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Hoy parece que va de retales pero pretendo encadenarlo todo del mejor
modo para que todo se entienda. Mejor que calentarse la cabeza, hablando de
huelgas y de sinvergüenzas, prefiero hablar de otras cosas, más edificantes.
Mi tema de hoy serán las paradojas, y para ello quiero servirme en
primer lugar del Cristo que traigo a portada.
Se trata de una preciosa
imagen del Santísimo Cristo Crucificado. Su autor es el imaginero José Hernández Navarro. La talla se
encuentra en la Ermita murciana de la Virgen de la Huerta y se la conoce con el
precioso nombre de "Jesús del Gran Amor".
Sin duda es una escultura impactante. Es un
Cristo en la cruz, pero está vivo..., y más que doliente.., está inquiriente,
ESTÁ INVITANTE.
Sosteniendo la mirada, de aquel que le
quiera mirar. De aquel que le quiera seguir. Su mirada a su vez, refleja una
tremenda paz. La escultura tiene la atracción de lo desconcertante, no es
posible ver una actitud así, en alguien clavado en un patíbulo.
Paradójica y didáctica enseñanza la de este gran artista.
Del que me atrevo a afirmar, que tenía toda la profunda fe, que comunica su
obra.
Me acuerdo en este momento de esos iconos orientales
que no se pintan sin dedicar un tiempo a la oración, algo así debió pasar con
este JESUS DEL GRAN AMOR. Un "conocimiento"
así de las cosas de DIOS, solo se puede conseguir a través de una oración
sincera.
Ciertamente, en esto de la fe
y de las cosas de DIOS,
cuánto más avanzo más me maravillo de todo lo que me queda por ver y por saber.
Es tanto, tan vasto y tan indescriptible lo que intuyo, que TODO me asombra,
porque todo me excede. Y entonces.., no ceso de dar gracias a DIOS, incluso por
mis propios límites.
Esas benditas PARADOJAS
divinas, ocurren ciertamente, cuantas más cosas de DIOS sabemos. Sin embargo
esa frontera humana que marca la linde entre Creador y creatura, no exime del
deseo de progresar diariamente en el intento de conocimiento. De saber más,
tanto de DIOS, como de uno mismo. Solo sé que no sé nada, decía el sabio con
una sabiduría aplastante.
En cuanto al propio
conocimiento, recuerdo
ahora una meditación que me dejó huella. Ocurrió en uno de aquellos retiros que
hice con gente de la Obra en mi juventud. El sacerdote venía a decir casi lo
mismo, pero con otro enfoque. Su curiosa metáfora decía que según avanzábamos
en el camino espiritual, íbamos encendiendo las luces de una casa oscura
(nuestra alma), y que a medida que crecíamos en virtudes, gracias a esas nuevas
luces, íbamos también descubriendo todas las suciedades que tenían nuestras
habitaciones, llenas de telarañas y podredumbres. A más luz, más impurezas se revelaban...
Pero el buen sacerdote iba más allá. Decía
que, no por ello teníamos que desalentarnos, sino que esas mismas luces que
dejaban al descubierto todas nuestras cochambres, antes ocultas, nos daban
también la oportunidad de saber donde están y limpiarlas...
Venía a decir finalmente que cuanto más
sabemos de nosotros mismos, de algún modo también, nos acercamos más al
conocimiento de DIOS.
El conocimiento total de DIOS
es imposible, sin embargo,
si podemos saber lo que DIOS quiere de nosotros, los que nos pide personalmente
a cada uno.
Lo que pasa es que, para saber lo que EL
quiere, es preciso cambiar el chip. Hay que cambiar los parámetros. El Reino no
es de este mundo..., por eso, muchas de sus cosas, a este viejo mundo le
parecen puras contradicciones:
Mientras que el mundo dice..., que -Cada palo aguante su vela-, a nosotros se nos
dice... "Llevad unos los cargas de los
otros" (Gal 6, 2).
En tanto que para este mundo, -el primero siempre será el primero-, para
DIOS.. "Los primeros serán los últimos"
(Mt 20, 16; Lc 13, 30), y viceversa "Los
últimos serán los primeros" (Lc 13, 30)
En este mundo rige el -sálvese el que pueda-, pero en el Reino "El que quiera salvar su vida, la perderá; el que la pierda
la ganará" (Mt 16, 25; Mc 8, 35; Lc 9, 29), etc., etc.,
etc. Y así sucesivamente..
Pero... la gran PARADOJA, la que más se resiste este
mundo a aceptar es la CRUZ.
La Cruz, entendida como dolor, sufrimiento, enfermedad e incluso muerte no es
asumible. El mundo huye de la Cruz, La desprecia, la aborrece...
Sin embargo la CRUZ para nosotros, desde que
CRISTO murió en ella, es el puente directo para acercarnos más al pensamiento
de DIOS.
Aceptarla es la mejor manera de
identificarnos con él. La experiencia de la CRUZ es el hecho que más
conocimiento nos aporta sobre EL y su misericordia.
"Por
Cristo y en Cristo se desvela el enigma del dolor y de la muerte, que, fuera
del Evangelio, nos abruma" (GS, n. 22). Vivido en unión con Cristo el
dolor no es un mal sino un bien, porque tiene un valor medicinal, salvífico:
"El Evangelio del sufrimiento se escribe continuamente, y continuamente
habla con las palabras de esta extraña PARADOJA",
dice el Beato Juan Pablo en su Salvifici doloris. Y continúa diciendo..: "Los manantiales de la fuerza divina brotan precisamente en
medio de la debilidad humana".
Por eso, este JESUS DEL GRAN AMOR, que hoy preside nuestro blog, es hoy un ejemplo para mí, está lleno de
fuerza a pesar de estar crucificado.
Transmite serenidad y humildad, pero en esa
mirada está también TODA la misericordia de un Cristo que te llama
-personalmente- para participar con EL de su pasión y de su posterior triunfo
sobre la muerte.
Esta imagen impactante, esa MIRADA INVITANTE, ME quiere decir que "su cruz es suave y su carga ligera". El
nos conoce, sabe hasta donde podemos llegar. Este JESUS
DEL GRAN AMOR, me dice que nada escapa a su control. Ninguna
penalidad, ninguna enfermedad, nada
que nos pase.
Hoy, ha sido también el día
que nació uno de los más
grandes santos, SAN AGUSTÍN. Con una
frase suya, que corrobora esta idea final, quisiera terminar este post:
"Dios
no manda cosas imposibles, sino que, al mandar lo que manda, te INVITA a hacer
lo que puedas y pedir lo que no puedas y te ayuda para que puedas." PARADÓJICA FRASE Y
PARADÓJICO FINAL, ¡VIVE DIOS!...
* * * * *
8 comentarios:
Ya veo que has vuelto a traer la música a tu blog, me alegro porque ahora puedo escucharla y desde luego contemplar al Jesús del Gran Amor con ella ya no es una paradoja, es...Me callo como Bruce.
Tampoco te voy a decir a lo que este Cristo me invita, tengo el alma revolucionada hace días, a la espera de algo que no sé lo que es.
Su mirada no puede ser más humana y, sabiéndole Dios, se delata, no puede haber AMOR más grande en medio de tanto dolor.
BESIÑOS, ARCENDO
Me encanta la imagen. Una gran ayuda, para contemplar y .... escuchar. Muchas gracias. Un abrazo
Muchísimas gracias.
Un abrazo.
¡Hola Arcen!
¡Que hermoso Cristo!
Gracias por tu gran entrada.
Unidos en oración.
DTB!!
Buenas noches nos dé Dios y este Jesús del Gran Amor toda la fuerza y el impulso para seguir adelante, a tí, a mí y a todos.
Descansa en brazos de María, querido Capitán
BESIÑOS,aRCENDO
"Dios no manda cosas imposibles, sino que, al mandar lo que manda, te INVITA a hacer lo que puedas y pedir lo que no puedas y te ayuda para que puedas."
A mí se me da fatal memorizar esos juegos de palabras.
El párrafo anterior yo lo resumo en: "DIOS DA, LO QUE PIDE".
No creo que hay que buscar las cruces, vienen solas.
Las cruces no se deben buscar,no se deben ni querer ni amar, se deben de aborrecer, porque ahí se ve que somos humanos, luego viene el Espíritu y sí con amor la llevamos, entonces se ve que la lleva ÉL.
Que nosotros no somos cirineos de nadie, que ÉL es nuestro cirineo.
Creo, Bruce, que ahí te equivocas, los amigos de verdad, también pueden ser cirineos unos de otros, por la gracia de Dios.
Un beso, amigo.
Besiños y buenos días nos dé Dios, Arcendo cirineo mío.
Desde el punto de vista de Br. tiene razón. ÉL es todo para nosotros. Pero somos partícipes de ÉL. Así que en Él muchas personas son Cirineos de otros en Él. Somos el cuerpo místico de Él.
A ver Ángel, todo lo que uno tiene que estar pensando por una frase que escribes.
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