DEBER DE HIJO (tardón)

.
Sé que estamos en verano, en plena vacación.
Sé que además se nota más que nunca, el silencio… en la red.
Sé que…, incluso alguno, que quiero mucho, me aconsejó reservar fuerzas, advirtiéndome de las escasas audiencias de los blogs en estos días…
Pero… ¡no lo puedo evitar! Y además me dá lo mismo. Es más, si no hago este post ahora…., no sé cuando lo voy a hacer. No puedo dejar pasar el momento…, porque ya va con retraso.
.
Ayer fue un día especial y media España lo celebró y todo el mundo católico, también. Y yo como hijo, -tardón-, no quiero dejar de felicitar a mi Madre.
.
Aunque ayer la Iglesia celebró esta fiesta mariana bajo muchas advocaciones, creo que la más grande es la de LA ASUNCIÓN.
Muchos –aguafiestas- dicen que sobre este tema, en particular, no dicen nada las Escrituras, que no es histórico, ni está probado….; sin embargo, Nuestra Madre la Iglesia, ha declarado este hecho como dogmático.
Los dogmas no se declaran por qué sí, de forma gratuita. Todos tienen una razón de ser, y además, este de la Asunción es muy importante porque cierra el círculo; como no puede ser de otra manera.

.
La vida de María se enmarca entre dos importantes dogmas; el primero es el de su Inmaculada Concepción y el último es el de la Asunción.
Dios quiso que una criatura humana, tuviera esos dones; y Ella supo contestar a Dios, desde su libertad, con un "fiat" contínuo que se perpetuó a lo largo de su vida. ¿Como no iba la Iglesia a reconocer lo que tuvo que ser así, por pura lógica?
.
Así mismo la Iglesia por fin, más tarde o más temprano, reconocerá también la Co-redención de María en el plan salvador del Señor y la hará dogma; pues no se concibe este, sin Ella. Reconociendo así a María acompañando, cada instante, la vida de su Hijo, Nuestro único Salvador.
Efectivamente, María, nuestra Madre, gozó de privilegios que ningún otro gozará. Pero lo grande, lo verdaderamente sublime de todo esto es, que todos nosotros, estamos llamados a participar de cada uno de esos privilegios de la mano de María. Porque el lugar que ahora ocupa la Virgen, es la meta final a la que todo cristiano está llamado a llegar.
La eternidad y el amor son nuestros destinos; María ha sido la precursora, la maestra, y ahora la Madre que llama a sus hijos desde allí, donde fue elevada, para que sigamos su camino.
.
María, te damos las gracias por tu eterno SÍ.
María, Omnipotencia Suplicante, pide por nosotros; escúchanos Madre, mira nuestras necesidades.
María mediadora, Madre corredentora…, desde el cielo donde estás en cuerpo y alma, ruega por todos nosotros en esta hora.

* * * * *