¡No!, no, el triplete no es el de Falcao,
aunque vaya por delante mi enhorabuena (la de un merengón acérrimo) a toda la
peña rojiblanca, (siempre fiel, como pocas); por la consecución de su merecido
título europeo.
Sin embargo hoy yo voy por otros derroteros, porque además del
Rosario, durante el día hay dos devociones marianas que me
gusta mucho practicar. Alguna vez en este blog hemos hablado del ANGELUS, apoyados por el precioso cuadro de
Millet (Ver ENLACE); pero hoy toca hablar de la
otra preciosa costumbre, la de LAS TRES AVEMARIAS antes
de dormir. ¡ese es mi TRIPLETE!.
Esta devoción no puede ser ni
más breve, ni más sencilla.
Es breve porque consiste en rezar todos los
días, tan solo tres Avemarías agradeciendo a la Santísima Trinidad los dones de
Poder, Sabiduría y Amor que otorgó a la Virgen Inmaculada, e instando a María a
que use de ellos en auxilio nuestro.
Y es sencilla porque el modo de practicarla
es tremendamente fácil:
Todos los días hay que rezar lo siguiente:
¡María, Madre mía; líbrame de caer en pecado
mortal!
1- Por el Poder que te concedió el Padre
Eterno. (rezar un Avemaría)
2- Por la Sabiduría que te concedió el Hijo.
(rezar un Avemaría)
3- Por el Amor que te concedió el Espíritu
Santo. (rezar un Avemaría
Esas Tres Avemarías son como tres llamadas que hacemos a las puertas
del misericordioso y compasivo corazón de Nuestra Señora; son
como tres aclamaciones angustiosas con que el alma implora el Poder, la Sabiduría
y la Misericordia de DIOS a través de su Madre, para el remedio de las
múltiples necesidades que nos aquejan.
El origen de esta devoción está en una promesa que la Virgen hizo a
Santa Matilde.
Nuestra
Señora prometió a Santa Matilde, religiosa benedictina y posteriormente también a otras almas piadosas
que quien rezara diariamente tres avemarías, tendría su auxilio durante la vida
y su especial asistencia a la hora de la muerte:
Siendo todo esto maravilloso,
lo más consolador son los beneficios espirituales adicionales que dispensa la
Santísima Virgen por medio
de esta práctica de piedad:.
Conversiones extraordinarias de pecadores
moribundos que se logró recibieran los últimos Sacramentos, a lo que se
resistían; jóvenes extraviados, devueltos al camino del bien y al hogar, de
donde los había arrancado la perversión; matrimonios reconciliados; almas
atormentadas que recobraron la paz; en fin que las TRES
AVEMARÍAS parece uno de los grandes apoyos que DIOS pone a nuestra
disposición para el alma y para el cuerpo.
Como ejemplo de todos esos beneficios me
gustaría terminar con una anécdota contada en primera persona por un sacerdote,
periodista y escritor, que siempre me gustó seguir:
D. Jesús Urteaga, autor de la recomendabílisima "El valor divino de lo humano".
"Me
encontraba en Madrid. Acababa de ordenarme sacerdote. Tenía 26 años. Era un
atardecer a la hora de terminar el trabajo.
- "Te
llaman por teléfono", me dijeron.
Una voz masculina, un tanto nerviosa, explicaba la razón de la llamada:
- "Mire,
tengo un amigo que se encuentra muy mal, puede morir en cualquier instante. Me
pide que le llame a usted porque quiere confesarse. (…) No, no le conoce, pero
quiere que sea usted." - (Nunca
he entendido por qué)- "¿Puede
venir a esta casa?
- "Salgo
para ahí en este momento".
(Me interrumpió)
- "Mire,
el asunto no es tan fácil. Me explicaré. El piso está lleno de familiares y
amigos que no dejarán que un sacerdote católico entre en esta casa; pero yo me
encargo de facilitar su entrada".
- "Pues
allá voy, amigo. Dentro de un cuarto de hora estoy ahí, lo que tarde el autobús"
.
El piso era muy grande. Lo
estoy viendo ahora que describo la situación. La puerta entreabierta, un
pasillo largo. Entro decidido después de encomendarme a la Virgen para que
facilitase el encuentro. Rumores de voces en las habitaciones contiguas;
algunas personas que me miran con gesto de asombro. Con un breve saludo me
dirijo a la habitación que estimo puede ser la del enfermo. Efectivamente lo
es.
- "¿Le
han dejado entrar?"
- "He
visto caras de susto y gestos feos; pero ha podido más la Virgen, nuestra
Señora."
- "Gracias.
No tengo mucho tiempo (el enfermo
jadeaba). Quiero confesarme."
(Cogí mi crucifijo, lo besé) - "Comienza,
Dios te escucha".
Yo muy emocionado. El hombre
(era un personaje importante), también. Apliqué mis oídos a sus labios porque
apenas se le oía. La confesión… larga, muy larga.
- "…Y
yo te absuelvo de tus pecados en el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu
Santo".
Al terminar pocos minutos le
quedaban de vida quiso explicarme "su" milagro. Lo hizo
fatigosamente. Se lo agradecí con toda el alma:
- "He
estado cuarenta años ausente de la Iglesia. Y usted se preguntará por qué he
llamado a un sacerdote".
El lo decía todo. Yo callaba.
- "Mi
Madre, al morir, nos reunió a los hermanos… Mirad. No os dejo nada. Nada tengo.
Pero cumplid este testamento que os doy: Rezad todas las noches tres avemarías.
Y yo (¡cómo lloraba el pobre!), yo lo he cumplido, ¿sabe?, lo he cumplido"
Se moría mientras cantaba. A
mí me pareció todo aquello un cántico:
- "Yo lo
he cumplido, yo lo he cumplido"."
.
Eficaz pues, lo de las tres Avemarías. Esas
tres Avemarías, en las que ninguna de sus palabras es vana, porque como decía
San Josemaría, “tienen
aroma de ángel”, son la ayuda necesaria en cualquier rato y
circunstancia; nos da la alegría del momento presente y además a través de la
Madre, podemos vislumbrar con grandes esperanzas, el futuro que DIOS nos tiene
preparados.
Acabo finalmente, reproduciendo un
comentario que me hacia el otro día BRUCE
en mi blog: "Ciertamente es maravilloso
conocer a la Virgen María. Cuanto más mejor. No es necesario para salvarse, ya
lo sabemos, pero quién no la conoce no sabe lo que se pierde"...
No seamos nosotros tan necios de rechazar tan magnífica ayuda celestial;
acudamos a MARIA, que como madre que es, no va a descuidar ninguna de nuestras
necesidades.
* * *
...
...
* * * * *
4 comentarios:
maraviññoso volver a recordar esa anécdota, mejor milagro, de D. Jesús Urteaga. hay muchos, muchos milagros unidos a las tres Avemarías, cuesta tan poco y son infalibles.
BESIÑOS Y GRACIAS
Rezo el rosario con mi nina...nos encanta.
La entrada esta divina,Ella Mi Nina Maria se lo merece.
Por favor Arcendo si puedes,pasate por mi blog para compartir Pasandote El Testigo.
Mil bendiciones.
Lo de maraviññoso no es in guiñoa nuestra Ñ, JAJAJA..., ES UNA SIMPLE ERRATA TACTIL.
Esta entrada va a hacer mucho bien, gracias.
BESIÑOS
Gracias por traerme a María en estas horas.
Podria pensarse que tarde porque ya no es sabado, pero la entrada me llega en el momento apropiado.
Esta tarde hemos rezado en casa dos rosarios, uno mundial el que se anunciaba en facebook y el bloguero que no falla.
Mi madre hoy despues de terminar me dijo que si rezaba otro con ella. Ya era el cuarto del día y te confieso que soy un poco vaga para rezar. Venga vamos, cuando lo ofreció por ti lo he rezado haciendo pucheros. Y luego dicen que somos amigos virtuales, vamos que no somos reales, pues mi madre ni tan siquiera entra en la red y reza un rosario solo para ti. Si esto no son cosas de Dios que personas sin conocerse se unan en la oración. Que baje quien sea y me lo explique.
Un achuchón muy sanador.
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