.
Los cristianos, muchas veces, nos quejamos de la crisis de valores, de las injusticias de este mundo, incluso de la escasez de sacerdotes y hasta de la misma Iglesia, pero olvidamos con frecuencia, lo que nosotros podemos hacer por remediar tanto mal.
Parafraseando una conocida frase de Kennedy podríamos decir,
No te preguntes lo que hace la Iglesia por ti o por el mundo, preguntate mejor, lo que tú, puedes hacer por la Iglesia y por el mundo. Porque todos somos ciudadanos de este mundo y ¡Todos somos Iglesia!.
.
Muchas veces nos contentamos con pensar que somos muy buenos católicos, porque de niños asistimos al catecismo, hicimos la Primera Comunión y vamos a misa todos los domingos; pero ni actuamos como verdaderos seguidores del Maestro, ni tenemos la caridad debida, incluso con los más próximos, ni nos preocupamos por continuar con aquella preparación religiosa que iniciamos de niños.
Así es imposible hacer crecer nuestra fe, y así viendo nuestro mal ejemplo no es raro que algunas personas vean con desconfianza a la Iglesia Católica y al mismo Dios, y acaben sumidos en la depresión y la desesperanza.
La responsabilidad que tenemos es grandísima y nuestros comportamientos, muchas veces, son causa de que muchas personas acaben separadas de la Iglesia y busquen soluciones, a sus graves problemas, en otras religiones o lo que es peor, en sectas, a veces muy dañinas, o incluso en la droga o la bebida.
Creo que la cuestión es grave y nos debe hacer recapacitar.
.
A veces actuamos mal, o no actuamos (pecado de omisión) por pereza y otras por desconocimiento. Muchos no conocemos a fondo nuestra religión y por eso, no podemos inculcar a nuestros hijos, todos esos valores cristianos que hoy son tan necesarios, empezando por la Caridad.
Además, incluso ni rezamos, y sin ese necesario, contacto directo, es imposible mantenernos cerca de Dios y saber lo que El quiere de nosotros.
La fe es confianza y dependencia. No es solo sentimiento, sino encuentro. Es la aceptación racional y emocional de la salvación que Jesús nos ofrece. Así, pues, si queremos buscar soluciones a todos los problemas que nos afligen, en lugar de quejarnos de todo y por todo, hemos de ser coherentes nosotros, en primer lugar.
.
El primer paso será incrementar nuestra fe, empezando por ampliar la práctica en el conocimiento de Jesús, en su humanidad y su divinidad; acercándonos a Él a través de la Sagrada Escritura.
Acercarnos a la Biblia no sólo con la razón, sino poniendo el corazón: escuchar. Redescubrir la persona de Jesús, Hijo de Dios, para poner mi vida en sus manos.
Debemos también celebrar activamente sus misterios de amor, sus Sacramentos, verdaderas fuentes de Gracia, empezando por la Eucaristía y la confesión; porque esos serán los pilares del edificio donde podrán refugiarse muchos de los que pasan por nuestras vidas.
.
La fe es un regalo de Dios, por eso habrá que pedir a Dios que nos la incremente, a través de la oración. Dios es mi creador y es quien guía y sostiene mi vida y a mi entorno.
La verdadera fe no me evade del mundo, sino que, me lleva a disfrutar y aprovechar cada día, eso sí, exige una inserción comprometida con las realidades del mundo, para transformarlo conforme a las enseñanzas de Jesús.
La vida no siempre es un camino de rosas, pero mi fé, me dará la fuerza que necesito para ser capaz de transformar mi mundo, al menos mi entorno…, de forma tan espectacular, que ahora mismo, ni me atrevo imaginar. ¡La fe mueve MONTAÑAS!
.
Si quiero cambiar este mundo injusto, debo empezar por mi mismo. “Dios mío, aumenta mi fe”
Los cristianos, muchas veces, nos quejamos de la crisis de valores, de las injusticias de este mundo, incluso de la escasez de sacerdotes y hasta de la misma Iglesia, pero olvidamos con frecuencia, lo que nosotros podemos hacer por remediar tanto mal.
Parafraseando una conocida frase de Kennedy podríamos decir,
No te preguntes lo que hace la Iglesia por ti o por el mundo, preguntate mejor, lo que tú, puedes hacer por la Iglesia y por el mundo. Porque todos somos ciudadanos de este mundo y ¡Todos somos Iglesia!.
.
Muchas veces nos contentamos con pensar que somos muy buenos católicos, porque de niños asistimos al catecismo, hicimos la Primera Comunión y vamos a misa todos los domingos; pero ni actuamos como verdaderos seguidores del Maestro, ni tenemos la caridad debida, incluso con los más próximos, ni nos preocupamos por continuar con aquella preparación religiosa que iniciamos de niños.
Así es imposible hacer crecer nuestra fe, y así viendo nuestro mal ejemplo no es raro que algunas personas vean con desconfianza a la Iglesia Católica y al mismo Dios, y acaben sumidos en la depresión y la desesperanza.
La responsabilidad que tenemos es grandísima y nuestros comportamientos, muchas veces, son causa de que muchas personas acaben separadas de la Iglesia y busquen soluciones, a sus graves problemas, en otras religiones o lo que es peor, en sectas, a veces muy dañinas, o incluso en la droga o la bebida.
Creo que la cuestión es grave y nos debe hacer recapacitar.
.
A veces actuamos mal, o no actuamos (pecado de omisión) por pereza y otras por desconocimiento. Muchos no conocemos a fondo nuestra religión y por eso, no podemos inculcar a nuestros hijos, todos esos valores cristianos que hoy son tan necesarios, empezando por la Caridad.
Además, incluso ni rezamos, y sin ese necesario, contacto directo, es imposible mantenernos cerca de Dios y saber lo que El quiere de nosotros.
La fe es confianza y dependencia. No es solo sentimiento, sino encuentro. Es la aceptación racional y emocional de la salvación que Jesús nos ofrece. Así, pues, si queremos buscar soluciones a todos los problemas que nos afligen, en lugar de quejarnos de todo y por todo, hemos de ser coherentes nosotros, en primer lugar.
.
El primer paso será incrementar nuestra fe, empezando por ampliar la práctica en el conocimiento de Jesús, en su humanidad y su divinidad; acercándonos a Él a través de la Sagrada Escritura.
Acercarnos a la Biblia no sólo con la razón, sino poniendo el corazón: escuchar. Redescubrir la persona de Jesús, Hijo de Dios, para poner mi vida en sus manos.
Debemos también celebrar activamente sus misterios de amor, sus Sacramentos, verdaderas fuentes de Gracia, empezando por la Eucaristía y la confesión; porque esos serán los pilares del edificio donde podrán refugiarse muchos de los que pasan por nuestras vidas.
.
La fe es un regalo de Dios, por eso habrá que pedir a Dios que nos la incremente, a través de la oración. Dios es mi creador y es quien guía y sostiene mi vida y a mi entorno.
La verdadera fe no me evade del mundo, sino que, me lleva a disfrutar y aprovechar cada día, eso sí, exige una inserción comprometida con las realidades del mundo, para transformarlo conforme a las enseñanzas de Jesús.
La vida no siempre es un camino de rosas, pero mi fé, me dará la fuerza que necesito para ser capaz de transformar mi mundo, al menos mi entorno…, de forma tan espectacular, que ahora mismo, ni me atrevo imaginar. ¡La fe mueve MONTAÑAS!
.
Si quiero cambiar este mundo injusto, debo empezar por mi mismo. “Dios mío, aumenta mi fe”
* * * * *
7 comentarios:
Debemos mirar más para adentro e interiorizar más nuestra fe, para luego poder dar frutos. Hay una cosa muy importante, en mi humilde opinión, y es que mi confianza en DIOS no puede crecer si no me esfuerzo en confiar en los demás. Porque confiar en mi PADRE es confiar en mis hermanos. ¿Nuestro PADRE confía en nosotros? ¿Y cómo yo no me esfuerzo en confíar en los demás?
Y el segundo paso que encierra el primer Mandamiento es: injertarme en una comunidad, grupo, donde pueda ejercitar el amor, el perdón, la corrección fraterna, el compromiso, el apostolado...etc. Sí, es verdad que la familia es la primera comunidad, pero no menos cierto es que la familia es, primero un nido y luego un palomar, al que voy de vez en cuando, y finalmente un lugar que visito de vez en cuando. Porque la misión familiar es enseñar a volar. Pero la vida de fe tiene que vivirse en comunidad.
Ahora, en vísperas de un nuevo Cursillo de Cristiandad en Lanzarote, invito a todos los que puedan a vivir un Cursillo en su lugar de origen, seguro que los habrá, y descubrirán esa dimensión, que nos es muy necesaria para vivir nuestra fe desde la oración y la vida.
Un abrazo en XTO.JESÚS.
Hoy me has hecho llorar, hoy no puedo cambiar nada, ni a mi misma ni a nadie. Hasta Clapton está nostálgico con "si pudiera cambiar el mundo"...
Pudiera o pudiese, la labor es inmensa...
Y mientras te escribo este desánimo, de repente me vienen unas palabras de San josemaría, cuando realizó su primera visita a Londres para empezar allí su apostolado. Se agobió, se le caía encima la ciudad y decia: no puedo...¿y sabes que pasó?: que escuchó la voz de Dios que le decía: "tú no, Yo si puedo"
No está al pie de la letra, pero es el contenido.
Y no sé por qué me ha venido en este momento a la cabeza porque la voz de Dios te aseguro que no la he escuchado, ha sido sólo el recuerdo de este hecho que me contaron hace mucho tiempo.
Besiños, nene.
Gracias al tal Puche por los subtítulos en español.
Ah las puebas de Julio padre, impecables. Gracias
Qué bonito es el video de Cáritas. no puede decir más. Tal vez Arcendo, deberíamos simplificarnos la vida e ir a lo directo con los hermanos pobres. Me ha llegado.
Gracias, ya me voy más animada.
Besiños
Te lo digo tal como lo siento. Cuando hablas de Dios, de vida espiritual, me transmites paz, sabiduría y aliento. Te prefiero mucho más en estos post, y eso que los de pie en tierra tienen miga. A mí me ayudan mucho todas tus reflexiones de alimento para el alma. Como la de tantos blogs. Un fuerte abrazo
Comprendo lo que te dice Angel, pero a mi me gustas en todos los post muchísimo , creo que es lo que desde el principio me atrajo a tu blog, la variedad de temas. Pienso que se puede hacer mucho bien, pero mucho, con las cuñas que metes cuando hablas de cualquier cosa, por vanal que parezca.
Estoy deseando ver los videos de tu último post, pero antes quiero escribirte un imail.
Besiños de la primera y más forofa de tus fans
Ya te escribí, querido Arcendo, polifacético.
Besiños SIEMPRE
Se me olvidaba decirte que me acabo de llevar el video de Cáritas Jesus para los Poemas de blogs. ya sabes que ayer me impresionó.
Que Dios te lo pague.
Besiños
Publicar un comentario