A los que amamos al cine no se nos puede pasar una fecha como la del 23 de Septiembre. Porque fue precisamente este martes pasado, el día que nos dejaba una de las personas que escribió una de las más brillantes y prolíficas páginas de la historia del cine español; Pedro Masó.
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Masó, fue guionista, productor, director y hasta en ocasiones actor, hizo de todo, pasó por todas las puertas y siempre pisando la merecida alfombra roja, porque tenía, como ningún otro, el respeto de los profesionales, el reconocimiento de la crítica y el aplauso del público.
Masó puso su sello en títulos inolvidables como La gran familia, Manolo guardia urbano, Atraco a las tres, Los guardiamarinas, Sor Citroen, El día de los enamorados o Las chicas de la Cruz Roja; todas ellas grandes taquillazos. También dio vida a muchas producciones televisivas de gran éxito como Segunda enseñanza, Brigada central o Anillos de oro. Y en el año 2006 fue galardonado con el Goya honorífico en reconocimiento a su larga y brillante carrera.
Masó era un hombre que díó con el secreto, por muchos buscado, sabía lo que gustaba al público y tenía la virtud de complacer esos sentimientos canalizándolos a través de un trabajo profesional impecable.
Masó, fue guionista, productor, director y hasta en ocasiones actor, hizo de todo, pasó por todas las puertas y siempre pisando la merecida alfombra roja, porque tenía, como ningún otro, el respeto de los profesionales, el reconocimiento de la crítica y el aplauso del público.
Masó puso su sello en títulos inolvidables como La gran familia, Manolo guardia urbano, Atraco a las tres, Los guardiamarinas, Sor Citroen, El día de los enamorados o Las chicas de la Cruz Roja; todas ellas grandes taquillazos. También dio vida a muchas producciones televisivas de gran éxito como Segunda enseñanza, Brigada central o Anillos de oro. Y en el año 2006 fue galardonado con el Goya honorífico en reconocimiento a su larga y brillante carrera.
Masó era un hombre que díó con el secreto, por muchos buscado, sabía lo que gustaba al público y tenía la virtud de complacer esos sentimientos canalizándolos a través de un trabajo profesional impecable.
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El cine de Masó y de casi toda aquella época, pese a que ahora la progresía “Kultural” lo repudie tanto, fue glorioso. Lo fue porque siempre trabajaron los mejores actores, porque los personajes eran seres inocentes, cándidos, sin malicia, en muchos casos rematadamente “buenos” y casi siempre felices con la suerte que les había tocado. Y porque las historias además de graciosas, entretenidas y en muchos casos, emotivas, estaban llenas de valores, ahora tan en desuso y que tanto echamos de menos, tanto en el cine actual como en la vida cotidiana.
Masó fue uno de los más grandes exponentes de aquel cine –positivo, nunca negativo-, y por eso nos apena porque con su desaparición, también se va, un estilo de cine que también queda enterrado con él.
El cine de Masó y de casi toda aquella época, pese a que ahora la progresía “Kultural” lo repudie tanto, fue glorioso. Lo fue porque siempre trabajaron los mejores actores, porque los personajes eran seres inocentes, cándidos, sin malicia, en muchos casos rematadamente “buenos” y casi siempre felices con la suerte que les había tocado. Y porque las historias además de graciosas, entretenidas y en muchos casos, emotivas, estaban llenas de valores, ahora tan en desuso y que tanto echamos de menos, tanto en el cine actual como en la vida cotidiana.
Masó fue uno de los más grandes exponentes de aquel cine –positivo, nunca negativo-, y por eso nos apena porque con su desaparición, también se va, un estilo de cine que también queda enterrado con él.
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Masó fue el maestro del retrato exacto de una época muy concreta de la Historia de España, y por eso, a pesar de su muerte, no podemos, ni queremos, despreciar su trabajo.
Afortunadamente, podemos seguir disfrutando y valorando su prolífica obra, para enseñar a las generaciones posteriores esa maravillosa manera de hacer cine y también para demostrar, que hubo una vez, otra España que, a pesar de las dificultades, apostaba siempre por la ilusión y la esperanza.
Masó fue el maestro del retrato exacto de una época muy concreta de la Historia de España, y por eso, a pesar de su muerte, no podemos, ni queremos, despreciar su trabajo.
Afortunadamente, podemos seguir disfrutando y valorando su prolífica obra, para enseñar a las generaciones posteriores esa maravillosa manera de hacer cine y también para demostrar, que hubo una vez, otra España que, a pesar de las dificultades, apostaba siempre por la ilusión y la esperanza.
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Pedro Masó. Descansa en Paz.
Pedro Masó. Descansa en Paz.
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3 comentarios:
El cine reflejaba la vida y la sociedad de una epoca de la que parece, ahora, que tenemos que sentirnos avergonzados. A mi me encanta ese cine, por como es y por lo que me recuerda. No veo porque hay que desmerecer algo que no era peor, sino distinto. Un saludo
Me estoy riendo porque antes de leer este post tuyo he publicado también del cine aquel, por otra circunstancia distinta. Una película de Pedro Lazaga que creo el guionista era Pedro Maso, pero como no estaba segura no lo escribí.
muy bonita y documentada tu entrada, como siempre.
Un beso
oF TOPIC.
¡ME HAN RECUPERADO DE DENTRO!
NO SÉ QUE VOY A HACER CON TANTO BLOG.
GRACIAS POR LO QUE HICISTE, CON LOS AMIGOS, CUANDO LO SUPRIMÍ.
uN BESO, AUNQUE HOY ME GUSTARÍA, COMO EXCEPCIÓN OTRA COSA, PERO NO QUIERO APROVECHARME DE TU BONDAD
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