros comerciales se nutran con inusitada profusión de este tipo de literatura-basura.
Una de estos panfletos, es del mismo autor, “Ángeles y Demonios” se llama; definitivamente Brown animado por el éxito de su primer tocho ha encontrado el filón para llenarse el bolsillo.
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El nulo valor intelectual de estos engendros lo define claramente Mario Vargas Llosa, con estas palabras: "Lo que está de moda es la novela Light. Si los textos de Dan Brown te producen un extraordinario placer y lo que buscas son obras equivalentes (... ) nunca vas a poder leer el Ulises de Joyce, nunca vas a leer a Proust, ni vas a gozar con Borges".
Sin embargo, y a pesar de este hecho el boom de ventas de estos librachos es innegable.
El éxito de este subgénero, probablemente radica en que este guiso es un híbrido entre ciencia ficción, novela de suspense y ciertas dosis de fantasías históricas, aderezando convenientemente estos ingredientes, con toques en los que, normalmente, el Vaticano resulta ser el elemento oscuro, muy dado a tramas esotéricas y secretos celosamente guardados, que custodiará incluso con aberraciones como la extorsión, la mentira o el asesinato.
¿Tendenciosidad?, ¿Mentira?, ¿Oportunismo?, probablemente un poco de todo; pero lo que si es cierto es que este tipo de pseudo literatura es un producto de consumo para lectores poco exigentes y por tanto fácilmente manipulables por las corrientes imperantes, que no son otras que las que tratan, a toda costa, desprestigiar y demonizar todo lo concerniente a la Iglesia Católica.
Brown, seguramente ha pretendido emular a Umberto Eco, el autor de “El nombre de la Rosa” mezclando misterio, erudición y filosofía, pero sólo ha conseguido elaborar un libro oportunista y pueril. El Código Da Vinci y este tipo de libros se utilizan, de forma notoria, para poner en duda la base de la fe cristiana y atacar a la Iglesia con falsos argumentos enmascarados de verdades históricas.
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Los ángeles son tema de moda por esa falsa corriente espiritualista. Además de la novela de Brown, el movimiento llamado New Age (Nueva Era o Era de Acuario), ha contribuido también al renacimiento de este interés angelical, se han escrito una infinidad de libros, artículos y hasta se han hecho películas que hablan de ellos de una manera que nosotros los Católicos no conocíamos ni estábamos acostumbrados, y por lo tanto son causa de mucho desconcierto y confusión. En la llamada "angeología", se indica como contactar con estos "seres de luz" por medio de técnicas de espiritismo, juegos de cartas y libros de esoterismo. Se ha difundido que los ángeles pueden hacer milagros, pueden curar enfermedades, que los ángeles intervienen en el Tarot, en los Horóscopos, que depende la vestimenta que tengan es la categoría de los ángeles, y los favores que pueden concedernos. Todo esto no es más que una deificación de los Ángeles, convirtiéndolos en meros amuletos, cuando no en modernos becerros de oro. Por eso, es muy importante beber de las fuentes, acudir a la voz de quien sabe, conocer que nos dice la Iglesia Católica y las Sagradas Escrituras sobre los ángeles, para evitar caer en confusión, y no atender voces de sirena que lo único que realmente buscan es lucrarse y desorientar nuestra fe. La respuesta a estos errores no es rechazar a los ángeles sino conocerlos bien, según la revelación de Dios. La enseñanza sobre los ángeles nos dice que ciertamente los ángeles existen, es doctrina de la fe católica, que se fundamenta en las Sagradas Escrituras y en la unanimidad de la Tradición Apostólica. En el Credo proclamamos y confesamos a Dios creador de todo lo invisible e invisible. La palabra "ángel" procede del latín ángelus, que quiere decir "mensajero" o "servidor" de Dios (Hebreos 1, 7). El Papa San Pío X decía que "los ángeles son las criaturas más nobles creadas por Dios"; son inmortales, tienen voluntad propia, poseen conocimientos más amplios y su poder es muy superior a los hombres (Salmo 103) y además están siempre en la presencia del Padre Eterno (Mateo 18, 10).

El Catecismo de la Iglesia Católica, en su capítulo 328 dice “La existencia de seres espirituales, no corporales, que la Sagrada Escritura llama habitualmente ángeles, es una verdad de fe. El testimonio de la Escritura es tan claro como la unanimidad de la Tradición.”.
San Gregorio Magno afirmaba que "casi todas las páginas de la revelación escrita, dan testimonio de los ángeles". En la Biblia se registran cerca de 400 veces; tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento. En la vida del Hijo de Dios, se encuentran desde su nacimiento en el portal de Belén, hasta su triunfante resurrección en Jerusalén, y regreso al cielo.
Aquí, algunos ejemplos:

- Cierran el paraíso terrenal
- Detienen la mano de Abraham
- Asisten a los profetas
- Gabriel anuncia el nacimiento de Juan Bautista.
- Gabriel, también es el enviado a la Virgen María para comunicarle la elección divina.
- Un ángel avisa a San José sobre la encarnación y sobre su misión.
- Anuncian a los Pastores el nacimiento de Jesús.
- Protegen la infancia de Jesús ante el peligro de Herodes.
- Sirven a Jesús en el desierto.
- En Getsemaní. Lo reconfortan en la agonía.
- Después de la resurrección de Cristo un ángel se apareció en forma de un joven y le dijo a las mujeres que habían acudido al sepulcro.
Y en la Ascensión, los ángeles "se presentan" a los Apóstoles para decirles: "Hombre de Galilea, ¿qué estáis mirando al cielo? Ese Jesús que ha sido arrebatado de entre vosotros al cielo, vendrá como le habéis visto ir al cielo" (Hch 1, 11).

En definitiva, Se puede, decir que los ángeles, participan en los momentos-clave, rodean a Cristo y lo acompañan en el cumplimiento de su misión salvífica.
Así pues, es de Fe que hay Ángeles. El Concilio de Letrán lo expresa con estas terminantes palabras: "Desde el origen, por su omnipotencia, Dios ha producido una y otra naturaleza; la espiritual y la corporal, la angélica y la humana".
La Iglesia Católica los reconoce, los venera y celebra su liturgia el 29 de septiembre en la fiesta de los Santos Arcángeles Gabriel, Miguel y Rafael; y el dos de octubre la de los Santos Ángeles de la Guarda. La Iglesia también recomienda el recurso a su protección y el culto, tanto a los ángeles como a los Santos:
“Es lícito venerar a los ángeles y a los santos e invocar su intercesión.”
“-La Virgen María, los ángeles y los bienaventurados del cielos deben recibir el culto de la Iglesia.”
Y esto no debe considerarse idolatría ya que, la Virgen, los Ángeles y los Santos tienen una excelencia especial, siempre inferior a la dignidad de Dios, pero superior a la de los hombres.
El culto tributado a los ángeles encuentra su justificación en las relaciones antes mencionadas, de los mismos para con Dios y para con los hombres. Todo lo que el Concilio de Trento nos enseña acerca de la invocación y culto de los santos se puede aplicar también a los ángeles. La censura que hizo San Pablo (Col 2, 18) del culto a los ángeles se refiere a una veneración exagerada e improcedente de los mismos, inspirada en errores gnósticos; tal y como está pasando hoy con la new age y los libelos del sr. Dan Brown.

Nuestra época ha visto resurgir el interés por los ángeles, al mismo tiempo que una mala doctrina fruto de la mezcla supersticiosa de ideas como las de la nueva era, que ha ido deformando en la mente de las personas la comprensión de nuestros custodios celestiales.
Así que, no debemos permitir que estas "modas" nos confundan, siempre se nos ha inculcado dentro de la fe Católica, una especial reverencia a los ángeles. " A sus ángeles ha mandado Dios para que te guarden en tus caminos”.
A ellos, a estos guardianes de mi paso por la tierra, a estos amigos invisibles que me conducen a mi último y deseado final, he querido, a través de este post, mostrar mi cariño y a ellos me encomiendo.

Para terminar, este largo, pero espero provechoso comentario, quisiera proponeros para disfrute una bonita composición. El vídeo que os traigo es un clip de la canción “Ángeles de Dios”, la primera vez que la escuché fue en Misa... y me pareció preciosa... os la presento oí, como colofón ideal al comentario y para que en este día recordemos, de manera especial a nuestros queridos ángeles custodios. Espero os gusté tanto como a mí.

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Postdata.- Una obra muy recomendable, que hace continuas referencias al tema tratado es "El libro de ALEXIA". El libro nos relata la vida de una niña. Alexia que, con 14 años sufrió una enfermedad que no pudo superar y acabó con su vida. A pesar de todo la gran fuerza de voluntad para sobrellevar la enfermedad y todas sus complicaciones, se apoyan en una fé imponente, en una alegría desbordante e insultante para nuestro mundo actual. Alexia es un ejemplo del "Fiat" virginal, es un modelo para todos nosotros.
Alexia tiene un trato especial, coloquial, íntimo, conmovedor con su Ángel de la Guarda (hasta le pone nombre), una relación que le ayuda y en la que se apoya. Esta y no otra, es la forma en que indudablemente, se hacen presentes los ángeles en nuestras vidas, auxiliandonos, en la mayoría de los casos de forma callada e invisible, en todos los momentos de nuestra vida.
El libro de Alexia es un libro inmejorable y rico en enseñanzas, incluso para el que no crea.

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