ARMONIA NECESARIA

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¿No os habéis encontrado alguna vez con alguien que os ha dicho que esto de internet, es un arma del diablo?..., seguro que sí, porque todavía hay quien no conoce este tema y va de oídas; y, lamentablemente lo que se ve y se oye, a veces no es nada bueno. Que si pornografía a cascoporro, que si aquella la secuestraron porque había quedado en un chat de esos, que si allí enseñan hasta como poner bombas…etc., etc., etc.,
Efectivamente, todo, hasta un simple cuchillo de cocina tiene dos usos, el bien y el mal.

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Sin embargo mi experiencia personal al respecto, es claramente positiva, para mi, esto además de ser una herramienta extraordinaria de información, ha sido un regalo de Dios.
Muchas veces me pongo a pensar en la cantidad de gente buena, que he tenido la oportunidad de conocer a través de estas redes maravillosas, la cantidad de cosas positivas y edificantes que he podido aprender de cada uno de ellos.
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Lo más sorprendente para mí, probablemente sea la diversidad de criterios y de respeto que se respira entre nosotros.
Ninguno intenta pretender ser igual, ni hacerse idéntico al otro, pero a todos nos une, un afán por aportarnos bondad y buenos sentimientos.

Permitidme un pequeño simil, el ser humano es como un instrumento musical. Seguramente habéis escuchado todos alguna sonata para violín y piano, y habéis observado que las notas del instrumento de cuerda no son las mismas que las que emite el de percusión. El violín sabe que su sonido, su melodía, no son los mismos que los del otro. Cada uno de los instrumentos va a su aire, pero aún así se oye un sonido esplendido, bello, armónico, no hay desconcierto, porque los dos músicos son fieles a la partitura y al espíritu del compositor.
Es un poco el caso nuestro. Siendo fieles a una misma partitura y al propósito que el gran compositor quiso imprimir a su obra, es cuando surge una concordancia mágica que impregna todo de belleza y de sentido.
Después, es verdad que existen los detalles interpretativos de cada uno, pero eso también es riqueza para la consecución final del todo; descubriendo en la conciencia de su relación cómo tiene que ser esa unión para que sea un triunfo personal, pero también una satisfacción para todos.

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Porque el hombre, además de ser como un instrumento musical, es un ser social, de lo que se trata pues, es de comunicar sin estridencias y sin que marche uno por derroteros que no sean comunes también para el otro.
Eso para algunos se llama convivencia y además para nosotros, los creyentes, tiene un sentido más elevado y le llamamos “la comunión de los santos”.
Una comunión en la que, como dice Marisela en su blog (Ver enlace), además de creyentes, hemos de ser pescadores, alegres pescadores musicales, me atrevería yo a añadir….;-)
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Gracias a todos, por estar ahí.

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Joshua Bell -Nocturno-F. CHOPIN

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