POBRE PRIMAVERA

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Aunque estemos en el mes de la proclamación..., en este hemisferio, todavía no es primavera. Sin embargo este fin de semana, esta piel de toro, ha estado calentita y no me refiero al clima..., que también.

Concretamente el domingo, en Madrid, -que es lo que conozco, que es lo que vivo...-, hemos tenido constancia de las machadianas DOS ESPAÑAS, lamentablemente revividas en dos sendas manifestaciones de sesgo e intenciones diferentes.

¿Cuando volveremos a caminar juntos?

A veces, ya muchas veces..., aunque suene politicamente incorrecto, uno echa de menos aquello de ser "una unidad de destino en lo universal" (al menos en su espíritu) sobretodo para seguir haciendo patria como lo hicimos en nuestros mejores tiempos.

Ayer fue el aniversario de los atentados de Madrid. Las víctimas de la mayor tragedia de este país, hubieran merecido UNIDAD en su recuerdo.

La utilización política, interesada del dolor es de una mezquindad ostensible. Y yo me pregunto, si después de esta infamia, habrá alguien medianamente decente (Manjón a parte) que les otorgue a estos sindicalistas alguna credibilidad moral...

Una vez dicho esto, por justicia con el día que fue; también quiero destacar -con alegría- la creciente madurez de los españoles, patente en el aparatoso fracaso del ensayo de la huelga general. ¡Los números cantan!:

2.500 pancarteros de media en toda la piel de toro y solo 30.000 personas en la capital.

Las matemáticas que son una ciencia exacta, DESNUDAN -exactamente- a los farsantes.

Los mitos de la izquierda más rancia, empiezan a caer, igual que cayó su muro de la vergüenza. Su maniqueísmo ancestral difundió durante mucho tiempo que "ricos" y "derecha": eran sinónimos...; que la lucha por la justicia y contra la desigualdad, era patrimonio exclusivo de la izquierda... ¡Eso ya hoy, no se lo cree nadie!, ya solo permanecen ciegos y engañados los más fanáticos; unicamente permanecen fieles los más interesados.

Yo soy A MUCHA HONRA de derechas y hoy... os hablaré de mi "riqueza" personal.

Como en muchas casas de España, en la mía entran dos sueldos. El de mi mujer y el mío. Y tal como está el patio, le tenemos que dar muchas gracias a DIOS por ese privilegio y porque con un solo ingreso..., vivir sería muy complicado.

El sostenimiento principal de los gastos familiares se hace con el salario de mi mujer.

Ella es profesora de educación infantil en un colegio privado. Su nómina, digamos que, es digna, pero ajustada a mercado. Ni que decir tiene que gana menos que, si estuviera en la escuela pública..., y sin posibilidades de movidas, huelgas, ni otras zarandajas.

En mi caso debo decir que, aunque soy y me considero joven, y en otras circunstancias podría estar activo; ahora soy pensionista por un problema crónico de salud.

Mi pensión -absolutamente demostrable a quien quiera- NO llega a los 800 euros al mes, es decir eso del mileurismo me parece un sueño.

Pero os contaré más, vivimos (muy a gusto) 4 personas en una casita pequeña con 1 salón, 1 cocina, 1 baño y dos habitaciones..., y afortunadamente -aún- no nos falta la comida...; tal como están otros, está claro que no nos podríamos quejar. Pero el ahorro en mi familia, por ahora, es imposible. Llegamos a fin de mes, a duras penas y a veces, aunque siempre se normaliza la situación a primeros de mes, acabamos la treintena en números rojos. Vivimos al día y rezando para que nada se trunque.

Igualmente que queda demostrado que no somos potentados y que, somos de la clase trabajadora; también debe quedar claro que no queremos ser conformistas con la situación, y que intentamos desde nuestras posibilidades, mejorar; o habilitar los cauces para que prosperen nuestros hijos.

La vieja mentira que decía que un trabajador era masoquista si no era de izquierdas, no hay por donde cogerla. Precisamente, ese deseo de mejora, desarma el argumento.

Gracias a DIOS, a Franco y a Girón de Velasco, que hicieron posible la Seguridad social en España, tengo dinero para comprarme un humilde Casio digital y para irme de vacaciones al pueblo.

Aunque ni quiero, ni lo necesito: debo decir que nunca tendré suficiente dinero para tener un Rolex, ni para irme de crucero en camarote de lujo, como otros... Pero soy feliz y soy de derechas, entre otras cosas porque me repatean los hipócritas.

Es falso que los obreros, la masa honrada de trabajadores de este país, esté al lado de los farsantes, ni mucho menos en unión de esa gentuza que deshonra la libertad, ofendiendo, violentando a los demás y quemando contenedores.

Poco a poco..., a base de ya, demasiados desengaños políticos, la gente trabajadora empieza a reconocer con qué arbitraria facilidad se toma su nombre y se usurpa su voz, con el solo objeto de defender los privilegios de enchufistas y niños bien.

Ni la derecha es como la pintan, ni la izquierda es como nos dicen.

Hay que romper la farsa de quienes se atribuyen la exclusiva de todos los valores y de todos los derechos populares

Tolerancia, libertad, solidaridad y justicia..., son conceptos que NO están en la izquierda y no sé, si alguna vez lo estuvieron...; y mucho menos el raciocinio..:

¿Como se puede llamar a la convivencia y a la paz,  invocando justo lo contrario... pidiendo GUERRA?
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A la vista de la amenaza, habrá que reconocer, -no sin cierta inquietud-, que la sociedad, el bien común, lo -poco- que tenemos... está en peligro.

Habrá que admitir que nuestros cimientos de convivencia que son la Constitución y la democracia están en precario, que hasta el ESTADO mismo está siendo objeto de una agresión continua  por parte de un consorcio de indeseables, que amenaza la libertad de todos los que se niegan a que se les someta.

El deber, pues de los que trabajan y no comen de la política, y de todos los que conservan una honrada repugnancia al abuso, debe ser, rechazar siempre y en cualquier caso, el más mínimo intento de absorción totalitaria.

Por eso traigo aquí, destaco y aplaudo la postura de la ciudadanía más inteligente y honrada de esta santa España, que ayer dio una gran muestra de madurez dejando en evidencia el escaso "poder" popular del sindicalismo actual.

Es justo y necesario (como dijo ayer el ricachón Mendez), reconocer que el pueblo soberano, sabe lo que quiere.

En el fracaso de la manifestación de ayer, es gozoso verificar como aún los españoles, saben mantener su libertad frente a la caradura de los parásitos y la insolencia de todas esas infames bandas de alborotadores, que no respetaron ni el día que fue ayer.

De todos modos..., hay una cosa clara:

Lo que quieren los españoles, es TRABAJO, no guerras; eso... y que pronto...
 "vuelva a reír la primavera, que por cielo, tierra y mar"  ya se la espera.

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