A POCOS PASOS DE BELEN

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Ya queda poco, María y José recorren ya el último tramo, camino de Belén. Y nosotros todavía estamos a tiempo de prepararnos para recibirle.
Probablemente, cuanto más se acercan las fechas de Navidad, por el marketing o por lo que sea, más sentimientos de solidaridad nos entran. Las teles se llenan de maratónicos programas para recaudar fondos para aquellas nobles causas y hasta los deportistas se implican en partidos imposibles con esos mismos fínes…, y eso es bueno, y loable, aunque estos gestos “fraternales”, solo se concentren en un solo mes del año.

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Estamos en crisis y para muchos es tiempo de necesidad, por eso cuesta creer y mucho más en Navidad que, para este desgobierno, la recuperación de la economía española tenga que pasar, por recortar la inversión en los colectivos especialmente más vulnerables…, pero este es el socialismo del estado del bienestar, donde se retiran las cruces de los sitios públicos, donde se forran los amigos del poder y donde no encontraría NUNCA cobijo la familia de Nazareth para dar a luz a su Hijo, en una fría noche de Diciembre, como esta.
Desde luego, la Navidad da que pensar. Puede ser algo muy hermoso y muy humano, pero puede ser también algo trivial y hasta inhumano. Y esa ambigüedad es más clara precisamente porque se recuerda no cualquier nacimiento, sino el de Jesús de Nazareth, el nacimiento de DIOS mismo, y es que los seres humanos podemos estropearlo todo, incluso lo más profundo y bello.
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A veces. el ser humano de este siglo es incapaz de ver más allá de sus narices. Lo cierto es que entre el consumismo exagerado y vulgar con el que se nos intenta alienar y el laicismo galopante que lo sustenta, nos olvidamos de los verdaderos valores de hermandad verdadera, de paz, compasión y AMOR que nos trajo el niño Jesús en Belén.
Pero Cristo nace siempre y, por mucho que quieran suprimirlo, ocultarlo o matarlo, nacerá día tras día, minuto a minuto, en cada hombre que quiera aceptarlo.
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Así, la reflexión de hoy, para preparar mejor el camino. en estos últimos pasos del Adviento es que es hora de ponerse en marcha, es tiempo de hacer algo para hacer que nazca también en mí:… ¡¡CARPE DIEM!!
Por eso hoy me voy a decir a mi mismo…: ¡aprovecha el momento!, aprovecha tus talentos, aprovecha lo que tienes alrededor, aprovecha todo tu potencial, pon en juego lo que DIOS te ha dado:
AMA COMO ÉL SABES QUE TE AMA. Practica la NAVIDAD cada día, cada minuto, cada segundo…. DIOS NACE, EXISTE y ES… PERMANENTEMENTE.
No dejes que nadie te/les engañe. Haz posible que nazca en los que te rodean, hazlo vivir en tus contemporáneos, hazlo visible con tus gestos, sé su espejo, diles con tus palabras, que Jesús les quiere, que nace por ellos, que les espera, que no se olvida. Dale esperanzas al mundo, RESCATA LA NAVIDAD, DALE SU SENTIDO AUTÉNTICO.

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Por eso, en estos últimos pasos del arduo camino a Belén, yo me quiero encomendar muy especialmente a María, a Nuestra Madre.
Gracias a su SÍ, ELLA hizo posible LA ALEGRÍA. Ella fue la portadora de LA LUZ y de LA BONDAD en ese camino, a Ella le pido pues, fuerza para vivir con coherencia, para propagar la Navidad entre mis hermanos…, todos los días de mi vida.
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El rostro del NIÑO esperado, que va a nacer de MARÍA, ya ilumina el alma cristiana y nos muestra que la esperanza es POSIBLE.
María y José van tachando ya las hojas del calendario. Nosotros también, ¡Qué cerquita está Jesús!.., Hombres de buena voluntad ¡es Navidad!, «alegraos en el Señor» (Flp 3,1) y actuad en consecuencia.
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