“Encomiéndate a Dios de todo corazón, que muchas veces suele llover sus misericordias en el tiempo que están más secas las esperanzas” Miguel de Cervantes Saavedra.
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Queridos amigos, las lecturas de la Misa del domingo pasado, todavía me tienen asombrado y conmovido. Bien es cierto que habré leído esos pasajes bíblicos decenas de veces, pero nunca como ahora, me habían causado tanto impacto, y es que, como dice el Eclesiastés, hay un tiempo para cada cosa, y en este tiempo, esas palabras, a mí, me han “llegado” muy especialmente.
Las tres lecturas a las que me refiero, tienen un único denominador: la Misericordia.
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Es especialmente significativo el Evangelio de San Lucas, en la que Jesús nos enseña con una preciosa parábola el esmerado cuidado que tiene por cada uno de nosotros, tanto es así que, ese buen pastor, es capaz de dejar todo de lado, por buscarnos…., cuando nos perdemos.
Esa actitud es la que más me emociona, ¡como se compadece de nosotros, como nos busca!... y que cierto es eso, lo digo por propia experiencia.
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Gracias a Dios y a María santísima, Madre de Misericordia, os podría contar, todo lo compasivo y bueno que ha sido Dios conmigo.
María es madre y maestra, y siempre nos alcanza la Misericordia Divina, si hacemos caso a su orden: “Haced lo que él os diga” (Jn 2, 5). Porque “los que desean disfrutar de la misericordia de Dios deben buscarle con una buena predisposición de corazón y abandonando sus malos caminos y pensamientos perjudiciales" (Isa 55:6, 7)
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Pero que nadie dude…, porque ante la duda de saber si Dios nos quiere, si nos va a perdonar, si nos va a acoger de nuevo a pesar de tantas atrocidades que hayamos sido capaces de perpetrar…., la respuesta de Dios es contundente:
“¿Qué hombre de vosotros, teniendo cien ovejas, si pierde una de ellas, no deja las noventa y nueve en el desierto, y va tras la que se perdió, hasta encontrarla?” Lucas 15:17
Que es algo así como si nos dijera -¡Como no voy a quererte, SI TE ESTOY BUSCANDO!-, conozco tus sufrimientos y también todos tus pecados, pero TE AMO y nunca he dejado de amarte-, eso nos dice el Señor….¡Eso es AMOR, eso es auténtica misericordia!
Queridos amigos, las lecturas de la Misa del domingo pasado, todavía me tienen asombrado y conmovido. Bien es cierto que habré leído esos pasajes bíblicos decenas de veces, pero nunca como ahora, me habían causado tanto impacto, y es que, como dice el Eclesiastés, hay un tiempo para cada cosa, y en este tiempo, esas palabras, a mí, me han “llegado” muy especialmente.
Las tres lecturas a las que me refiero, tienen un único denominador: la Misericordia.
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Es especialmente significativo el Evangelio de San Lucas, en la que Jesús nos enseña con una preciosa parábola el esmerado cuidado que tiene por cada uno de nosotros, tanto es así que, ese buen pastor, es capaz de dejar todo de lado, por buscarnos…., cuando nos perdemos.
Esa actitud es la que más me emociona, ¡como se compadece de nosotros, como nos busca!... y que cierto es eso, lo digo por propia experiencia.
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Gracias a Dios y a María santísima, Madre de Misericordia, os podría contar, todo lo compasivo y bueno que ha sido Dios conmigo.
María es madre y maestra, y siempre nos alcanza la Misericordia Divina, si hacemos caso a su orden: “Haced lo que él os diga” (Jn 2, 5). Porque “los que desean disfrutar de la misericordia de Dios deben buscarle con una buena predisposición de corazón y abandonando sus malos caminos y pensamientos perjudiciales" (Isa 55:6, 7)
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Pero que nadie dude…, porque ante la duda de saber si Dios nos quiere, si nos va a perdonar, si nos va a acoger de nuevo a pesar de tantas atrocidades que hayamos sido capaces de perpetrar…., la respuesta de Dios es contundente:
“¿Qué hombre de vosotros, teniendo cien ovejas, si pierde una de ellas, no deja las noventa y nueve en el desierto, y va tras la que se perdió, hasta encontrarla?” Lucas 15:17
Que es algo así como si nos dijera -¡Como no voy a quererte, SI TE ESTOY BUSCANDO!-, conozco tus sufrimientos y también todos tus pecados, pero TE AMO y nunca he dejado de amarte-, eso nos dice el Señor….¡Eso es AMOR, eso es auténtica misericordia!
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3 comentarios:
¡WooooowW! y requeterrecontrarchiwoow.
Su amor Misericordioso!!!
Si en toda la "vida" de este blog hubieses escrito esta entrada y la frase de Cervantes. Valdría solamente por eso leerlo.
Me emocionaste hasta las lágrimas.
No digo más.
Besos.
Ya entiendo porque Bruce no quiere hacer un blog, eres fantástico, bueno varias personas.
Felicidades Arce.
¡VIVA MEXICO!
¡VIVA LA VIRGEN DE GUADALUPE!
Para compensar mis largísimos comentarios de ayer, diré solamente que sigo con gran devoción la Misericordia Divina de Jesús, esa que sale de su Sagrado Corazón.
Jesús dice que su MISERICORDIA ES INFINITA Y QUE ESTÁ POR ENCIMA DE SU JUSTICIA.
Cómo podemos temer un juicio ante semejante juez!
La culebra no hace sino meternos miedo a Dios, nada que ver con el santo temor de Dios que no es sino un gran respeto y veneración.
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