REDESCUBRIENDO EL ¡¡SEXOOOO!!

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Proverbios 5:20: “Sea bendito tu manantial, y alégrate con la mujer de tu juventud, como una preciosa cierva o una graciosa gacela. Sus pechos te satisfagan en todo tiempo, y en su amor recréate siempre. ¿Por qué, hijo mío, andarás apasionado por una mujer ajena y abrazarás el seno de una extraña?”
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Por regla, no veo el cine español de los últimos años, pero si recuerdo un título, no tan reciente -del 93-, que me llamó mucho la atención: “¿Por qué lo llaman amor, cuando quieren decir sexo?”, y es que más acertada no puede ser la frasecita. Actualmente, se confunde todo, churras, merinas, sexo y amor….
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El sexo es puro placer, para algunos, PERO en realidad hacer el amor es mucho más que practicar sexo. El sexo bien entendido y mejor ordenado es una de las máximas expresiones del amor y que a nadie le quepa duda, cuando esto es así, el amor es el afrodisíaco más eficiente.

Por eso, me extraña tanto el aluvión bestial (nunca mejor dicho) de anuncios y comerciales, que hablan de viagras, revigorizantes, pérdidas de líbido o de recobrar el deseo sexual…..; todo el mundo anda buscando cosas raras, nuevas posiciones, lencerias provocativísimas, pastillas milagrosas y videos calentitos…. ¡CRASO ERROR! Si no se alimenta el AMOR….. nada sirve de nada, solo son soluciones falsas y momentáneas que solo alimentan el instinto, nunca llenan y acaban por deprimir y degradar.
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Hebreos 13:4
“Honroso es para todos el matrimonio, y pura la relación conyugal; pero Dios juzgará a los fornicarios y a los adúlteros”.
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Desde aquel “No es bueno que el hombre esté solo”, es decir desde la noche de los tiempos, el sexo es bueno y puede llegar a ser incluso santo. Reafirmando y descubriendo esta GRAN VERDAD, he encontrado en ALBA un artículo de Alfonso Basallo que es digno de leer y enmarcar (Ver enlace), y que pone de relieve algo que muchas veces perdemos de vista: El amor humano como Sacramento, del cual también se recibe la Gracia. Dice Basallo:

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“Porque el acto conyugal puede ser un encuentro personal con Dios, igual que la eucaristía o la penitencia. No en vano, el matrimonio es tan sacramento como los otros seis. Las relaciones sexuales transmiten la gracia santificante, refuerzan la unidad de los esposos, y enriquecen esa identidad perdida tras la Caída y reconstituida por Jesucristo. No nos lo acabamos de creer, pero en el abrazo amoroso hay una Tercera persona estrechamente entrelazada entre el hombre y la mujer.”

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Creo que no se puede decir mejor, por eso yo no puedo añadir nada más. Tan solo poner este vídeo que se podría llamar algo asi como... con amor, contigo pan y cebolla, miradlo que es muy divertido.
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