COMPARTIENDO CINE CON MIS AMIGOS

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“Andábamos sin buscarnos pero sabiendo que andábamos para encontrarnos” J. Cortázar (Rayuela)

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La riqueza de la amistad está en el compartir. Yo estoy agradecido a DIOS por haberme puesto en el cauce de tantos ríos humanos, que queremos desembocar en su inefable mar.

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A fuerza de compartir, se llega a querer.

Se comparten cosas materiales, físicas, tangibles; pero también, y estas son las mejores, se comparten sentimientos, pasiones, jirones de alma…

“Lo esencial es invisible a los ojos” decía mi tocayo, Antoine de Saint-Exupery

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Hay quien dice que, hay cosas que unen mucho pero nunca son grandes cosas, siempre son las cosas pequeñas; y en parte…, estoy de acuerdo, sin embargo pienso que, a veces…, afortunadamente, el primer nexo se obtiene a través de la común-unión, entre los dos elementos diferentes con -Lo más grande-.

Mi experiencia, al menos mi historia última, es así. Hablo de amigos (hermanos ya), que he tenido la dicha de conocer en la red…, cuyo pegamento primero fue compartir la fé (lo más grande); y con el paso del tiempo, -como consecuencia-, hemos llegado a compartir otros “detalles”, música, libros, películas y otras “naderías”.

Y esa vivencia es… una maravilla. Esa conjunción, que la Iglesia marca con el nombre de “Comunión de los Santos” y que acaba englobando todo, es algo impresionante y enloquecedor por lo sublime.

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Pues sí, hoy tras este catártico preámbulo, quisiera hablaros de cine, pero precisamente de ese cine recomendado como objeto compartido, como obtención mutua de beneficio, como regalo de una persona excepcional con el que me une, primero y sobretodo la fé en DIOS y también la pasión por el séptimo arte, entre –muchas- otras cosas.

Hace no mucho, este amigo, en el que siempre confío por su gusto y criterio, me recomendó una película que hoy muy brevemente quiero reseñar aquí, para compartir también, lo que gratuitamente, me han dado.

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Antes de eso, quisiera hacer referencia de una curiosa lista, de la cual he tenido conocimiento a través de esta página (Ver ENLACE).

En esa relación, con un encabezamiento tan significativo como “The arts and Faith top 100 films”; se proponen cada año, un centenar de películas de temática espiritual o religiosa.

Aunque el listado incluye obras de todos los tiempos, no siempre aparecen las mismas, cada año varía; desaparecen algunas y aparecen otras nuevas, que a juicio y gusto de los que elaboran este invento, merecen estar ahí.

Como pasa siempre, cada uno tiene “su” lista, por eso esta, puede parecer parecer algo subjetiva, y seguramente lo es, sin embargo creo que es útil, a la hora de hacer una búsqueda puntual…, sobre esos temas.

Pues bien, tengo que decir que la película que voy a comentar hoy, aparece en ese particular baremo, nada menos que en el número DOS (¡dos de cien!, vuelvo a recordar), con lo cual, aunque a mi parecer esté injustamente colocada por encima de “La Palabra” de Dreyer, si parece que deba ser tenida muy en cuenta.

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No demoro más y desvelo que la película en cuestión es…. “Andrei Rublev”, toda una joya, una verdadera obra de arte.

La dirección corre a cargo de uno de los grandes, Andréi Tarkovski, uno de los más importantes e influyentes cineastas de la época soviética y uno de los más grandes de toda la historia del cine.

Tarkovski es un auténtico poeta del cine. Sus películas son intensas y hermosísimas en cada fotograma, y esta “Andrei Rublev”, es un excelente ejemplo de su cine.

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No quiero hablar mucho más de ella, solo quiero recomendarla. Para asesorarse más sobre la misma hay extensas y completas páginas en internet que hablan de la misma, aquí os dejo uno de los mejores link (Ver ENLACE).

Yo hoy me voy a limitar a contar muy brevemente mi experiencia que ha sido espiritualmente muy satisfactoria.

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La película cuenta la vida de Andrei Rublev, religioso y pintor ruso de la dura y turbulenta Edad Media. Está considerado el mejor pintor de íconos de la historia. (Ver ENLACE).

Sin embargo, la película trata sobre la esencia del arte y la importancia e influencia de la fe en el arte. El artista, a través de sus obras hechas fervientes oraciones, encuentra la respuestas consoladoras a todas las tragedias de su tiempo.

Hay que decir, como curiosidad, que debido al tema religioso de la película, no fue estrenada en la Unión Soviética durante años.

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No quiero decir más, salvo celebrar otra vez, el creciente incremento en cantidad y calidad del “cine espiritual”

El éxito de pelis como “El gran silencio”, “La última cima”, “De dioses y hombres” o “Thérèse", demuestran y confirman una clara tendencia al alza, que gracias a DIOS, contrasta bastante con las sociedades laícas, supuestamente imperantes.

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Ahora por fín, solo me remito al enlace que mi amigo del alma, me pasó y que ahora comparto con el deseo que os guste y sobretodo os sirva tanto, tanto como a mí. (PINCHA AQUÍ PARA VER LA PELÍCULA).

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Incluyo hoy, los siguientes vídeos por su interés. Si los queréis ver debidamente, os ruego que antes, pongáis en pausa el reproductor de música que está en la parte superior del lateral del blog.

El primero de ellos, recoge las impresiones del propio Tarkovski, sobre el rodaje del film.

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El siguiente vídeo, es una recreación musical sobre uno de los íconos más conocidos del maestro Andrei Rublev.

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El último de los vídeos propuestos, se trata de un montaje-homenaje para el otro Andrei, al gran director de cine... Andrei Tarkovski.

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