RE-ENCUENTRO

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Aunque la ausencia haya sido mínima, la alegría del regreso es mucha. Sin embargo, para ser sinceros, tengo que decir que estos viajes "relámpago" la mayoría de las veces, me dejan cierto sabor agridulce.

Viajar..., volver a pisar lugares queridos, encontrar de nuevo a familiares y amigos alejados por kilómetros y circunstancias, siempre es emocionante; pero precisamente, ese hecho no deja de tener su toque nostálgico, en el recuerdo inevitable de tantos que ya no están.., aquí, ahora...

El consuelo, el único y gran alivio a esa callada pero profunda tristeza, es saber, tener la certeza, que el re-encuentro con -los ausentes- será efectivo cuando DIOS quiera y la alegría será tan grande..., que desde luego, aquí, no se puede contar.

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Hermanos..., ¡ya estoy aquí!, Estoy muy muy feliz por poder seguir compartiendo con vosotros, vida y esperanzas. Sed tod@s, bien-hallados, yo... acabo de llegar.

 

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