DOS FECHAS PARA EL RECUERDO.

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“Están clavadas dos cruces en el monte del olvido”, así dice la celebre canción, y como dos cruces ardientes están señaladas en el calendario las dos efemérides a las que nos queremos referir oír, precisamente para no resignarnos a perderlas en el desván de los recuerdos. Las dos, son igualmente tristes y por eso son dignas de recuerdo.

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La primera de ellas, ocurrió, aquí en España, enllotro 14 de abril, como hoy, hace exactamente 77 años (1931); estamos hablando como a pocos se les escapará, del advenimiento de la Segunda República Española, para muchos, de amarga memoria.
La II República comenzó con un gobierno provisional presidido por el antes monárquico Niceto Alcalá Zamora. Diversos testimonios señalan el advenimiento de la República como un soplo de aire nuevo y se recuerdan las manifestaciones en Madrid, en la Puerta del Sol, saludando al nuevo régimen. Desde todos los sectores de la sociedad se lanzan parabienes en esta nueva singladura.

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En una "Declaración colectiva" de 3 de junio de 1931, elevada al Gobierno provisional y suscrita en Roma por los obispos españoles, declaraban éstos que habían pedido a los fieles respeto, obediencia y colaboración con las autoridades en todo lo concerniente al bien común y esperaban que las autoridades respetaran también a la Iglesia y a los católicos. El mismo cardenal Gomá manifiesta en el verano de aquel año la «actitud noble y franca de adhesión (por parte de la Iglesia) al régimen actual» "Exhortación pastoral ante el proyecto de Constitución".
“Delenda est monarchia”- Algunos intelectuales, con Ortega y Gasset al frente, también pusieron su granito de arena para el advenimiento de la republica. Nadie era ajeno a aquella alegría, la esperanza de estabilidad era mucha y parecía que los nuevos prohombres de la Republica la traían bajo el brazo.

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Sin embargo, el atractivo de una República democrática que aspiraba a transformar el país se abortó por sus propios excesos. Miguel Maura, marcó la pauta de lo que ocurriría más tarde 'fue la calle la que se encargó, por si sola, de aclarar las cosas, marcando el rumbo a los acontecimientos'. Pero más que aclarar las cosas se enturbiaron; las nuevas leyes y su libre y descontrolada interpretación por parte del pueblo animado por las acciones y declaraciones de sus políticos desencadenaron una serie de acontecimientos en los que la revancha iba a ser la piedra de toque.
Al nacer el nuevo sistema había que destruir todo aquello que recordase al anterior. Se cambiaron los nombres de calles Alfonso XIII o Reina Victoria siendo sustituidas por nombres como Pablo Iglesias, República, 14 de abril... etc., y en el colmo del disparate hasta se derribaron estatuas históricas como la de Felipe III o Isabel II. La bandera también fue objeto de cambio, se modificó la bandera roja, amarilla, roja por la roja, amarilla y morada (por la incorporación de un pretendido pendón castellano), y se declaró el 14 de abril fiesta nacional, y el himno fue cambiado por el de Riego.
Aunque, todos estos desmanes, fueron inicialmente aceptados, el aplastamiento sistemático de todo lo anterior, fue en aumento, y todo se impregnó de una política clara de despropósitos de clara influencia marxista, las huelgas en infinidad de sectores, la quema de conventos, el odio a la religión y la agresividad incontenible con los no afectos al nuevo régimen, eran el bagaje que los distintos gobiernos de la República, iban dejando, en sucesivas ediciones, cada vez más in crescendo. Todo ello, desembocó en el conocido enfrentamiento civil entre hermanos, con el consiguiente baño de sangre, que hoy todos lloramos, y que no estamos dispuestos a olvidar, para no repetir aquello que pasó, otro 14 de abril, como hoy, hace 77 años.

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La otra fecha es mucho más reciente, ocurrió también en Abril, será que la primavera la sangre altera, y tuvo lugar en el país hermano de Venezuela. Y también, hoy nos es necesario su recuerdo para desmontar toda la sarta de mentiras grandilocuentes de un gobierno tiránico que sigue empeñado en aplastar la libertad y la voluntad popular.
La fecha del 11 de abril de 2002, queda marcada con letras de sangre y fuego, no sólo en la Historia de Venezuela, sino en el alma de todos los que aman la libertad, por encima de todo.

Supuestamente en esa fecha, tuvo lugar en Venezuela un ficticio golpe de Estado, pero la verdad de la Historia fue otra. En febrero de 2002 Hugo Chávez cambió la plana mayor de la empresa petrolera del Estado, por dirigentes leales al Gobierno. Este acto, provocó el rechazo mayoritario, tanto de los dirigentes como de los sindicatos, y fue tomada como una agresión frontal contra los intereses de la empresa más importante del país, esto inmediatamente indujo a las organizaciones sindicales, empresarios, y otras instituciones a la convocatoria de una huelga general indefinida que forzara la renuncia de Chávez. Las protestas contra esta solución despótica del presidente, fueron en aumento los días siguientes, y también la contundencia para contenerlas, pues el pueblo en masa se volcó.
Esto dio lugar a que posteriormente, el día 12 de abril, un grupo de militares, reaccionara, pidiendo la renuncia del presidente, y la entrega del poder. Así se hizo y así pasó, el general Lucas Rincón Romero aceptó la renuncia y Chávez fue detenido.
Acto seguido Pedro Carmona, juró el cargo como presidente interino. El nuevo Gobierno tuvo que enfrentarse inmediatamente con distintas protestas de los seguidores de Chávez, en todo el país.
En la madrugada del 13 de abril, Chávez escribió una nota que indicaba que no había renunciado al "al poder legítimo que el pueblo me dio". Por entonces, los manifestantes chavistas presionaron con distintas protestas yyvarios cargos militares, se empezaron a cuestionar la legitimidad de Carmona. Así, un día como hoy, también otro triste 14 de abril, esta vez del 2002, Chávez fue liberado y fue restaurado de nuevo en la presidencia del gobierno venezolano.

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Esta aventura hacía la libertad, que duró poco, se saldó con 19 muertos y cientos de heridos graves, por la contundencia de la represión contra el oficialismo chavista. Además, este hecho presenta muchas dudas sobre la sinceridad del presidente y desmiente, a todas luces, la fábula sobre el golpe de estado. Como cuenta la brillante periodista Martha Colmenares, en su blog,

“Como puede apreciarse, Hugo Chávez no fue asesinado en custodia de los militares que desobedecieron su orden de masacrar la manifestación. No fue torturado, no fue golpeado, ¡nada! Sólo estuvo bajo custodia, y fue devuelto a la presidencia habiéndosele respetado la integridad física en todo momento.
Bastante atípico para un supuesto golpe de estado… ¡Como quisiera yo que Chávez respetara la integridad física de sus presos políticos como los supuestos golpistas respetaron la suya!”.

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En definitiva, estas dos fechas, 11 y 14 de abril, han de quedar en la memoria de todos, como ejemplo de lo que no es justo, decente, ni humano. Algunos, los hermanos venezolanos, todavía ansían y nosotros con ellos, mejores horizontes; y, desde aquí, desde España, también deberíamos tomar buena nota de estos calamitosos aniversarios, si no queremos repetir todos aquellos fatales errores, que convergieron en la pérdida y la destrucción de no pocas vidas humanas. Aún así, con esta corriente zapaterista, tan proclive a despertar viejos y odiosos fantasmas, el panorama de negros nubarrones que se cierne sobre nuestra patria, no augura que, en 77 años, hayamos aprendido mucho de las lecciones de nuestra historia más reciente. Y la verdad, es triste comprobar, lo Zoquetes que podemos llegar a ser.

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A continuación mostramos dos vídeos referentes, el primero, sobre la causa venezolana, está tomado del blog de Martha Colmenares. El siguiente es representativo de los primeros momentos de la República española. ¡Ojalá, ninguno de estos, vuelvan a repetirse!.

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