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Lo dije en mi post anterior, mi intención en este blog es
transmitir la alegría de la esperanza. El Papa Benedicto XVI, en su "Spe
Salvi" nos decía que los cristianos tienen un elemento específico: “Tienen
un futuro: no es que conozcan los pormenores de lo que les espera, pero saben
que su vida, en conjunto, no acaba en el vacío”, es precisamente esa certeza, esa
esperanza segura que solo viene de DIOS, la que hoy de nuevo, me propongo contagiar.
Hoy siguiendo en ese mismo afán, me
fijo y quiero dirigirme a los que están como yo. Enfermos de mayor o menor
calibre, del cuerpo o/y del alma, a todos aquellos de los que Nuestro JESÚS
dice que están cansados y agobiados.
Quisiera
hablar de tú a tú, de enfermo a enfermo..., acercarme con vosotros a EL, para
que juntos, nos alivie a todos. El es nuestro médico supremo, el único que
tiene todos los remedios, la sanación de nuestros cuerpos, la salvación de
nuestras almas.
Cuando pienso en los enfermos en general y en mi
enfermedad en particular, siempre me viene a la cabeza el recuerdo de los últimos
años de nuestro querido beato Juan Pablo II. ¡Que gran entereza en su agonía,
que gran ejemplo para todos los que estamos lidiando con alguna debilidad
corporal!...
Me
acuerdo especialmente de aquel momento, especialmente dramático, cuando asomado
en su ventana quería hablar y no podía hacerlo, el pobre lloraba.... Ahora,
desde allí, desde el cielo, el querido Papa magno ya puede hacerlo, puede
hablar y me habla..., Yo me encomiendo muy a menudo a él, y recomiendo a mis
hermanos enfermos que también lo hagan.
Cuando
tengo en el pensamiento aquella imagen imborrable del balcón vaticano,
enseguida pienso en el gran valor que pueden tener los padecimientos, ofrecidos
a DIOS, de un hombre tan santo...; estoy seguro de que no paró de ofrendar todas
sus dolencias por la Iglesia, por cada uno de nosotros que la integramos...
Para este Papa, ninguno era ajeno a su dolor... Así debemos ser nosotros, en
nuestras respectivas enfermedades.
Por eso, así quiero empezar yo, hablando con mis
hermanos en el dolor y la enfermedad:
Amigo,
hermano, no soy ajeno a lo que te pasa, sé lo que te pasa porque yo también lo
estoy pasando.., y a veces se sufre mucho..., TE
ENTIENDO
Hay mañanas en las que uno se despierta con el ánimo
arriba, como queriendo convencerse de que todo es un mal sueño; pero luego
viene la menor tos.., y todo se desbarata, ese simple contratiempo te recuerda
que sigues mal y todo se viene abajo..., y a veces es imposible evitar que un
torrente -silencioso- de lágrimas corran por tus mejillas.., y por tu alma; es duro, TE
ENTIENDO.
En estos procesos, todos los apoyos se agradecen, sin
embargo a veces, muchos
intentan darte recetas para aliviarte, para animarte, pero en realidad no te
están entendiendo..., es difícil saber lo que es esto, sin haberlo tenido. Sin
embargo hermano enfermo, yo si TE ENTIENDO...
Hay momentos, en los que te
encuentras agotado, roto
por dentro y no sabes qué hacer, ni tampoco sabes si tu vida va a ser alguna
vez igual que antes, ni siquiera si vas a seguir viviendo..., lo sé..., TE ENTIENDO.
O quizás en el extremo..., sabes
que te vas a morir, y te
preguntas cómo será posible que..., cuando faltes las cosas vayan a seguir su
marcha. Que las hojas vuelvan a salir la próxima primavera, que tus hijos
seguirán creciendo y que tú, ya no estarán ahí para verlo... Y te sientes pequeño y muy asustado y... te invade el deseo de rebelarte. TE ENTIENDO.
Soy un hombre, igual que tú y
estoy pasando por los mismos miedos que tú. Y me pregunto porque me está pasando esto y me siento confuso... Ciertamente TE
ENTIENDO, no soy ajeno a tus penas, a tus malos pensamientos, a tus
dolores, a tus incertidumbres...
Pero yo, amigo mío, ¡TENGO FE!, puedo en algún momento, estar abatido,
pero no estoy derrotado, y yo quisiera, además de decirte que compartimos la
enfermedad, además de repetirte que TE ENTIENDO,
quisiera dejarte también mi experiencia de fé.., quisiera "pegarte"
mi locura por DIOS.
Lo primero, es decirte que
voy a rezar por tí. Que no estás solo, que DIOS está contigo.
Yo creo en DIOS y me gustaría que tu también
tuvieras esa certeza, en este momento de nuestra vida. Tu enfermedad y la mía,
tu vida y la mía, está en sus manos... Si rezas, EL te va a escuchar, y va a
transformarte, lo sé, creéme.
Puede que yo en algún momento
tenga ratos de bajón porque
el camino es arduo, pero YO CREO EN DIOS, y en seguida ese pensamiento fugaz, borra
todas mis lágrimas y me viene la fuerza imparable de la esperanza...
Hermano, YO TE
ENTIENDO, pero ¡ENTIÉNDEME TÚ A MÍ!, sé que estando a su lado, pase lo que pase, todo va a
acabar bien.
Querido amigo, si tu confías
en EL, tu ganas. No sin
antes... haber pasado - y ofrecido-, las
cruces (enfermedades de alma o cuerpo) que a cada uno le toque llevar.
Pero.. ten por seguro, de que si hay una
noche, siempre habrá un mañana, un nuevo amanecer mucho más luminoso y alegre
de lo que jamás te puedas imaginar.. ¿ahora?, ¿luego? -da lo mismo-, ¡cuando EL
quiera!, déjalo en sus manos, ES TU PADRE.
Confía en que, cuando DIOS toma su pincel y
engalana los cielos, el resultado siempre es de incomparable belleza, que es lo
que a tí y a mí, nos ESPERA....
.
...
"Sol y luna, bendecid al
Señor;
astros del cielo, bendecid al
Señor.
Lluvia y rocío, bendecid al Señor;
vientos todos, bendecid al Señor.
...
...Bendito el Señor en la bóveda
del cielo,
alabado y glorioso
y ensalzado por los siglos".
...
Extracto del Cántico de las Criaturas del
profeta Daniel
* *
* * *
6 comentarios:
Yo también te entiendo, pero "mi estar" como este día triste de noviembre y tu post ha soltado el chaparrón en mi alma que menos mal que se desborda por los ojos.
No te preocupes que es pasajero, pero desde siempre, desde niña, Noviembre me acongoja.
Por encima de todo, DIOS añadidrá.
BESIÑOS LLUVIOSOS.
Arcendo no habra nadie capaz de salir hoy de aqui sin una oleada grande de Vida, se esté enfermo fisico o no, hay tantas del alma...!
sigue publicando tus pensamientos porque los que pasan, han pasado o tienen una enfermedad, están muy cerca del Señor! un abrazo y mis oraciones.
Qué preciosidad de video, Arcendo, ese instante de luz, cómo ilumina. a veces es así como Dios pasa por las almas.
GRACIAS
BESIÑOS LOHENGRIN
Bueno... la entrada anterior y ésta no pueden ser más hermosas: son un TE-SO-RO, una JO-YA; aquí no hay vanidad, ni soberbia, ni nada que lo empañe, ni nada que se le parezca, sino un precioso canto de fe, esperanza y caridad, compartidas generosamente con todos.
No se puede escribir mejor, ni comunicar mejor la fe; lo siento, de verdad, así.
Hoy leí un poema de Unamuno, que he recordado al leer este testimonio tuyo:
Nunca separes tu dolor
del común dolor humano,
busca el íntimo aquel en que radica
la hermandad que te liga con tu hermano,el que agranda la mente y no la achica; solitario y carnal es siempre vano; sólo el dolor común nos santifica.
(Dolor común)
¡¡¡Muchísimas gracias!!!
Sea Bendito por los siglos de los siglos.
(...)Gracias por ser transmisor de la fe recibida.
Un abrazo sanador.
Yo no puedo entenderlo como tú Arcen, porque como no tengo esa cruz,el Seor no me ha dado la gracia para soportarla.
Qué Dios te bendiga!
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