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Nuestro grito por la vida ha de llegar a todos los rincones. Nuestra negativa pacífica para impedir matar la vida humana del no nacido, del enfermo o del anciano terminal, tiene que hacerse oír.
La ley AIDO atenta contra la vida y además arroja a una soledad destructora a la madre gestante. La batalla contra esta legislación es por la defensa, nada menos, que del alma humana, y se está librando en estos momentos.
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Cuando el derecho a la vida no es reconocido en toda su amplitud sino que se restringe a un cierto tipo de seres humanos, el poder se vuelve autorreferencial, es decir, el poder se torna medida de sí mismo, abriéndose así la posibilidad de que todos seamos prescindibles. Un Gobierno que no protege el derecho a la vida desde la fecundación y hasta la muerte natural incurre en graves contradicciones y no puede ser apoyado.
Pero, la batalla que estamos librando es primariamente por la dignidad del ser humano, por la no exclusión, de nadie, porque la vida de las personas, de cada uno importa y en especial los más débiles y vulnerables.
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La fuerza de los católicos es muy pequeña en comparación a quienes, con grandes ayudas financieras, apoyan causas como la del aborto. Pero Jesucristo no es un proyecto de acción económica y mucho menos política, aun cuando exista el deber de transformar el mundo según el Evangelio.
Los cristianos somos fuertes cuando recuperamos lo esencial: que Jesucristo es una Persona viva, que es el Camino, la Verdad y la VIDA.
Podremos perder batallas pero avanzamos firmes porque la muerte y el pecado han sido ya vencidos de manera definitiva. Nuestra fuerza no descansa en el dinero sino en la certeza de Aquel al que hemos encontrado.
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Por eso, debemos seguir dando la cara sin descanso, viendo en cada no nacido, una vida, reflejo exacto, imagen y semejanza de aquel que nos creó.
Nuestro grito por la vida ha de llegar a todos los rincones. Nuestra negativa pacífica para impedir matar la vida humana del no nacido, del enfermo o del anciano terminal, tiene que hacerse oír.
La ley AIDO atenta contra la vida y además arroja a una soledad destructora a la madre gestante. La batalla contra esta legislación es por la defensa, nada menos, que del alma humana, y se está librando en estos momentos.
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Cuando el derecho a la vida no es reconocido en toda su amplitud sino que se restringe a un cierto tipo de seres humanos, el poder se vuelve autorreferencial, es decir, el poder se torna medida de sí mismo, abriéndose así la posibilidad de que todos seamos prescindibles. Un Gobierno que no protege el derecho a la vida desde la fecundación y hasta la muerte natural incurre en graves contradicciones y no puede ser apoyado.
Pero, la batalla que estamos librando es primariamente por la dignidad del ser humano, por la no exclusión, de nadie, porque la vida de las personas, de cada uno importa y en especial los más débiles y vulnerables.
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La fuerza de los católicos es muy pequeña en comparación a quienes, con grandes ayudas financieras, apoyan causas como la del aborto. Pero Jesucristo no es un proyecto de acción económica y mucho menos política, aun cuando exista el deber de transformar el mundo según el Evangelio.
Los cristianos somos fuertes cuando recuperamos lo esencial: que Jesucristo es una Persona viva, que es el Camino, la Verdad y la VIDA.
Podremos perder batallas pero avanzamos firmes porque la muerte y el pecado han sido ya vencidos de manera definitiva. Nuestra fuerza no descansa en el dinero sino en la certeza de Aquel al que hemos encontrado.
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Por eso, debemos seguir dando la cara sin descanso, viendo en cada no nacido, una vida, reflejo exacto, imagen y semejanza de aquel que nos creó.
No tengamos miedo. Nuestra fuerza es la del hacedor de la VIDA misma ¡Y ES INDESTRUCTIBLE!
BANNERS DE LIBRE DISTRIBUCIÓN
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ENCOMENDEMOS A LA MADRE EL TRIUNFO DE LA VIDA
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9 comentarios:
De momento me llevo el banner de la Vida es alegría.
Hoy me acuesto pronto que MAÑANA me espera algo.
Besiños
El video se me para un poco a poco, pero nuestra Estrella está preciosa y sí me agarro a su mano.Las imágenes son todas preciosas y me ha parecido ver a la Madona de la Lágrima entre ellas.
Mañana cuando vuelva, veo todo más despacio.
Ya sí me voy, gracias Arcendo, te quiero un montón.
besiños
Pienso que la batalla por la vida se ganará cuando se libre en toda su radicalidad y deje de aceptarse cualquier tipo de aborto. Gracias por los banners, me llevaré alguno para mi blog. Un abrazo.
Hola Arcendo.
Muchas gracias por este bellísimo post. En el último vídeo se me ha partido el corazón en cuanto ví la mirada serena y maternal de la Virgen de Medjugorje, Virgen a la que tengo mucha devoción.
El tema de "Luna" no lo conocía, me ha encantado y llegado al corazón.
Me quedo con "La Vida es alegría".
Muchas bendiciones.
FOTELIAS
La Vida ha vencido solo que unos cuantos cretinos se empeñan en empañarlo matando, ya no tienen argumentos, solo la mentira pero la Luz se está abriendo.
Me duele que desde grupos católicos a los que tanto quiero, a los que pertenezco, no se haya entendido la manifestación del 17-O. Al decir qie no se convocaba por la Iglesia, que no se acudía como católico (expresión desafortunada) lo único que se pretendía era decir que es un derecho que cualquier ser humana de la raza o religión que sea debe defender. Creo que voy a escribir sobre ello.
Un abrazo
Algún día la historia juzgará estas atrocidades y la verdad es que nuestra generación no va a salir muy bien parada.
Un fuerte abrazo, Arcendo.
Arcendo: Nuestra Estrella del Mar y Matutina (que es mi letanía) no me soltó de la mano y con la otra debía estar agarrando a mi hijo, porque todo salió bien.
Besiños, querido hermano de sangre.
¿Cómo siguen tus enfermitos?
Con el permiso de Arcendo:
Estoy contento de lo que leo, Militos.
Un beso.
Todos tus banners tienen esa fuerza que lleva la vida si no se corta, me los iré llevando a los otros blogs.
Qué triste es que sea el dinero el motor de todo hasta de la muerte.
Dios nos asista en esta licha por la vida que debería ser lo primordial en lo político y social.
¡¡Cómo me ayudó anoche el video de la Estrella del Mar!!
Besiños
Mañana por la tarde tenemos la revisión del médico de Julio padre para que vea todas las pruebas que él mandó, pero parece que todas están ¡¡GUAY!!
a VER CUANDO PODEMOS DECIR LO MISMO DE MI HIJO.
BESIÑOS Arcendo, gracias por tanto
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