Ayer, después del vibrante partidazo que nos ofreció nuestro gran “Geta” (que pena), aunque no soy muy dado la tele y más a esas horas nocturnas, casi por inercia, seguí enganchado a los eslabones de la misma cadena, Antena 3. De tal modo, tuve la oportunidad de ver, por primera vez, el debate “360º”, moderado, muy acertadamente, por mi ¡“tocayo”!, Roberto Arce.
He de decir que la temática del programa, fué la que realmente me cautivó, allí se habló, nada menos que la crisis económica, esa que el desgobierno negaba, y ahora llama recesión. Como el tema es amplio y la crisis abarca muchos sectores, el programa se centró en, la que por ahora, más se más se nota y más se resiente, el ladrillo y el pinchazo de la llamada burbuja inmobiliaria.
Como todo buen debate, había dos bandos, claramente representados. Por un lado, en la que yo califico como mesa de la moderación y la cordura, estaban el prestigioso economista Carlos Rodríguez Braun, un representante del empresariado de
El programa estuvo, como ya hemos dicho, impecablemente moderado; y además muy bien documentado. Intercalando excelentes reportajes, para enriquecer el conocimiento real de lo que se hablaba, también, en el plató se dieron cita más de cien afectados del sector: hipotecados, parados de la construcción, jóvenes sin vivienda, constructores, ciudadanos estafados, agentes inmobiliarios y distintas asociaciones.
Había tema para debatir y motivo para el miedo ante lo que se nos viene encima. Pero, lo que más pánico dio, al menos a mí, fueron todas y cada una de las intervenciones del excéntrico alcalde de Marinaleda.
Este hombre que acudió al debate, por el hecho, así lo presentó el moderador, de la curiosa iniciativa de proporcionar viviendas al increíble precio de 30 euros, fue el que acaparó toda mi atención, por sus sorprendentes y descabellados planteamientos.
De momento, hay que decir, que el simple aspecto de tal personaje, a mi, no me presagiaba nada bueno. Físicamente me recordó mucho al genial y también pasado de vueltas, Fernando Arrabal; pero lo que ya me tumbó, al menos inicialmente, fue el “trapo” palestino rosáceo, que lució durante toda su intervención. Pero el fondo, es lo que tenía importancia y a ello voy.
Su insólita propuesta, tan sólo se basaba en una simpleza, de difícil sostenimiento. Para él, la propiedad privada no existe, “el suelo no es de nadie” y sólo el Ayuntamiento (el suyo), tiene la facultad de recalificarlo a su antojo y dárselo a quien quiera y como quiera, sin el más mínimo respeto por sus legítimos propietarios, porque, si para eso, es necesaria la expropiación forzosa de propiedades, se hace; si la ley del suelo dice lo contrario, según él, hay que derogarla y cambiarla por otra más “justa”....¡No veáis con que cara de asombro y extrañeza le miraban todos!, especialmente el profesor Rodríguez Braun.
Estas tesis más próximas al comunismo puro y duro, que al modelo de sociedad democrática preconizado por nuestra Constitución, además de ser obsoletas, son injustas y poco prácticas. La historia del mundo y más concretamente la de los llamados estados socialistas, me dan la razón. En la comunidad socialista, donde el Estado es el dueño de toda la riqueza y la reparte a cada quien "según su necesidad", la persona que se esfuerza y produce riqueza no recibe el producto entero de su trabajo (ya que este debe ser redistribuido entre sus camaradas que han producido menos que él). Además hay un hecho fácilmente constatable, las sociedades que más respetan la propiedad privada son las que han logrado un mayor grado progreso material a lo largo de la historia. Sólo basta darle un vistazo a las ruinas que dejaron los experimentos socialistas del siglo XX.
Así pues, como se ve, las teorías del alcalde Friqui de Marinaleda son inviables en una sociedad que lucha por la libertad, la justicia, la igualdad y el bienestar de todos sus ciudadanos.
Aún así, lo más preocupante de todo, es que las soflamas populistas y utópicas de este buen señor, que no paraba de hablar y no dejaba hablar, lograron en algún momento, arrancar el aplauso del público asistente. ¡Que barbaridad!, que fácil es manipular a la opinión pública con la demagogia. Así, a nadie le puede extrañar que políticas dementes como las de Hugo Chávez o Evo Morales, tengan tanto respaldo popular. Este alcalde que es un digno clon de los antedichos, con su hábil verborrea ilusionista y falsaria llego a manejar al auditorio a su capricho, en más de una ocasión. ¿Se imaginan ustedes a este curioso ser, con los medios y apoyos adecuados, encumbrándose como candidato a la presidencia del gobierno de España?, visto lo visto, a lo peor, hasta ganaba las elecciones. ¡Dá miedo pensarlo!.
2 comentarios:
No dudo que el programa fuera interesantísimo.
Sólo dos acotaciones; por un lado lo que dice el desgobierno es desaceleración. Y por otro lado creo que a gente tarada como Chiquilicuatre y el comunista que te "tragaste" ayer no hay que hacerles mucho caso. De otro modo los tendremos siempre en los medios ...
saludos,
¿Como se te ocurre calmar los nervios del partido con un programa de economía?
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