(los otros) INCENDIOS DEL VERANO

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En este cálido verano, un buen amigo, ha logrado vitalizar mi memoria, gracias a su último post, (Ver enlace), he tenido la oportunidad de recordar y visualizar muchos de los, muy aconsejables videos de ROB BELL.

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Bell está considerado como uno de los más importantes conferenciantes cristianos americanos; y además, la publicación “Church Report”, le coloca entre los cristianos más influyentes de la cultura estadounidense.

Por supuesto como la mayoría de los cristianos de ese país, Bell es protestante, activo y comprometido, y fundador de una Iglesia (secta), con un nombre… la mar de pintoresco:

Iglesia Bíblica de la Colina de Marte de Michigan

Por eso, antes de aceptar TODO, aunque sea obvio, conviene recordar las grandes diferencias entre las enseñanzas del Pastor BELL y las del Magisterio de la Iglesia Católica Romana, empezando y terminando en su cuestionamiento sobre la existencia del infierno; duda que defendió con vehemencia en su obra “Love wins”. Tesis, que en su momento, le valió no pocas críticas y el debilitamiento de su llama mediática

Sin embargo, a pesar de todo, Rob Bell es un tipo que cae bien, que habla bien y que convence. Creo, que su éxito, está basado en su autenticidad. Bell cree lo que dice y además… lo dice, muy bien.

Rob Bell es el artífice de "Nooma", una serie de “cortos” creados sin fines de lucro. El título, "Nooma", es una variación de la palabra griega pneuma que significa aliento o espíritu.

Cada cortometraje estaba hecho muy cuidadosamente para presentar las enseñanzas de Bell. Pero probablemente lo que da mas valor a estos vídeos, es la perfecta conjunción de las parábolas de Jesús o los distintos pasajes bíblicos con las experiencias personales del propio Rob Bell.

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La idea de "NOOMA", al margen de las diferencias entre la fé católica y la protestante, me parece inmejorable.

"Nooma" fue un producto perfectamente elaborado, cuidando todos los detalles, la fotografía, la música, los silencios, la entonación…, fue, sin duda, un ejemplo de herramienta apostólica de excelente calidad; y desde luego un estímulo para los católicos, sobre lo mucho que tenemos que aprender, al menos en esto de la narrativa audiovisual.

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Como ejemplo, primero os transcribo –literalmente-, lo que luego al final del texto, veréis en uno de esos vídeos.

En este CALUROSO verano, no hay otro texto mejor que este llamado FLAME.

El artículo –y el vídeo- es sobre el amor matrimonial. Creo que, en alguna ocasión ya lo traje a este blog, pero nunca está de más, volver a lo que nos enriquece interiormente.

Así que, ahora, sigamos hablando, de calor…, ¡de incendios!.

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LLAMA

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Justo en la mitad de la Biblia, hay una colección de poemas de amor, muy explícitos e incluso muy eróticos., que son fuente inagotable de ideas y sentimientos.
Estoy hablando de “El Cantar de los Cantares”, Libro imprescindible que nos da muchas claves para entender la relación entre hombre y mujer: la alegría, la lucha, el sacrificio y el triunfo del amor.

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El Cantar de los Cantares, fue escrito en hebreo, y en el, hay 3 palabras distintas para definir el “amor”:
La primera es “raya”. “Rayá” se podría traducir como “amigo” o “compañero”, alguien con quien compartes ciertas cosas, se podría emplear como “alma gemela”. Utilizando “rayá”, se entiende que en el centro de la relación entre dos personas existe una amistad.

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La otra palabra hebrea para definir el amor es “ahavá”. “Ahavá” es gran cariño, es el deseo de querer tanto estar con alguien, que hasta duele el corazón. “Ahavá” es cuando tu mente y tu corazón se concentran en el amado, con tal pasión e intensidad que no puedes pensar en otra cosa.

El Cantar, nos revela que “ahavá” es más fuerte que la muerte y que muchos ríos no pueden apagar, ni saciar “ahavá”. “Ahavá” es mucho más profundo que los sentimientos románticos fugaces. Es más que un impulso temporal. “Ahavá” es tomar la decisión de unir tu vida a la de la otra persona para siempre. Es una emoción que lleva al compromiso. “Ahavá” es lo que hace que las cosas perduren.

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Así pues, en la hoguera del amor, tendríamos nuestra primera llama “rayá”, que es la amistad, el encuentro con el alma gemela. Después tendríamos, la segunda llama, el “Ahavá”, que es la llama del compromiso. Y por último está la tercera llama, igual de necesaria que las otras dos. La otra palabra hebrea para definir el “amor” es “DOD”.
“Dod”, se podría traducir como, estar alegres, estar de fiesta y también como mecer y acariciar”. Creo que es fácil entender, lo que hay detrás de esa tercera llama.
Esta palabra, no solo aparece en las Escrituras en el Cantar, también está presente en el “Libro de los Proverbios”: “Bebamos mucho “dod”, hasta el amanecer”. Incluso la mujer en el Cantar de los Cantares dice: “Dejen que el me bese con los besos de su boca, porque su “dod” es más delicioso que el vino”. “Dod” es el elemento físico, la atracción sexual de una relación.

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Cuando Jesús, nos habla acerca de la relación entre hombre y mujer, usa una frase que define perfectamente el amor marital “UNA SOLA CARNE”.
“Una sola carne”, es mucho más que un simple contacto físico, es emoción, es corazón, es mente. Son experiencias. Es la fusión de almas. Jesús nos enseña que el sexo es, en última instancia, un acto espiritual, y que algo tan hermoso, tan poderoso, fue creado para PERDURAR SIEMPRE.
Cuando una mujer y un hombre se unen, todas las llamas, “Rayá”, “Ahavá” y “Dod”, se combinan de manera maravillosa y única.
En el verdadero AMOR, una sola llama, nunca será tan caliente como las llamas que arden juntas. Fuimos creados para que todas esas llamas ardan como una sola.

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¡Cuantas veces confundimos el amor!, pensemos en una simple "aventura sexual", donde ni hay “rayá”, ni “ahavá”; una experiencia donde solo arda el “dod”. No hay amistad, no hay compromiso, ni lealtad, ni mucho menos, sacrificio; esa relación estaría condenada al vacío.
El otro mal ejemplo, sería el de tantas parejas, donde solo perdura “ahavá” y nada más. Solo existe compromiso, no hay amistad, no hay relación sexual.

Finalmente también, las llamas poco a poco, acabaran perdiendo intensidad y se apagarán.

¡Cuando separas las llamas, nunca puede haber satisfacción!

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La verdadera sexualidad es inmensa, maravillosa y divina. Te rodea completamente. Tiene cuerpo, pero también tiene alma, tiene espíritu. El amor conyugal, es dos personas uniéndose y entregándose mutuamente y para siempre. Así es como debe ser, porque así es como Dios lo quiso.

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Para que una relación fructifique y perdure, las tres llamas deben de quemar juntas para hacer posible, la gran llama, que incendie de AMOR todo, a nuestro alrededor.

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Ahora por fín, os pido ENCARECIDAMENTE, que disfrutéis del vídeo y de su poderosa fuerza, visual y narrativa.

Yo por mi parte me despido no sin antes ROGAR A DIOS, que me incendie entero con las llamas de su Amor. A DIOS le ruego que me dé la fuerza para mantener mi fuego siempre encendido, para propagarlo a quien más quiero en esta tierra, a mi amada esposa, y en consecuencia, también a todos los que se acerquen a nosotros. Que así sea.

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