NAVIDAD MARIANA ¡¡UNETE!!

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Hace dos días la cristiandad recibía con alegría la noticia del inicio del proceso de beatificación de Juan Pablo II.
La vida de Juan Pablo II fue servicio hasta su muerte, fue ejemplo de caridad, de oración y de ternura; fue espejo de Dios en el mundo. Por eso merece estar entre los venerables, la luz de sus actos terrenales nos iluminó a muchos y ahora va a seguir dando esperanzas de infinitud, incluso a los que no le conocieron.
Pero de Juan Pablo II, no podemos olvidar un hecho de importancia muy relevante en su vida, y este, se resume en las dos palabras que eligió como lema de su Pontificado, TOTUS TUUS.
Juan Pablo II, fue un Papa declaradamente mariano, su amor por la Madre era palpable y las ayudas sobrenaturales que obtuvo de Ella son sobradamente conocidas.
La devoción a Santa María Virgen estaba tan arraigada en su vida, que esta no se puede entender sin esa estrecha relación. Probablemente Ella es la que le guió para alcanzar esa santidad que hoy reconoce la Iglesia Universal, unánimemente.
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Así mismo, no es precisamente casual que en estos mismos días en los que se declara la venerabilidad del Papa polaco, también se vuelva a hablar con fuerza del dogma, aún no proclamado, es decir de la proclamación del dogma de María ‘Corredentora, Mediadora y Abogada nuestra’.
Son muchas las voces, que están pidiendo al Papa, lo que sería el quinto dogma mariano;
Los cuatro anteriores: Su maternidad divina, su perpetua virginidad, la Asunción y Su inmaculada concepción; fueron proclamados en momentos claves de la historia del mundo, y todos supusieron verdaderos faros en la vida de los creyentes.
Es ahora, cuando parece que el mundo se tambalea, incluso más que en otros tiempos, cuando la Iglesia mira otra vez a María buscando su protección, precisamente cuando más necesitados estamos de la Misericordia de Dios.
Desde el punto de vista teológico y doctrinal, la colaboración de la Virgen en la Redención es hoy una verdad aceptada y tan solo falta que el Espíritu Santo, que es el que asiste al Santo Padre, decida el momento más oportuno. Pero es cuestión de tiempo.
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María fue la que asistió a Juan Pablo II durante su vida, y María es también, junto con Su Hijo, nuestra corredentora; por eso a Ella le debemos una veneración especial, que la debemos exteriorizar y difundir, con hechos, palabras y oraciones tal y como hizo nuestro amado Juan Pablo.
Ahora nos acercamos a la conmemoración del hecho más importante en la vida de la Madre, el feliz alumbramiento de Jesús, Luz del mundo. Por eso, este es un momento idóneo para pedir a la Madre, ayuda y socorro, a través de la oración que fue una constante en Juan Pablo II, con el Santo Rosario.
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Por consiguiente en este post, me hago eco de una iniciativa preciosa y estoy seguro eficacísima de La Fundación Hijos del Corazón Inmaculado de María, que nos invita a unirnos al Rosario Mundial en Navidad.
Este Rosario se rezará a las 7:00 p.m. (hora local de cada país) del día 24 de diciembre, con las personas que previamente se hallan apuntado (Ver enlace); y el objetivo es que desde todos los rincones de la tierra nos unamos en Navidad en esta sencilla cadena de amor y reparación.
Según señalan los organizadores, el rezo del Santo Rosario en Navidad busca ser un "humilde regalo espiritual a la Sagrada Familia dejando de lado todo el materialismo que hoy se vive en esa fecha".
A mi, además de la vela de “Siete en Familia” (Ver enlace), me ha parecido una iniciativa fantástica. Así pues…, os invito yo también a apuntaros para sentirnos más unidos ese día y experimentar la fuerza de la oración en manos de María.
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Más información:

http://www.hdelcorazondemaria.com.ar/front.php?id=21
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Resplandor de Cielo y Tierra
Reina de la Eternidad,
Dulce Semblanza que Emana
Maternal bondad,
Tu Nombre Enmarcado está
Con letras de Oro… por La Santísima-Trinidad.
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Intercede por este pobre pecador
Que ya no quiere pecar
Lo que le pidas, El no te lo va a negar
María, tu eres el consuelo
de mi pobre humanidad.
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