En esa misma línea de elevación y excelencia del film “Ordet” de Dreyer, ya comentado en este blog, está casi toda la obra de Ingmar Bergman. Brillante director sueco, de técnica extremadamente depurada, temática profunda y envidiable narrativa visual.
A pesar de la dificultad comprensiva de muchas de sus obras, Bergman fue uno de esos pocos directores del llamado cine culto o de arte y ensayo, que en su tiempo, tuvo de acuerdo a crítica y público. Muchas de sus películas fueron galardonadas repetidamente, con los premios más punteros de la elite cinematográfica, incluso fue tres veces ganador al oscar a la mejor película extranjera, y gran parte de su filmografía, como “El Séptimo sello”, “El manantial de la doncella” o “Fresas salvajes” (la que vamos a comentar hoy), son consideradas unánimemente, auténticos hitos en la historia del cine y del arte universal.
Como ya he adelantado, hoy quisiera centrarme de modo especial en una de mis preferidas, “Fresas Salvajes”, pero lo primero que hay que dejar claro es que, como todo cineasta de su complejidad, la cantidad de ángulos desde los que puede contemplarse la obra de Bergman, es muy vasta, y por lo tanto, mis reflexiones ante esta película y su obra en general, serán solo parciales alcanzando únicamente una pequeña parte de las posibles consideraciones que se pueden hacer.
A pesar de la dificultad comprensiva de muchas de sus obras, Bergman fue uno de esos pocos directores del llamado cine culto o de arte y ensayo, que en su tiempo, tuvo de acuerdo a crítica y público. Muchas de sus películas fueron galardonadas repetidamente, con los premios más punteros de la elite cinematográfica, incluso fue tres veces ganador al oscar a la mejor película extranjera, y gran parte de su filmografía, como “El Séptimo sello”, “El manantial de la doncella” o “Fresas salvajes” (la que vamos a comentar hoy), son consideradas unánimemente, auténticos hitos en la historia del cine y del arte universal.
Como ya he adelantado, hoy quisiera centrarme de modo especial en una de mis preferidas, “Fresas Salvajes”, pero lo primero que hay que dejar claro es que, como todo cineasta de su complejidad, la cantidad de ángulos desde los que puede contemplarse la obra de Bergman, es muy vasta, y por lo tanto, mis reflexiones ante esta película y su obra en general, serán solo parciales alcanzando únicamente una pequeña parte de las posibles consideraciones que se pueden hacer.
.
Antes de nada, he de decir que si he escogido “Fresas salvajes”, para hacer esta reseña, no es simplemente, porque es la que más me gusta, sino porque a mi parecer, esta, está situada por encima de casi todo su cine; y esto es así, porque a pesar de lo dicho, y de la fama hermética que acompaña el nombre de Bergman, este es uno de sus trabajos más accesibles y además porque tiene uno de los finales más esperanzadores y transcendentes, no sólo de su cine, sino de todo el cine.
.
La película nos cuenta, un día en la vida de un hombre, el viejo profesor Isak Borg (un excelente Victor Sjöström).
El profesor Borg es un médico de prestigio, en las puertas de su jubilación y con ese motivo, y para honrar su carrera, es invitado a la Universidad donde será investido doctor honoris causa, con todos los honores. Las horas que preceden a la entrega del galardón, Borg las va a pasar en coche, de camino a ese aparente destino.
Se inicia entonces una excepcional fábula, porque esta es la historia de dos viajes paralelos: uno físico, el que realiza en coche el profesor, desde Estocolmo hacia Lund para recoger su premio; y otro viaje interior, el que realiza Borg durante el trayecto; un viaje que le llevará a explorar toda su vida, a analizar el camino recorrido y las relaciones frustradas con sus seres queridos.
En este último periplo, Borg tratará de encontrar un sentido racional a su existencia, inicialmente rechazando cualquier tipo de sentimentalismo y centrándose en el pensamiento filosófico para dar respuesta a sus miedos, principalmente a la muerte, que está latente en toda la cinta, y es la auténtica protagonista. Borg, al principio, no es un personaje atractivo, es más bien un viejo antipático, probablemente por ese pánico que tiene ante un final oscuro y vacío de sentido. La nostalgia por una vida malgastada, por el tiempo pasado y la juventud perdida, se convertirá en el centro de las reflexiones de Borg. Sin embargo, a medida que va transcurriendo ese viaje físico, el profesor va sufriendo una hermosa metamorfosis que va a cambiar todo.Antes de nada, he de decir que si he escogido “Fresas salvajes”, para hacer esta reseña, no es simplemente, porque es la que más me gusta, sino porque a mi parecer, esta, está situada por encima de casi todo su cine; y esto es así, porque a pesar de lo dicho, y de la fama hermética que acompaña el nombre de Bergman, este es uno de sus trabajos más accesibles y además porque tiene uno de los finales más esperanzadores y transcendentes, no sólo de su cine, sino de todo el cine.
.
La película nos cuenta, un día en la vida de un hombre, el viejo profesor Isak Borg (un excelente Victor Sjöström).
El profesor Borg es un médico de prestigio, en las puertas de su jubilación y con ese motivo, y para honrar su carrera, es invitado a la Universidad donde será investido doctor honoris causa, con todos los honores. Las horas que preceden a la entrega del galardón, Borg las va a pasar en coche, de camino a ese aparente destino.
Se inicia entonces una excepcional fábula, porque esta es la historia de dos viajes paralelos: uno físico, el que realiza en coche el profesor, desde Estocolmo hacia Lund para recoger su premio; y otro viaje interior, el que realiza Borg durante el trayecto; un viaje que le llevará a explorar toda su vida, a analizar el camino recorrido y las relaciones frustradas con sus seres queridos.
A pesar de que, Fresas Salvajes pueda parecer un film pesimista e incluso tenebrista, la síntesis final, el mensaje de la visión de Bergman ante la vida y la existencia humanas. es esperanzador, el final es feliz y positivo, concluyendo que la vida sólo tiene sentido si se basa en el amor hacia los seres queridos. Es memorable, la preciosa escena final, en la que el profesor se despide de sus padres, quienes se encuentran a la otra orilla de un lago, separados de él por una distancia que ya nunca se podrá acortar. El profesor se despide aquí definitivamente de su pasado, preparado ya para mirar hacia delante sin miedo. Borg finalmente, hace las paces con su propio ser y con los fantasmas de su pasado.
Para acabar de analizar, si quiera medianamente, esta maravillosa fábula moral, deberíamos de hacer referencia a la maestría de sus aspectos técnicos, y aunque mi intención es presentar el fondo para animar a su visualización, no puedo obviar ni su ritmo constante, ni las soberbias interpretaciones, resaltando no solo el gran trabajo de Sjöström, sino a la siempre correcta Bibi Andersson, y al mejor hacer de Ingrid Thulin. Probablemente, Thulin es la que une todo la historia hacia la realidad. Su interpretación es realmente inmejorable y le da a su personaje una profundidad tremenda, además de tener ese encanto personal que la hace tan especial.
Tampoco puedo olvidar el sobresaliente y elegante uso de la música, ni el inteligente uso de los flashbacks y la tremenda sobriedad a la hora de colocar la cámara que contribuyen a hacerla extraordinaria.
.
En resumen, una road-movie con unos personajes deliciosos, una mezcla de tiempos narrativos muy bien pensada, unas enigmáticas escenas surrealistas y una actuaciones estupendas. Una preciosa obra de arte.
Bergman consiguió con éste film una obra perfecta, sencilla y directa, que atrapa al espectador y le hace revisar sus ideas sobre los temas que le preocupan. Realmente esta es otra de estas obras que nadie, debería perderse.
Bergman consiguió con éste film una obra perfecta, sencilla y directa, que atrapa al espectador y le hace revisar sus ideas sobre los temas que le preocupan. Realmente esta es otra de estas obras que nadie, debería perderse.
* * * * *.
4 comentarios:
Tu manera de contar hace casi innesario ver la pel�cula. Claro que a Bergman hay que contemplarlo y cuantas m�s veces mejor.
Fresas Salvajes tambi�n es mi preferida porque esa evocaci�n del pasado para la reconciliaci�n con uno mismo es fant�stica.
��Aplausos!!, para este fallecido retratista de la mente humana y para t�.
Aunque "Fresas salvajes" me gusta mucho, mi favorita es "El séptimo sello". Y, por supuesto, no olvidar "El manantial de la doncella".
Creo que pasé uno de los mejores veranos de mi vida viendo un ciclo de Bermang en horario nocturno y en v.o.s. Ya no hacen cosas de éstas en televisión...
Amigo,
¡Vaya ritmo de trabajo que llevas con tu blog! Enhorabuena.
Bueno ya tengo material que ver con estas dos películas que si que habia oido mencionar pero no había visto.
Un abrazo.
Bien, ya he conseguido "Fresas salvajes" para verla este fin de semana.
Publicar un comentario