PREMIOS Y RECONOCIMIENTOS

En poco más de un mes, concretamente el 26 de febrero, la alfombra roja se volverá a extender en el famoso teatro Kodak, para celebrar un año más, la ceremonia de los Oscar de la academia de cine americana.
Lo cierto es que, aunque en las últimas ediciones, ha habido magníficas excepciones, como la última galardonada -“El discurso del rey”-, últimamente el panorama cinematográfico mundial está como el mundo, en crisis.
No solo en la economía, en las artes también se echa en falta cierta… audacia. Los remakes de grandes películas, la explotación de segundas partes frecuentemente fallidas o las recopilaciones discográficas para intentar recuperar todas las cuotas de mercado perdidas, se antoja ya tarea imposible después de la explosión masiva de las redes adsls.

Las industrias no recicladas… acabarán muriendo sin remedio, y es una pena que el arte sea parte perjudicada.
La crisis azuza y la gente acaba por agobiarse, cegarse y finalmente acaba errando estrepitosamente. Es comprensible que en tiempos de escasez, se quiera ganar dinero rápido y fácilmente, sin embargo aunque evidentemente es cosa de tiempo, sería mejor buscar alternativas distintas, utilizando el recurso más utilizado en términos artísticos…., la creatividad. El trabajo es importante, el esfuerzo es… imprescindible, pero si se quiere triunfar en tiempos difíciles, la creatividad es el plus de calidad.

Concretamente en lo que se refiere al cine español es un secreto a voces que está en la más completa ruina. Los espectadores, salvo en el caso (¿vergonzante?) de “Torrente 4”, le ha dado la espalda; de tal modo que la industria española está instalado en la vida muelle, gracias a las subvenciones desde hace décadas.
Las películas son malísimas en todos los sentidos. Pésimos guiones, asuntos repetitivos, sectarismo y adoctrinamiento son los síntomas de la enfermedad del decadente cine español. Y para colmo, una cinta íntegramente ¡catalana!, de nombre “Pa negre”, que trata ¡otra vez! sobre la guerra civil, y que adolece de todos los males anteriormente expuestos, es la que este año representa al maltrecho cine patrio en Hollywood.

Para intentar “comprender” un poco más, los sesgados derroteros del cine español habría que remontarse un par de años atrás.
Año 2010 sin ir más lejos, si se trataba de haber elegido una película, que de verdad, hubiera estado respaldada por el público, tanto en los medios como en taquilla, ese año hubo una cinta que arrasó.
Las matemáticas son una ciencia exacta y los números además de cantar, delatan:
800.000 euros de recaudación y 135.000 espectadores avalaban un espectacular éxito de: “LA ÚLTIMA CIMA”
Inicialmente…, el prestigioso Círculo de Escritores Cinematográficos (CEC) le había otorgado el premio "Al mejor documental 2010", que suele anticipar la tendencia de los premios Goya. Sin embargo…, “La última Cima” ni siquiera estuvo entre los nominados, y eso a pesar de figurar en el top de las 20 películas más taquilleras del cine español durante 2010….;
“La última Cima” fue entonces, incomprensiblemente apartada, cruelmente ninguneada, totalmente excluida de los Goyas. Así se escribe la historia…, que, –por necios-, siempre corremos el peligro de repetir.

Este año Cotelo, que fue el autor y alma mater de “LA ÚLTIMA CIMA”, se ha embarcado en una nueva aventura.

Animado quizás por la gran respuesta de un público incondicional –entre los que me cuento-, pero posiblemente escaldado por aquella mala experiencia “oficialista”, lo intenta de otro modo, innovando, usando esa CREATIVIDAD de la que tanto adolecen ciertos sectores más burocráticos que artísticos, de este santo país.
Su apuesta ahora, tiene vocación de serie y se llama “TE PUEDE PASAR A TÍ”.
Un poco antes de las Navidades salió a la venta el DVD del primer capítulo y es verdaderamente apasionante.
Esta vez Juan Manuel Cotelo utiliza para su documental (historia-entrevista-debate), un inequívoco formato road-movie. Ahora el bueno de Cotelo se sube a lomos de una caravana y se planta por esas carreteras de DIOS, para contar y recabar historias tan sorprendentes y tan cotidianas como cualquiera de las nuestras.
Su caravana es un inusual pero bendito lugar de encuentro en el que un variopinto muestrario de seres humanos va a coincidir…, lo apasionante del asunto es que el objetivo último es la búsqueda de DIOS a través de las experiencias, a veces muy duras, de cada uno de los protagonistas.

Me cabe una curiosidad; aunque esta serie está pensada desde un principio para su distribución exclusivamente en DVD, cabría preguntarse si, por sus valores cinematográficos o de recaudación, “TE PUEDE PASAR A TI”, merecería estar en cualquiera de las nominaciones de alguno de los premios de este año.
Personalmente dudo mucho que, por su temática este documental, tenga cabida en ninguno de ellos, pero para ser justos habrá que esperar; sin embargo, de momento lo que sí podemos y debemos hacer entretanto es recomendarla vivamente. Así que, si todavía andas rezagado en tus compras de Reyes…, esta es una opción inmejorable, no lo dudes. (PARA COMPRAR)

No quiero acabar sin cerrar el círculo, es decir, sin hacer mención a los Oscar, con los que empecé el post.
Este año, afortunada e inusualmente, parece que las películas que previsiblemente serán nominadas, por su calidad, puedan ser dignas de Premio.
Las dos apuestas más firmes parecen ser… “La dama de hierro”, el biopic de la Streep sobre Margaret Tatcher y “El artista” una muy curiosa y apetecible película que tiene como mayor aliciente el valiente hecho de ser MUDA en pleno siglo XXI…;

Sin embargo…, me barrunto una nueva injusticia, esta vez hollywoodiense.
Ya pasó en 2004, con la PASIÓN de Mel Gibson, probablemente la mejor película de la vida de CRISTO que ha dado el cine mundial, una verdadera OBRA DE ARTE.
La PASIÓN ganó 17 premios de cine y fue nominado a otros 13, en los OSCAR de ese año, fue nominado en tres categorías menores, maquillaje, banda sonora y fotografía; y tampoco se hizo ni siquiera con ninguna de esas estatuillas. Y me temo que este año se va a acabar repitiendo, con otra película que es otra OBRA DE ARTE, igualmente MAYÚSCULA.
Sin duda alguna, estoy hablando de “EL ÁRBOL DE LA VIDA”, a la que me atrevo a calificar como la película mejor y más importante de este incipiente siglo XXI, y probablemente una de las más grandes obras de toda la historia del cine.
Naturalmente esta hiperbólica apreciación, no deja de ser una subjetivísima opinión, pero es tan respetable como la de cualquier otro, y por lo tanto estoy en todo mi derecho de regalar todos los adjetivos que a mi juicio, merece este inmenso ejercicio conjunto de cine, arte y… teología.

“El árbol de la vida” es un obrón de proporciones épicas, difícil de igualar e imposible de superar. Claro que esta película no es fácil, ni es para mayorías, ni para minorías con poca disposición para aguantar más de dos horas de bellas imágenes y exigentes planteamientos. La potencia visual es inusitada, la música es la apropiada, las interpretaciones genialmente contenidas, exactas…. Las voces en off llegan en su justo instante… “El árbol de la vida” es un reloj con miles de piezas que funciona a la perfección, es una orquesta bien conjuntada, es un puzzle donde todo encaja, ¡ES LA VIDA!
No puedo dejar de mencionar la enorme visión de la CREACIÓN como nunca antes se ha filmado…. ¡IMPRESIONANTE!, ¡EMOCIONANTE!!!!
Beethoven, Walt Withman, Capra, son muchos los nombres que vienen a mi memoria tras el cuarto visionado de esta maravilla y una vez más… Kubrick y su “2001”, sin embargo este “árbol” de Mallick, supera aquella “Odisea” con creces y la traspasa en el espacio y en el tiempo.

Efectivamente, por los silencios, adivino, barrunto, advierto de una posible nueva injusticia de la Academia de las artes de Hollywood; ahora bien, me consuelo sabiendo que películas tan inmortales e importantes como “El árbol de la vida” no precisan de ningún premio mundano.
¡Que magnífico atrevimiento, que audacia, que valentía supone hacer un alegato tan bello y divino de DIOS, justo en estos tiempos de descreencia!, solo por eso merecería los reconocimientos de todos los hombres de buena voluntad.

Finalmente, lo que está claro es que ni a Cotelo, ni a Mallick les hacen falta Oscars; para que muchos, sepamos reconocer que sus obras son intrínseca y extrínsecamente BUENAS, y por lo tanto… sean más que recomendables, eminentemente ¡saludables para el alma! Por eso este post, para animar a ver, gustar y difundir lo bueno....

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