jueves, 7 de mayo de 2009

FÉ, ATEISMO Y APOSTASÍA

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Hablábamos hace unos días del indeferentismo actual hacía el hecho religioso. Creo, en aquel post, haber aclarado mi pensamiento al respecto, y lo repito una vez más….es falso; hoy precisamente, cuando el mundo parece haber dado la espalda a su Creador, es cuando más ausencias nota, y cuando más se habla de El; ya sea para negarle o para poner en duda su existencia.
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Oigamos, en este mar de confusión, la voz experta y serena de un experto teólogo, nuestro Papa Benedicto:
El problema actual es que se busca algo religioso, algo religioso que dé cierta satisfacción, porque el hombre tiene este deseo de encontrarse con el infinito, de tener esta respuesta de otra dimensión, de un más allá que además le dé también una dulzura, una esperanza que las cosas materiales no pueden dar.”
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Una de las cosas que me han inducido a escribir este post, es una noticia, que me hizo reflexionar sobre esa necesidad, de la que habla el Papa. En la misma se decía que el grandísimo delantero de la Selección, David Villa, siempre lleva encima un rosario de la Virgen de Covadonga, como “amuleto” en todos sus partidos.
Independientemente de analizar la religiosidad o falta de ella, del futbolista asturiano, pienso que lo que ocurre, es que esa búsqueda de lo religioso, se realiza por caminos distintos a los correctos. Se prefiere creer en amuletos, en supersticiones, en magias, en horóscopos y en la suerte, antes que formar y cuidar la verdadera fé, de manera que se acaba cayendo irremisible e inconscientemente en un ateismo militante de consecuencias catastróficas y de difícil salida.
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El ateo corriente es un creyente con fe no digerida, ni evolucionada convenientemente: cree que “lo existente se explica por sí mismo”, cosa que la ciencia no ha justificado nunca.
Seguro que a más de uno os ha ocurrido que, sin venir a cuento, en medio de cualquier conversación intrascendente, un amiguete nos suelta orgullosamente: “Es que yo soy ateo”.
Está claro que el que confiesa tal postura, en ningún caso, persigue meterse en profundidades filosóficas o teológicas, busca complicidad. En algún caso, se desinfla como un globo, cuando le contestan: “Bueno, ¿y qué? Como si quieres ser budista, musulmán o del Real Madrid”, y en otros… encuentra cooperación en su “valiente” chorrada, que da paso a una serie de blasfemias, incongruencias e inexactitudes de grado superior, pero sin llegar tampoco al meollo del asunto; incluso más bien, tomándose el tema por el lado..“graciosillo”.
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En muchas ocasiones el ateo lo es por conveniencia y por comodidad, la vida de un creyente no es fácil, se requiere generosidad para sacudirse perezas y hacen falta agallas para darse al otro, para amar, incluso al enemigo. Y hoy, el mundo precisamente invita a lo contrario, al placer egoísta y a buscar el bien propio y si puede ser a costa del prójimo, mejor.
En otras el ateismo llega, simplemente por dejadez, por inmadurez espiritual. Muchos son los que iniciaron con su Bautismo, Comunión y Confirmación, su vida de cristianos y por diversas circunstancias, ahí se quedaron; con aquella fé “infantil”. Sin cuidarla, sin alimentarla, sin formarse. La fé es evaluación continúa, que se nutre principalmente en la oración y en los Sacramentos, en lecturas convenientemente elegidas, empezando por el Evangelio y sobre todo en la práctica constante y vivida de lo aprendido.
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La fé no es solo un estado emocional; Jesús nos dice que amemos a Dios con todo nuestro corazón… y con toda nuestra mente. Para amar a Dios plenamente tenemos que estar convencidos, tanto emocionalmente como intelectualmente, y eso requiere una preparación. “No sean niños en su modo de pensar. Sean niños en cuanto a la malicia, pero adultos en su modo de pensar”, nos dice el Evangelio. Dios no quiere que lo amemos con una fe ciega sino que nos comprometamos intelectualmente con nuestra fe.
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Preparación constante es el secreto: hemos de edificar la casa sobre fundamento sólido; no sobre arenas movedizas. Como decía C.S. Lewis: “Cristo nunca quiso que sigamos siendo niños en inteligencia. Al contrario, nos dijo que seamos no sólo “sencillos como palomas” sino también “astutos como serpientes”. Él quiere un corazón de niño, pero la cabeza de un adulto.
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Pensar no es una opción para los cristianos, sino un imperativo.
Cuando no nos dedicamos a alimentar nuestra mente, en este sentido, llegamos irremediablemente al empobrecimiento espiritual y el resultado es una fe inmadura y superficial que jamás sería capaz de soportar los desafíos de la vida, y pondrá en jaque todo lo que creemos.

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Hoy el mundo, a pesar de que tanto se habla de evolución y de progreso, se niega a ambos, porque se niega a formar su espíritu, rechazando aquello que efectivamente le hace más humano, más solidario y mejor persona y lo hace jactándose en negar a Dios.
La corriente imperante es el viejo y rancio laicismo secular, aparentemente ilustrado; promovida por parlamentos, partidos e instituciones, desencadenando una cruel guerra de símbolos, en la que no faltan quienes incluso, de forma absurda lo hacen intentando apostatar de la Iglesia.
Ante la común, manida y repetida como consigna: “No estoy de acuerdo con la Iglesia, mis padres me bautizaron, pero yo no quiero pertenecer a esa institución. ¿Cómo puedo "borrarme" de la Iglesia Católica?”; habría que matizar algunos puntos:
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A nadie se le puede borrar de unas listas que no existen...La Iglesia Católica no es una institución que mantiene ficheros de sus "afiliados" como si fuera un partido político. No existe, por tanto un "carnet" de pertenencia.
Además y eso lo defendemos los católicos, nadie puede pertenecer a ningún grupo contra su voluntad, lo que no queremos para nosotros tampoco lo queremos para los demás. Así, si alguien de manera consciente y libre rechaza la fe católica nadie le va a imponer que se cuente como uno de los miembros de la Iglesia Católica. Los católicos defendemos la libertad de elección, la nuestra y la de los demás..., sin embargo en este punto, también conviene recordar que..
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Los datos que ofrece la Iglesia, no solo son los obtenidos mediante encuestas y estudios que realiza la propia Iglesia española a través de la Oficina de Estadística y sociología de la Iglesia, (Ver enlace); sino que también el Estado ofrece periódicamente estadísticas del número de personas que dicen profesar una determinada fe religiosa dentro de la sociedad civil. Barómetro mensual de opinión del CIS (Ver enlace).
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Por eso, ante la pregunta…”¿Cómo puedo solicitar la cancelación de mis datos a la Iglesia Católica, o anular mi acta de bautismo?”, La Agencia de Protección de Datos es tajantemente clara:
En el caso de la Iglesia Católica, ésta no posee datos de sus miembros, ni relación alguna de ellos, puesto que el asiento en el Registro Bautismal no es identificable con la pertenencia a la Iglesia Católica”.
Es decir, La Iglesia, no contabiliza a sus miembros; aunque, por supuesto, sí deja constancia histórica de los sacramentos que se reciben, pero eso no significa pertenencia a nuestro grupo religioso. Es decir, exactamente igual que ocurre en el ámbito civil. Si una persona solicita que le borren del registro de nacimientos porque ha pedido otra nacionalidad... lo más que pueden hacer es indicar en una nota marginal señalando la voluntad del individuo de abandonar la nacionalidad, en ningún caso destruir el testimonio escrito de la inscripción histórica de nacimiento... Los acontecimientos históricos, no se pueden borrar.
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De todas maneras, lo que está claro, o deberían tener claro esos apostatas es que estar bautizado no es señal exclusiva de ser católico y que no porque ellos estén o no estén, la Iglesia va a dejar de percibir más o menos recompensa pecuniaria.
La Iglesia no recibe ningún dinero público ni subvención alguna por el número de sus miembros, como es el caso de otros grupos sociales. El sostenimiento de la Iglesia la hacemos los propios católicos y las personas de buena voluntad que, sin ser católicos, entienden la inmensa obra social que realiza nuestra Iglesia. En los próximos años la Iglesia española logrará su completa autofinanciación.
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Dado que la apostasía, como ya hemos apuntado, es en la mayoría de los casos, la consecuencia lógica de la escasa formación religiosa del solicitante, sobretodo conviene recordar que esa grave decisión, ese rechazo total a la Iglesia, es un pecado mortal contra la fe y contra el Primer Mandamiento, que conlleva excomunión inmediata (latae sententiae), Y esto es así porque la apostasía representa un paso más de la herejía. Mientras que el hereje niega algunas verdades de la Iglesia (dogmas), el apostata reniega en su totalidad de la misma. Y eso, implica nada menos, que quedar apartado totalmente de la Iglesia, ya que el solicitante se ha cerrado voluntariamente a la gracia divina.
Sé que a los que se dicen ateos, esto les traerá al pairo, pero conviene decirlo, porque de verdad, este el tema más importante.
Creen estos apostatas, que al rechazar la ley de Dios se inhiben de las graves repercusiones que su decisión implica.
Lo que si es verdad, y puede pasar, es que si Dios, para mal de ellos, existe, tal y como los cristianos creemos firmemente; después de haber rechazado, mediante un acto formal, libre y consciente el Amor de Cristo, al final… estaremos rechazando también la propia salvación, eligiendo libre y conscientemente la condenación para siempre.
Es decir, en un asunto tan grave como este, mejor se debería pensar lo que se hace, en vez de hacer lo que piensa.
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De todos modos, acabemos con un camino a la esperanza, Al final de la parábola del hijo pródigo: el hijo se arrepiente y el padre le perdona generosamente. Sabemos de apostatas que se han reconciliado de nuevo con la Iglesia. La historia se repite. Las campañas culturales o políticas, las modas tienen fin. En cambio, Dios perdona siempre. La Iglesia acoge siempre. El hombre sin Dios no es nadie. “Nos has hecho, Señor, para ti, dijo San Agustín, y no descansará nuestro corazón hasta que repose en ti”.
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Así, y aunque nunca acabaré por entender, ese afán incontenible por negar lo que no creen, mi mandato de amor hacía a todos, me dice que debemos rezar por ellos, es decir, por todos aquellos que ahora reniegan y dudan, para que vuelvan a la Casa del Padre, que les espera con los brazos abiertos. Pidámoselo así a María, Pidámoselo a la Virgen clemente, en este mes suyo.

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6 comentarios:

eligelavida dijo...

Felicidades por esta clarísima entrada. Hay gente que piensa que esto es poco más o menos que como el matrimonio civil. Hoy me caso, mañana me divorcio, cuando quiera me vuelvo a casar… Lo que más me ha gustado es el final. Muchos “apóstatas” vuelven y la Iglesia, es decir, todos los que formamos parte de ella, los recibimos con alegría y con los brazos abiertos.

Fran dijo...

La religión no es algo episódico en la historia, no es como una moda, es algo enraizado en el ser humano que aunque se quiera extirpar, rebrota. En todos los tiempos las personas han tratado de ponerse en relación con Dios. Y cuando parece que ha llegado el ocaso de los Dioses, Dios vuelve con fuerza.
Ahora que se dice que ha aumentado el ateísmo y será verdad ¿hay alguien con más poder de convocatoria que el Papa?
(qué gracia tiene Loring, me encanta cuando pones sus videos)

Aguijón dijo...

Muy denso este último post.
Respecto a lo de Villa, vete a saber si es cierto, ojalá, y si es tal como comenta el cronista, amuleto. Yo creo que la fe de la gente varía en intensidad y en modos de vivirla. Algunos modos no me gustan, por ejemplo el del costalero de Semana Santa que en Semana Santa parece en éxtasis y el resto del año...

Respecto al post anterior, el problema, y más gordo de lo que creemos es que los sindicatos están más que pringados, están sumergidos en pringue...

Saludos,

Guerrera de la LUZ dijo...

Un artículo brillante, has hecho un análisis excelente de la realidad de lo que estamos viviendo.

Los ateos, yo lo tengo comprobadísimo porque debo tener "el carisma de que se me peguen", al final siempre acaban retirándose de todos los debates porque se quedan sin argumentos. El ateísmo es una postura absolutamente irracional y yo se, porque yo he sido atea, que quien profundiza, acaba reconociendo a Dios, porque "quien busca encuentra" y Jesús nunca miente.

Respecto a la apostasía, ellos quisieran despegarse completamente de la Iglesia, pero jamás podrán, porque por suerte, el Bautismo es un sacramento indeleble, así que la buena noticia es que el Espíritu Santo gemirá en su alma mientras vivan.

Un beso muy grande en brazos de nuestra Madre: Ella consigue diariamente oleadas de conversiones, encomendémosle a Ella a todos nuestros amigos y conocidos que aún no conocen al Señor.

Militos dijo...

Querido Arcendo: he disfrutado como una enana, con perdón para las enanas, es cariñoso, con este post tuyo, bueno con los anteriores también, sobre todo porque están siendo como un poner al día mis tres años de Teología. Gracias, maestro.
Para mí, por la experiencia que tengo, el ateismo es. como tú apuntas, cuestión de abandono de formación y prácticas religiosas. La conciencia se va acartonando y para que no resulte molesta se la empapela con otras cuestiones más placenteras y satisfactorias. Por supuesto, es la vida blanda y el todo vale lo que les va alejando de Dios a pasos de gigante. Luego entra la soberbia, para mí el peor de los pecados, que les lleva a negar la existencia, o la esencia, como decía Tena, de un Dios que da mucho, pero que también exige correspondencia amorosa y como no están dispuestos a esa correspondencia lo mejor es cortar por lo sano. Muchos vuelven, sobre todo gracias a los rezos de sus madres aunque me imagino que los padres también rezan.
El Bautismo imprime carácter, con lo que borrarse de un papel es la necedad más grande del mundo. Que apostaten si piensan ser más felices, pero se han dado casos de personas que ignoraban su Bautismo y al convertirse se descubrió que fueron bautizadas en secreto.
Para Dios todo es posible.
Lo malo es que hoy día todo el mundo se especializa y mastersiza en miles de cosas, pero la Religión se quedó momificada en el colegio, con lo que no hay manera de confrontarla con la marcha del mundo.
En el caso de Villa, estoy con Aguijón, vete a ver si el dijo lo del amuleto o es que lleva la medalla convencido.
Bueno creo que tenía más cosas para decirte, pero en este momento ya no me acuerdo. Si me vienen amenazo con VOLVER.
De momento me voy a cenar que me ha entrado hambre con tanto estudio gracias a tus profundos y sencillos planteamientos. Algo que es verdaderamente difícil de compaginar, pero que tú lo logras siempre a la perfección.

Ya ves que hoy he venido en plan pelota, jajaja...
No te enfades que todo lo he dicho de corazón.
Te quiero, un beso

Francisco dijo...

Hola, me complace informar de que para la información histórica de los nacimientos existe en españa el Registro Civil. No se bautiza a los niños en el mismo momento, por lo que si lamentablemente un niño muere antes de tener la opción de ser bautizado sí consta en un acta sin haber evidentemente tenido tiempo de recibir el bautismo. Un cordial saludo.

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