Este fín de semana, he tenido la satisfacción y la suerte, de saber de la existencia de un personaje ciertamente notable al que hay que aplaudir y tomar de él, buen ejemplo.
Su nombre es Ricardo Benedí, y es empresario, español y vasco; que ya son tres buenos motivos para la ovación y la bendición.
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Como os decía, he tenido la fortuna de toparme con D. Ricardo estos últimos días, y además dos veces.
La primera en el diario “La Razón” (edición papel), en él que en una extensa entrevista a doble página, este valiente empresario vasco-español, hace una disección certera y contundente de la actual situación del empresariado ante la crisis y ante la amenaza constante para su empresa y para su integridad física personal, que supone intentar ser un empresario justo y coherente en el actual infierno nacionalista.
Benedí, habla sin tapujos y sanamente sobre el desamparo, a nivel institucional, que tiene que sufrir un emprendedor en esas castigadas tierras vascas.
Me quedo con dos frases de la entrevista. Con esta afirmación que dá con la realidad de los señores del “talante”:
“Los socialistas no han tenido, ni tienen, un comportamiento ejemplar”.
Y con esta otra, que define perfectamente a los miembros de la lealísima “oposición”:
“El PP es hoy como un café descafeinado. Está acomplejado por miedo a crispar”.
Así entre Pinto y Valdemoro, el empresariado vasco, se ve abocado a luchar solo contra la creciente y preocupante crisis económica, el odioso hostigamiento nacionalista radical y la pasividad de las instituciones españolas, intentando mantener a flote a su empresa y a los cientos de familias que dependen de él.
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El otro encuentro, ha sido a través de otro medio escrito, el semanario “ALBA”. También se trata de otra entrevista a página completa, en la contraportada de este siempre interesante medio.
El enfoque, en esta ocasión es ciertamente distinto; aquí, Benedí, da testimonio valiente de su compromiso con la Iglesia y con la fé. Valores que en esta persona son inseparables a su condición de empresario y que posiblemente, son los que le dan la fuerza necesaria para afrontar todos los envites que está sufriendo y además ¡con entusiasmo!, “La vida merece la pena vivirse. Los cristianos además, tenemos que vivirla con alegría”, dice el entrevistado.
Efectivamente hay cosas que no se comprenden, sin el empuje de la fé.
De esta otra conversación, quiero entresacar, dos preguntas con sus correspondientes respuestas:
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“Usted, ha sido ponente en el Congreso –Católicos y vida pública-, ¿no tiene miedo de que eso le marque?
- Soy católico y nunca lo he ocultado. Y ahora menos que nunca. Tengo la impresión de que el Gobierno tiene un plan para borrar en la sociedad de la Iglesia y de la familia cristiana…
… y ante eso hay que manifestarse. Por ejemplo, últimamente, cuando paso delante de una Iglesia, me santiguo. O si voy a comer a un restaurante bendigo la mesa.”
Y el entrevistador sigue, “Lo hace usted para provocar”, la respuesta es tajante:
- “En absoluto. Lo hago, ya digo, porque no tenemos de que ocultarnos. En España, se ha iniciado una batalla y los católicos tenemos que ganarla”.
¡Por fín!, parece que alguien parece tenerlo claro y además obra en consecuencia. ¿No me negarán que es un gran y esperanzador hallazgo?. ¡Bravo por D. Ricardo!.
.
A este sí que le daba yo, por valentía y por merecimiento, la medalla al merito al trabajo, y no a otros que, para lo único que trabajaron antes, fue para firmar injustas sentencias de muerte y ahora viven del cuento.
Pero, como vivimos en el mundo al revés, lamentablemente, ya nada nos es extraño.
Su nombre es Ricardo Benedí, y es empresario, español y vasco; que ya son tres buenos motivos para la ovación y la bendición.
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Como os decía, he tenido la fortuna de toparme con D. Ricardo estos últimos días, y además dos veces.
La primera en el diario “La Razón” (edición papel), en él que en una extensa entrevista a doble página, este valiente empresario vasco-español, hace una disección certera y contundente de la actual situación del empresariado ante la crisis y ante la amenaza constante para su empresa y para su integridad física personal, que supone intentar ser un empresario justo y coherente en el actual infierno nacionalista.
Benedí, habla sin tapujos y sanamente sobre el desamparo, a nivel institucional, que tiene que sufrir un emprendedor en esas castigadas tierras vascas.
Me quedo con dos frases de la entrevista. Con esta afirmación que dá con la realidad de los señores del “talante”:
“Los socialistas no han tenido, ni tienen, un comportamiento ejemplar”.
Y con esta otra, que define perfectamente a los miembros de la lealísima “oposición”:
“El PP es hoy como un café descafeinado. Está acomplejado por miedo a crispar”.
Así entre Pinto y Valdemoro, el empresariado vasco, se ve abocado a luchar solo contra la creciente y preocupante crisis económica, el odioso hostigamiento nacionalista radical y la pasividad de las instituciones españolas, intentando mantener a flote a su empresa y a los cientos de familias que dependen de él.
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El otro encuentro, ha sido a través de otro medio escrito, el semanario “ALBA”. También se trata de otra entrevista a página completa, en la contraportada de este siempre interesante medio.
El enfoque, en esta ocasión es ciertamente distinto; aquí, Benedí, da testimonio valiente de su compromiso con la Iglesia y con la fé. Valores que en esta persona son inseparables a su condición de empresario y que posiblemente, son los que le dan la fuerza necesaria para afrontar todos los envites que está sufriendo y además ¡con entusiasmo!, “La vida merece la pena vivirse. Los cristianos además, tenemos que vivirla con alegría”, dice el entrevistado.
Efectivamente hay cosas que no se comprenden, sin el empuje de la fé.
De esta otra conversación, quiero entresacar, dos preguntas con sus correspondientes respuestas:
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“Usted, ha sido ponente en el Congreso –Católicos y vida pública-, ¿no tiene miedo de que eso le marque?
- Soy católico y nunca lo he ocultado. Y ahora menos que nunca. Tengo la impresión de que el Gobierno tiene un plan para borrar en la sociedad de la Iglesia y de la familia cristiana…
… y ante eso hay que manifestarse. Por ejemplo, últimamente, cuando paso delante de una Iglesia, me santiguo. O si voy a comer a un restaurante bendigo la mesa.”
Y el entrevistador sigue, “Lo hace usted para provocar”, la respuesta es tajante:
- “En absoluto. Lo hago, ya digo, porque no tenemos de que ocultarnos. En España, se ha iniciado una batalla y los católicos tenemos que ganarla”.
¡Por fín!, parece que alguien parece tenerlo claro y además obra en consecuencia. ¿No me negarán que es un gran y esperanzador hallazgo?. ¡Bravo por D. Ricardo!.
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A este sí que le daba yo, por valentía y por merecimiento, la medalla al merito al trabajo, y no a otros que, para lo único que trabajaron antes, fue para firmar injustas sentencias de muerte y ahora viven del cuento.
Pero, como vivimos en el mundo al revés, lamentablemente, ya nada nos es extraño.
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Su ejemplo, el de D. Ricardo Benedí, es estímulo para mí: ¡Fuera los falsos respetos humanos!, ¡Sin complejos!, lo que ha de hacerse, sencillo o no, se hace, y ya está:
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11 comentarios:
Qué video más lindo...
Yo últimamente también cada vez que voy a comer fuera bendigo la mesa y me hago una cruz tamaño XXL.
Tenemos que dar testimonio de nuestra fe por donde vayamos, hay muchísima gente a la que nuestro ejemplo arrastra, no nos lo podemos ni imaginar.
Besos, querido. Gracias.
La misma escena que repito yo con mis hijos todas las noches...
Si es de admirar el coraje de este hombre, somos infinidad los que estamos pensando igual, todos teniamos que tener la valentia de proclamarlo, para que acabe de una vez esta sin razón que estamos viviendo.
Un fuerte abrazo
Bravo por Benedi, claro después de leer la segunda parte de tu post se entiende la fortaleza del empresario para luchar en ese pais vasco que se ha vuelto tan inhóspito. Es lo que decía yo hace tiempo en aquel post sobre Filipinas. Esos signos que habíamos desterrado de nuestra vida pública, como el santiguarse al salir de casa o al pasar por las iglesias o comiendo fuera, o sacar el rosario en el autobús o en las consultas médicas... es necesario volver a implantarlos para testimoniar que los católicos seguimos siendo mayoría.
Me ha gustado esta entrada tuya. Se ve que has aprovechado el fin de semana largo.
Un beso
No lo conseguirán porque no estamos solos, tenemos la fuerza del más grande que nos respalda.
Un saludo español.
Arcendo: ¿No te hga entrado mi comentario?
Me entusiasma la imagen de cabecera. Siempre hay un lugar en la cumbre... Es preciosa.
Y lo de las tres Avemarías de la noche, hay infinidad de milagros de conversión en personas que sólo mantenían ese hilo de unión con Dios.
Un beso Arcendo
Es una buena idea lo de la señal de la cruz, contra eso no habrá juez que valga.
Saludos
Se me olvidó contar que el histórico jugador español Zarra, cada vez que metía un gol besaba la medalla escapulario que siempre llevaba al cuello. Algunos futbolistas se santiguan antes de tirar a gol, pero Zarra daba gracias de esa manera cuando ya lo había metido.
Un beso Arcendo
Me parece bien la opinión de este señor vasco-español, y tiene relevancia por ser quien es. Como católica la agradezco.
Pero santiguarse al pasar delante de una Iglesia lo llevo haciendo desde que tengo uso de razón.
Y cuando pasan las Imágenes de las procesiones, me levanto y santiguo. Siempre!!!
De eso nunca me avergonzaré :)
Besos.
Yo, querido amigo, llevo mucho tiempo santiguándome al pasar por la Iglesia y entrando siempre que esté abierta.En mi trabajo, siempre llevo estampas de la Virgen y Jesús, marcadores de libros y cruces, y escapularios y se los doy a los familiares y pacientes, siempre preguntándoles antes, si no se mlestan. Y te digo algo: hasta ahora nadie ha rechazado la ayuda del Señor. Muchos se asombran porque sea médico y lo haga y si me preguntan les digo: yo sólo soy un medio del más grande, si curo es porque tengo fe y me dejo guiar.No creas que me enorgullezco de balde:siempre que la muerte ronda, me encomiendo a Él y siempre me ha escuchado. Esa es la fe que hay que mostrar: sencilla y cercana, para que los que lo vean se convenzan de que es en el día a día donde se manifiesta Dios.Y crean.El APOR siempre lo dice:somos apóstoles de Dios y como tal debemos actuar. No debemos tener reparos al hablar de la trascendencia, de Dios, de la fe en general.Hay que decirlo siempre:somos testigos del amor de Dios en nuestras vidas y queremos que ustedes lo sean también. Un saludo a todos y bendiciones.
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