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El pasado, pasado es; pero esos recuerdos, algunos ya en forma difusa, que alguna vez nos dieron momentos únicos, no se pueden marchitar, así como así.
Alguna vez…, puede pasar, que incluso el pensamiento trastoque, magnifique, varíe esas evocaciones, pero ¿Quién nos puede negar su valor, o incluso su influencia en lo que somos hoy?
También a veces, cuanto más pasa el tiempo, mayor es el eco sentimental que despiertan aquellos restos de nuestra vida, pero si se tratan correctamente esas nostalgias, no tienen por qué ser malas, no han de ser nunca una ilusión peligrosa que tape el momento presente, sino una boya que ha marcado por donde hemos venido, lo que nos ha costado llegar y nos advierte de lo que debemos evitar o reforzar.
Más triste es no tener nada que recordar, porque si tu pasado ha sido amar o buscar el amor, ese pasado, aún con sus tropiezos, tiene un valor incalculable; el presente se forma de pasados, y solo con el pasado se forma el porvenir.
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Animado hoy, bajo ese halo de nostalgia que me acompaña este fin de semana, rescato de los cajones de mi cabeza, unas cuantas piezas musicales, que me hicieron sentir en el pasado, momentos mágicos; son jironcillos de mi juventud, cada vez más lejana; pero aún hoy, cuando las oigo, siento cierto escalofrío que me gusta repetir, de vez en cuando, y no creo que eso sea malo.
El pasado, pasado es; pero esos recuerdos, algunos ya en forma difusa, que alguna vez nos dieron momentos únicos, no se pueden marchitar, así como así.
Alguna vez…, puede pasar, que incluso el pensamiento trastoque, magnifique, varíe esas evocaciones, pero ¿Quién nos puede negar su valor, o incluso su influencia en lo que somos hoy?
También a veces, cuanto más pasa el tiempo, mayor es el eco sentimental que despiertan aquellos restos de nuestra vida, pero si se tratan correctamente esas nostalgias, no tienen por qué ser malas, no han de ser nunca una ilusión peligrosa que tape el momento presente, sino una boya que ha marcado por donde hemos venido, lo que nos ha costado llegar y nos advierte de lo que debemos evitar o reforzar.
Más triste es no tener nada que recordar, porque si tu pasado ha sido amar o buscar el amor, ese pasado, aún con sus tropiezos, tiene un valor incalculable; el presente se forma de pasados, y solo con el pasado se forma el porvenir.
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Animado hoy, bajo ese halo de nostalgia que me acompaña este fin de semana, rescato de los cajones de mi cabeza, unas cuantas piezas musicales, que me hicieron sentir en el pasado, momentos mágicos; son jironcillos de mi juventud, cada vez más lejana; pero aún hoy, cuando las oigo, siento cierto escalofrío que me gusta repetir, de vez en cuando, y no creo que eso sea malo.
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7 comentarios:
Mmmm, me has hecho recordar. Sobre todo con "Dust in the wind". Recuerdo que decíamos que se podía considerar al nivel de música clásica.
Estupenda selección ciertamente, sólo me queda una pregunta por hacer: ¿Por qué todas las canciones en inglés? ¿Es que no te ha gustado la música en español cuando joven?
Para finalizar agradezco sobre manera el deleite para mis pupilas (y oídos) al incluir a Bruce Springsteen.
Mantén como puedas y cuanto puedas ese escalofrio, Arcendo, recordar es volver a vivir.
Veré los videos despacio, pero antes quería decirte esto y darte las buenas noches.
Aquí por fin salió el sol, como en mi alma cuando te leo.
"Forever young" es mi preferido.
Besiños y escalofríos
Ciertamente los que ya pasamos de los 40 revivimos en estas canciones , momentos de intensidad juvenil. Siempre que volvemos a oírlas nos dejan un sabor agridulce (a mí sí)lo que tu llamas nostalgia. Me quedo sobretodo con el "hotel california", porque va relacionado con grandes amistades de ese momento, y como Fran "Dust in the wind" nunca podré cansarme de ellas. Fantástica tu elección. Ahora te comento un detalle que me ha hecho pensar en tí y ofrecer la noche por tus intenciones. Al llegar a mi puesto de trabajo, cuando he bajado del coche, en la parte posterior enganchado en el parabrisas y de forma como si estuviese pegada como un adhesivo estaba una hoja de arce ya en su color otoñal. Yo sí creo en los símbolos y me ha parecido un detalle bonito de parte de QUIEN sabes. ¿o no te lo parece?
¡Qué suerte! Angel, yo llevo casi tres años buscando hojas de Arce entre los árboles y no encuentro ninguna.Sí es un auténtico regalo.
Besos a los dos
¡Oh dulce pájaro de juventud!.
Has tocado mis fibras del recuerdo: aunque no lo creas yo llevé el luck de ALPHAVILLE, idéntico: con monopantalón incluído.
Y Hotel California fue la canción que escogimos Ernesto (mi vecinito de aquella época) y yo para salir a bailar en mis 15 cumpleaños, que como sabes, en Cuba es un acontecimiento social y familiar muy arraigado. Agún día pondré una foto del baile.
Gracias como siempre por recordarnos la juventud, que ya pasó, pero queda encapsulada en la memoria en forma de fotos, anécdotas y, como no, canciones.
Abrazo grandote.
Hola cariño! pues claro que es sano recordar y rescatar los buenos momentos que hemos pasado, nuestra historia, nuestra memoria, es precioso.
Me quedo con Hotel California. ¡¡Qué tiempos!!
Muchos besos.
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