LA LUCECITA

En tiempos de la llamada dictadura, corría la leyenda de la famosa lucecita de El Pardo. A grandes rasgos, la intención era magníficar la ingente labor del General Franco en su misión protectora de los intereses españoles; afán que incluso llegaba hasta el desvelo, pues según decían los más adeptos, la famosa lucecita, no se apagaba nunca.

La lucecita de El Pardo así, llegó a ser símbolo para unos, de la constante vigilancia del regimen totalitario y para otros, del paternal cuidado de El Caudillo hacia su pueblo.
De una manera u otra la vieja leyenda urbana de la lamparita, acompañó los últimos años de la dictadura con desigual interpretación.

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Bien, pues desde hace un par de días, habemus nueva "lucecita", pero la ubicación ha cambiado.
Dicen las lenguas viperinas de triple filo, y yo me lo creo, que este fenomeno cuasi paranormal, se ha transladado de palacio; del Palacio de El Pardo, nada menos que al Palacio de la Moncloa, residencia actual, ¡por ahora!, del nuevo caudillo rojo de las huestes del talante.
La luz de su despacho permanece encendida, y el inquilino de esas dependencias, no duerme, no come, no sale, no entra; todo es un hervidero de nervios y preocupación.

¡Alto!, pero que nadie piense que estos desasosiegos, los ataques de vigilia, estos insomnios tan repentinos son fruto del celo del gobernante por su gente, NADA DE ESO, al señor Zeta tal nimiedad, nunca le ha quitado el sueño. Lo que, verdaderamente no puede soportar, es verse privado del poder; necesita imperiosamente cuatro años más para solidificar su proyecto de destrucción estatal.
Lo malo, es que hace dos días, tuvo lugar, como todo el mundo sabe, un debate.... y fué tal el batacazo, que realmente ahora sí, ve peligrar sus aspiraciones al replay.

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El presi anda missing para el gran público, y en aquella lúgubre estancia palaciega todos son idas y venidas, Pepiños consolantes, Sonsoles preparando tilas y diversas tisanas, Jordis Sevillas explicando en dos tardes, lo no aprendido en cuatro años y nervios, muchos nervios.

Claro... así no hay manera de seguir la campaña como Dios (con perdón) manda. Hay que aplazar mítines, hay que posponer reuniones, hay que quedarse en casa estudiando, como cazurro con calabazas. Hay que preparar la segunda vuelta...Porque a pesar de las ayuditas, de las encuestas manipuladas, de los periodistas de chequera, de los titiriteros de la manduca....quedaron muy mal y lo saben. Es hora de estudiar, de preparar, de cazar el conejo (mejor que comerselo), para después en habil maniobra sacarlo de la chistera sorprendiendo al personal.

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Eso es lo malo, eso es lo preocupante, ¿que estarán haciendo?, ¿en que estarán pensando?, ¿que trampa estarán tramando?.... ya se puede andar con ojo, Rajoy. Estos son capaces de cualquier truco.
A mi, esa reclusión cuasi cartuja y esa persistente lucecita, me dan mucho que pensar.

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