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Dados los tiempos que corren, angustiosos en algunos casos, la gente necesita saber que Dios está ahí.
Porque como dice el vídeo, “la mayor crisis en el mundo, actualmente, es la ausencia de Dios en nuestras vidas."
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En este año sacerdotal, debemos reflexionar fuertemente sobre esto y además de mutar nuestras propias vidas, hemos de velar por la necesidad que el mundo tiene de buenos y santos sacerdotes. Personas valientes, en algún caso heróicas, que apuesten por el cambio radical. Que enseñen al mundo la auténtica cara de Cristo e impartan sus Sacramentos.
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El sacerdocio no es una profesión, sino una vocación personal, pero cada uno de nosotros hemos de tomarlo en serio; por eso, debemos promover desde nuestro ejemplo e incluso con nuestras palabras ese necesario aumento de vocaciones.
El mundo necesita de personas volcadas en la centralidad de la Eucaristía, y de todos los demás sacramentos. ¿Quién sino, dará los Sacramentos a la próxima generación?
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El ejemplo de los que ya escogieron ese servicio, también es primordial:
¿Cuántos confesionarios vacíos se ven hoy en día? Hablando cierto día con un buen curilla, de esos que se pasan las horas en el confesionario sin el reloj en la mano, me decía una frase que a muchos colegas suyos, debería hacerles recapacitar: “Si hubiera más confesores, habría más confesiones”.
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Dados los tiempos que corren, angustiosos en algunos casos, la gente necesita saber que Dios está ahí.
Porque como dice el vídeo, “la mayor crisis en el mundo, actualmente, es la ausencia de Dios en nuestras vidas."
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En este año sacerdotal, debemos reflexionar fuertemente sobre esto y además de mutar nuestras propias vidas, hemos de velar por la necesidad que el mundo tiene de buenos y santos sacerdotes. Personas valientes, en algún caso heróicas, que apuesten por el cambio radical. Que enseñen al mundo la auténtica cara de Cristo e impartan sus Sacramentos.
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El sacerdocio no es una profesión, sino una vocación personal, pero cada uno de nosotros hemos de tomarlo en serio; por eso, debemos promover desde nuestro ejemplo e incluso con nuestras palabras ese necesario aumento de vocaciones.
El mundo necesita de personas volcadas en la centralidad de la Eucaristía, y de todos los demás sacramentos. ¿Quién sino, dará los Sacramentos a la próxima generación?
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El ejemplo de los que ya escogieron ese servicio, también es primordial:
¿Cuántos confesionarios vacíos se ven hoy en día? Hablando cierto día con un buen curilla, de esos que se pasan las horas en el confesionario sin el reloj en la mano, me decía una frase que a muchos colegas suyos, debería hacerles recapacitar: “Si hubiera más confesores, habría más confesiones”.
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Por eso, una de las mejores oraciones que podemos ofrecer en este año sacerdotal, a través de Nuestra Madre, Reina de los Confesores, es que el Señor nos conceda, como en otros tiempos, buenos y Santos sacerdotes que alivien nuestras penas presentes, den paz a nuestras almas y nos abran la esperanza de la Vida eterna. Así se lo pido yo, pecador que soy, y necesito tanto de ellos.
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5 comentarios:
Bueno querido hermano. Ya ves que Dios sigue inspirando las mismas entradas en nosotros. Me alegra muchísimo esta unidad.Solo me queda agradecerte el bien que derramas a todos. Doy gracias al Señor por habernos unido. Un fuerte fuerte abrazo
Pedimos y ofrecemos contigo porque Él nos envie buenos y fieles sacerdotes que pueblen nuestras iglesias y lleven a todas partes del mundo la luz de Cristo.Que Dios nos escuche, Arcendo.
BESIÑOS.
Buenos días nos dé Dios. ¿Estás mejor?
Besiños
Un sacerdote también hace la función de psicólogo,que pocos de hoy en día carecen de información.Saludos Arcen.
Querido Arcendo.
La Iglesia desde que es Iglesia es la mayor cantera de "heroes" que se dan en "gratuidad" a todos/as.
Oremos por las Vocaciones Sacerdotales a Santa María Virgen.
Mañana por hoy te contesto al primer post, que ya es muy tarde y tiene mucha miga.
BENDICIONES.
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