Acabo de ver una entrevista a Esperanza Aguirre en el programa “El gato al agua” de Intereconomía Tv.
Desde que Rajoy, después de su dulce derrota electoral, decidió dar un volantazo al Partido, desdiciéndose con hechos y palabras de lo que hasta entonces había venido siendo una trayectoria ideológica limpia y clara; todo lo referente a las noticias de la calle Génova me las tomo con mucho escepticismo.
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Pero hay algo que no deja de asombrarme, y es que a pesar de que la Presidenta de la Comunidad lo niegue, posiblemente por guardar las formas, da la sensación que en el Partido Popular, hay dos maneras muy distintas de actuación y de pensamiento.
Para demostrar esta hipótesis, basta con remitirnos a la intervención de hoy de D. Mariano Rajoy, contestando a las absurdas declaraciones prepotentes de Zapatero en tierras americanas; en su alocución Rajoy ha estado prudente en exceso, muy comedido, como queriendo evitar la confrontación., casi defendiendo el ficticio optimismo de Zp y tan sólo haciendo alusión a la inconveniencia de Zapatero por haber nombrado, sin necesidad, a Sarkozy y a Berlusconi.
Mientras que si nos ceñimos a la entrevista citada con Doña Esperanza, es de justicia reconocer que la Presidenta de Madrid, ha estado excepcionalmente contundente en lo tocante a las mamarrachadas del jefe del desgobierno; y lo ha sido porque en una situación económica tan grave como esta, las circunstancias requieren de respuestas categóricas, claras y sin paños calientes.
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Así pues, de cara a la opinión pública, las posiciones distan mucho, entre sí. Me temo que después del batacazo electoral a Don Mariano, le entró el miedo, ha perdido el norte y se está dejando llevar de los cantos de sirena gallardonitas; y se está equivocando.
Está errando porque lo que, D. Mariano, no debe olvidar es, que los que tanto le alaban ahora, tanto a él, como a D. Alberto, hablan en beneficio propio y nunca van a mover, antes al contrario, a todo el potencial electoral del Partido Popular.
Hoy mismo, tenemos el ejemplo, Cebrián desde su imperio Prisa, muy ladinamente, ha “alabado el talante democrático y abierto de Gallardón, frente a la derecha fascistoide” (Ld). Ante tal ponderación, me confirmo en mi pensamiento, estos nuevos amigos del Sr. Rajoy, son poco de fiar; o como dice el refranero, “amigos, oros y vinos, cuanto mas viejos, mas finos.”
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Desde luego yo lo tengo claro, si el partido, en el que siempre he confiado sigue por estos derroteros, mi voto, lo tiene perdido.
Ahora bien, si esto diera un giro de 180º grados, y por arte de congresos posteriores, alguna vez, llegara a presentarse Doña Esperanza y salir como candidata electa a la Presidencia del Gobierno, contaría con todos mis apoyos, incondicionalmente.
Mi postura no viene desde el capricho, sino de la convicción profunda, de que esta mujer, es la única profesional de la política, eficaz y fiable. La he oído muchas veces, y casi nunca defrauda. Hoy ha estado soberbia, justa y necesaria. Sin pelos en la lengua, no ha eludido ningún tema, por espinoso que fuera, ha hablado de la situación política y económica nacional y autonómica, de la sanidad, de Telemadrid, del Canal de Isabel II, de las elecciones americanas; de todos los temas que, inteligentemente Antonio Jiménez, le ha ido presentando. Esta “mihura” de la política no ha rehusado, ha entrado al trapo con bravura, con tronío. Ha estado firme, lista, sincera y sobre todo clara, en un lenguaje entendible y sin los complejos, que ahora tanto, exhiben sus compañeros.
Esta mujer los tiene bien puestos, y hoy en España hace falta alguien así, alguien honrado y valiente, para desterrar de la arena política, al clown de los clownes.
Ella es la única persona, capaz de eso y de devolvernos la ilusión y el prestigio internacional.
Yo, la votaría, y como yo, estoy convencido que muchos buenos españoles, también. Me gusta lo que dice y como lo dice, me gusta su canción:
..Desde que Rajoy, después de su dulce derrota electoral, decidió dar un volantazo al Partido, desdiciéndose con hechos y palabras de lo que hasta entonces había venido siendo una trayectoria ideológica limpia y clara; todo lo referente a las noticias de la calle Génova me las tomo con mucho escepticismo.
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Pero hay algo que no deja de asombrarme, y es que a pesar de que la Presidenta de la Comunidad lo niegue, posiblemente por guardar las formas, da la sensación que en el Partido Popular, hay dos maneras muy distintas de actuación y de pensamiento.
Para demostrar esta hipótesis, basta con remitirnos a la intervención de hoy de D. Mariano Rajoy, contestando a las absurdas declaraciones prepotentes de Zapatero en tierras americanas; en su alocución Rajoy ha estado prudente en exceso, muy comedido, como queriendo evitar la confrontación., casi defendiendo el ficticio optimismo de Zp y tan sólo haciendo alusión a la inconveniencia de Zapatero por haber nombrado, sin necesidad, a Sarkozy y a Berlusconi.
Mientras que si nos ceñimos a la entrevista citada con Doña Esperanza, es de justicia reconocer que la Presidenta de Madrid, ha estado excepcionalmente contundente en lo tocante a las mamarrachadas del jefe del desgobierno; y lo ha sido porque en una situación económica tan grave como esta, las circunstancias requieren de respuestas categóricas, claras y sin paños calientes.
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Así pues, de cara a la opinión pública, las posiciones distan mucho, entre sí. Me temo que después del batacazo electoral a Don Mariano, le entró el miedo, ha perdido el norte y se está dejando llevar de los cantos de sirena gallardonitas; y se está equivocando.
Está errando porque lo que, D. Mariano, no debe olvidar es, que los que tanto le alaban ahora, tanto a él, como a D. Alberto, hablan en beneficio propio y nunca van a mover, antes al contrario, a todo el potencial electoral del Partido Popular.
Hoy mismo, tenemos el ejemplo, Cebrián desde su imperio Prisa, muy ladinamente, ha “alabado el talante democrático y abierto de Gallardón, frente a la derecha fascistoide” (Ld). Ante tal ponderación, me confirmo en mi pensamiento, estos nuevos amigos del Sr. Rajoy, son poco de fiar; o como dice el refranero, “amigos, oros y vinos, cuanto mas viejos, mas finos.”
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Desde luego yo lo tengo claro, si el partido, en el que siempre he confiado sigue por estos derroteros, mi voto, lo tiene perdido.
Ahora bien, si esto diera un giro de 180º grados, y por arte de congresos posteriores, alguna vez, llegara a presentarse Doña Esperanza y salir como candidata electa a la Presidencia del Gobierno, contaría con todos mis apoyos, incondicionalmente.
Mi postura no viene desde el capricho, sino de la convicción profunda, de que esta mujer, es la única profesional de la política, eficaz y fiable. La he oído muchas veces, y casi nunca defrauda. Hoy ha estado soberbia, justa y necesaria. Sin pelos en la lengua, no ha eludido ningún tema, por espinoso que fuera, ha hablado de la situación política y económica nacional y autonómica, de la sanidad, de Telemadrid, del Canal de Isabel II, de las elecciones americanas; de todos los temas que, inteligentemente Antonio Jiménez, le ha ido presentando. Esta “mihura” de la política no ha rehusado, ha entrado al trapo con bravura, con tronío. Ha estado firme, lista, sincera y sobre todo clara, en un lenguaje entendible y sin los complejos, que ahora tanto, exhiben sus compañeros.
Esta mujer los tiene bien puestos, y hoy en España hace falta alguien así, alguien honrado y valiente, para desterrar de la arena política, al clown de los clownes.
Ella es la única persona, capaz de eso y de devolvernos la ilusión y el prestigio internacional.
Yo, la votaría, y como yo, estoy convencido que muchos buenos españoles, también. Me gusta lo que dice y como lo dice, me gusta su canción:
“Tocala otra vez, ESPE, me gusta como suena”
..ÑÑ
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1 comentario:
Yo también la votaría.
gracias por tus visitas.
Un beso
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