Se acaba de celebrar el esperado primer debate entre los dos primeros espadas aspirantes a la cartera de economía.
Este primer enfrentamiento para un lego en estas lides, como el que escribe estas líneas, siempre ha sido un tema difícil y farragoso, pero eso no impide para que reconozca que, probablemente, más que ser un simple asunto, es –el asunto-.
Al margen, de los múltiples desmanes en que nos ha metido este mal gobierno:
Memorias históricas, Epecés, Carmeles, Procesos de paz y concesiones secesionistas, etc., etc., etc., hechos de suma importancia; al fín y a la postre, lo que le interesa sobre todo al ciudadano medio, es poder seguir viviendo. Poder seguir pagando la hipoteca, poder hacer frente la subida de los alimentos básicos, el no quedarte sin trabajo, en definitiva el mantenimiento del poder adquisitivo y de un nivel de vida digno, es la primera aspiración de cualquiera, por eso este debate tiene tanta importancia.
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Pienso que en esta ocasión aún pasando de puntillas, por la “actuación” de Solbes, creo que lo propio, es centrarnos en la novedad, y en este caso son dos, y luego explicaré porque digo esto.
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En cuanto a Solbes, he de decir, que es ya un “perro viejo” en estas lides, y se nota. Aún, sin pisar en sólido, ha sabido argumentar y mantenerse; y aunque no genera confianza (ya no puede), hay que reconocer que sabe dar la vuelta a la tortilla y caminar en un bosque de mentiras y esquemas falseados con soltura y brillantez. Por lo demás, no hay mucho más que comentar, triunfalismo, triunfalismo, triunfalismo…. Pero, ya sólo para los desventurados que le crean.
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La primera novedad, a la que hacía mención, por supuesto, es el candidato popular, Manuel Pizarro. Para comentar su intervención, me gustaría huir de falsos triunfalismos, y desde luego de cualquier infundado derrotismo.
Pizarro, sí, es nuevo en estas plazas… y también se le nota. A mí modo de ver ha estado correcto, metódico, preciso y creíble, pero le “faltan tablas”. Ha hecho gala de una educación impecable, pero con estos magos del embuste, a veces, aún sin dejar de ser correctos, a veces, hay que enseñar los dientes.
Pizarro ha estado bien, pero le ha faltado, la contundencia y la “malicia” de Rodrigo Rato, Pizarro ha sido demasiado “bueno”.
Es verdad, que Pizarro, no ha sido –determinante-, al menos, para los indecisos; pero nadie puede negar la realidad, ni los argumentos que con estricta verdad, ha defendido el candidato popular. También es cierto, que, si Pizarro, no está habituado a la marrullería política, sí es experto, y con éxito innegable en el mundo empresarial; por tanto, nadie puede negar, las inmejorables perspectivas que ofrece Pizarro, y la proyección a mejor, que a medida que transcurra su trayectoria política, mejorará su potencial.
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La otra novedad, a la que me refería, es que, a pesar de la experiencia y la verborrea de Solbes, por primera vez, desde hace mucho tiempo, se ha visto a un miembro del Partido Socialista, a la defensiva, continuamente, tratando de escudarse. Ha dado la sensación de que se apresuraba por justificar ciertas situaciones anteriores, sin aportar NADA para los próximos cuatro años.
Pizarro, a pesar de su bisoñez, le ha puesto contra las cuerdas con el paro, tema fundamental para el mantenimiento de todo el sistema económico y con asuntos (que aunque el ministro los considere poco serios), son de extrema gravedad, como la vergonzosa reforma de su compañero Bermejo, el no menos vergonzante pago a los etarras, o el Canon digital. Temas estos, en los que ha dado la callada por respuesta.
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Así, concluyo, diciendo que aunque algunos puedan pensar que Solbes ha ganado el primer debate; diré que, posiblemente en soltura, sí; pero en credibilidad y argumentos, la victoria se la ha llevado Manuel Pizarro.
Solbes representa un mal futuro, lleno de trampas y mentiras; Pizarro, la confianza y la eficacia.
Por tanto, después del primer asalto, mis creencias se confirman, Solbes es el pretérito imperfectísimo y Pizarro el futuro deseable.
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Este primer enfrentamiento para un lego en estas lides, como el que escribe estas líneas, siempre ha sido un tema difícil y farragoso, pero eso no impide para que reconozca que, probablemente, más que ser un simple asunto, es –el asunto-.
Al margen, de los múltiples desmanes en que nos ha metido este mal gobierno:
Memorias históricas, Epecés, Carmeles, Procesos de paz y concesiones secesionistas, etc., etc., etc., hechos de suma importancia; al fín y a la postre, lo que le interesa sobre todo al ciudadano medio, es poder seguir viviendo. Poder seguir pagando la hipoteca, poder hacer frente la subida de los alimentos básicos, el no quedarte sin trabajo, en definitiva el mantenimiento del poder adquisitivo y de un nivel de vida digno, es la primera aspiración de cualquiera, por eso este debate tiene tanta importancia.
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Pienso que en esta ocasión aún pasando de puntillas, por la “actuación” de Solbes, creo que lo propio, es centrarnos en la novedad, y en este caso son dos, y luego explicaré porque digo esto.
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En cuanto a Solbes, he de decir, que es ya un “perro viejo” en estas lides, y se nota. Aún, sin pisar en sólido, ha sabido argumentar y mantenerse; y aunque no genera confianza (ya no puede), hay que reconocer que sabe dar la vuelta a la tortilla y caminar en un bosque de mentiras y esquemas falseados con soltura y brillantez. Por lo demás, no hay mucho más que comentar, triunfalismo, triunfalismo, triunfalismo…. Pero, ya sólo para los desventurados que le crean.
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La primera novedad, a la que hacía mención, por supuesto, es el candidato popular, Manuel Pizarro. Para comentar su intervención, me gustaría huir de falsos triunfalismos, y desde luego de cualquier infundado derrotismo.
Pizarro, sí, es nuevo en estas plazas… y también se le nota. A mí modo de ver ha estado correcto, metódico, preciso y creíble, pero le “faltan tablas”. Ha hecho gala de una educación impecable, pero con estos magos del embuste, a veces, aún sin dejar de ser correctos, a veces, hay que enseñar los dientes.
Pizarro ha estado bien, pero le ha faltado, la contundencia y la “malicia” de Rodrigo Rato, Pizarro ha sido demasiado “bueno”.
Es verdad, que Pizarro, no ha sido –determinante-, al menos, para los indecisos; pero nadie puede negar la realidad, ni los argumentos que con estricta verdad, ha defendido el candidato popular. También es cierto, que, si Pizarro, no está habituado a la marrullería política, sí es experto, y con éxito innegable en el mundo empresarial; por tanto, nadie puede negar, las inmejorables perspectivas que ofrece Pizarro, y la proyección a mejor, que a medida que transcurra su trayectoria política, mejorará su potencial.
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La otra novedad, a la que me refería, es que, a pesar de la experiencia y la verborrea de Solbes, por primera vez, desde hace mucho tiempo, se ha visto a un miembro del Partido Socialista, a la defensiva, continuamente, tratando de escudarse. Ha dado la sensación de que se apresuraba por justificar ciertas situaciones anteriores, sin aportar NADA para los próximos cuatro años.
Pizarro, a pesar de su bisoñez, le ha puesto contra las cuerdas con el paro, tema fundamental para el mantenimiento de todo el sistema económico y con asuntos (que aunque el ministro los considere poco serios), son de extrema gravedad, como la vergonzosa reforma de su compañero Bermejo, el no menos vergonzante pago a los etarras, o el Canon digital. Temas estos, en los que ha dado la callada por respuesta.
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Así, concluyo, diciendo que aunque algunos puedan pensar que Solbes ha ganado el primer debate; diré que, posiblemente en soltura, sí; pero en credibilidad y argumentos, la victoria se la ha llevado Manuel Pizarro.
Solbes representa un mal futuro, lleno de trampas y mentiras; Pizarro, la confianza y la eficacia.
Por tanto, después del primer asalto, mis creencias se confirman, Solbes es el pretérito imperfectísimo y Pizarro el futuro deseable.
10 comentarios:
A mí el debate me dijo más bien poco. No entendí nada de lo que dijo Solbes -sólo vi la banderita española más grande que la italiana en un gráfico, lo cual me dejó más desconcertado- y comprendí la mitad de lo que dijo Pizarro.
A la economía española la ha mirado un tuerto: el tuerto Solbes.
Llegó al plató con un ojo chungo y, tras el repaso que le dió Pizarro, se volvió a su casa con tres ojos chungos xD
El problema, Arcendo, es que al fin y a la postre, soltura es lo mismo que imagen, y es la imagen lo que cuenta para muchos electores. Los que nos paramos a pensar y estamos interesados en esto del politiqueo, sí percibimos esa victoria argumental de Pizarro, pero el abuelete y el ama de casa no prestan atención al contenido, sino a las formas.
A modo de anécdota. Sabes que vivo en Alemania, y trato a diario con gente de otros países, religiones, culturas, etc. Pues hoy va y me dice un chico palestino de unos 35 años. "¿Zapatero es vuestro presidente, verdad?" Yo le dije que sí, a lo que él me preguntó, a propósito de la proximidad de las elecciones, que si se iba a presentar de nuevo. Le dije que sí, y él me contestó: "pues yo quiero que gane. Tiene muy buena presencia".
¿Lo ves? Este tío, el palestino, no tiene ni idea de política europea (apenas lleva 2 años en Europa), jamás en su vida ha estado en España y ni siquiera sabe quién es Rajoy. Pero me dijo que quiere que gane Zapatero porque tiene presencia y buen plante.
Y como el palestino este, mucha gente en España. La política les importa un bledo. Lo que les importa son los políticos y sus apariencias.
Creo que Pizarro hizo un debate más claro para el electorado desde un principio, explicando conceptos y datos de economía que a más de uno le puede costar entender.
Y Solbes atacó, como es normal en su partido, la política económica de los gobiernos del PP, sin dar soluciones de futuro.
Contradiciendo las encuestas, para mi el ganador es Pizarro.
Un saludo español
Muy bueno, cerrajero... es una buena explicacion para el declive de Pizarro, que le da veinte vueltas a Solbes en condiciones "normales", no se aburran mucho.
A pesar de ser economista, tampoco es que entendiera demasiado.Sí que todo va bien segun Solbes, que el PP tuvo mucha suerte porque las circunstancias del petroleo y los tipos de interés era muy buenos internacionalmente. Lo que se traslucía es que Solbes miente con mucha soltura y a Pizarro le faltan tablas logicamente, pero desprendía sinceridad y educación.
Pizarro empezaba su turno: Gracias, señor Solbes.
Y el señor Solbes lo hacía dirigiéndose al moderador con un gracias anónimo.
Arcendo. me acaba de llegar un mensaje que he publicado en De Dentro. A lo mejor te gusta.
Por lo que voy viendo en diferentes blogs, todos hacemos valoraciones similares pero vemos matices ligeramente diferentes. A mí me ha parecido que el error de Pizarro ha sido la estrategia y tengo la casi seguridad que esa estrategia le ha sido impuesta por el partido. Ha adoptado un perfil bajo, ha estado blandito y eso lo ha aprovechado muy bien un Solbes que tiene muchos años de brega política a sus espaldas. Y aunque Pizarro mantuvo una línea ascendente, llegó demasiado tarde a superar a su rival. Solbes estuvo muy hábil a la hora de desactivar los ataques antes de que se produjesen admitiendo la existencia de problemas (cosa que un socialista hace por primera vez). Por otra parte, cuando se sintió acorralado recurrió a los términos técnicos y a expresiones que no estaban al alcance de muchos espectadores dando así una falsa sensación de conocimiento y control de la economía.
La batalla de la imagen la ganó Solbes y la de los datos la empataron. Pero se puede sacar una conclusión muy clarificadora de lo que es el futuro que nos espera: Solbes ofreció continuismo, lo que no resulta tranquilizador viendo la trayectoria alarmantemente descendente de nuestra economía, y Pizarro ofreció iniciativas con visos de eficacia (probada ya en algunos casos, como en las reducciones de la presión fiscal).
Un debate soso, la verdad es que de debate tenia mas bien poco, pero la superioridad de Pizarro en argumentos dejo en mal lugar a un Solbes cansado y sin mas argumento que gráficos.
Pizarro supo trasmitir a la gente que sabe cuales son los principales problemas que tenemos la mayoría de los españolitos
Yo es que parto de la base, como ya sabe Arcendo, de que no hubo debate. Fue más bien una sucesión de monólogos. No me gustó nada el formato, que desde luego, benefició a Solbes.
Por más que yo considere que Pizarro tenía mas propuestas y más consistencia de cara al futuro.
Espero que en el PP hayan tomado nota.
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