Ante la sesgada Memoria Histórica que propone el des-gobierno, se impone, por decoro y justicia, hacer un ejercicio serio y concienzudo de recuerdo hacía aquellos a los que la oficialidad pretende escamotear a las nuevas generaciones.
No hace mucho, hacíamos referencia de aquellos intelectuales que por sus ideas, han sido y hoy más que nunca, son ocultados y censurados arbitrariamente por el pensamiento único. La ostensible parcialidad de los del talante, deriva en disparates inconcebibles para cualquiera que ame, de verdad, la cultura y la historia. Minimizar la importancia, cuando no omitir de los nuevos libros de texto, a filósofos y pensadores como Ramiro de Maeztu o Miguel de Unamuno; a escritores como José María Pemán o Agustín de Foxá, y a poetas como Manuel Machado (hermano del encumbrado Antonio); es un desatino tal, que sólo demuestra hasta que punto de sectarismo se atreven a llegar aquellos que dicen estar por el progreso (¿?).
No hace mucho, hacíamos referencia de aquellos intelectuales que por sus ideas, han sido y hoy más que nunca, son ocultados y censurados arbitrariamente por el pensamiento único. La ostensible parcialidad de los del talante, deriva en disparates inconcebibles para cualquiera que ame, de verdad, la cultura y la historia. Minimizar la importancia, cuando no omitir de los nuevos libros de texto, a filósofos y pensadores como Ramiro de Maeztu o Miguel de Unamuno; a escritores como José María Pemán o Agustín de Foxá, y a poetas como Manuel Machado (hermano del encumbrado Antonio); es un desatino tal, que sólo demuestra hasta que punto de sectarismo se atreven a llegar aquellos que dicen estar por el progreso (¿?).
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Ocupa, sin duda, lugar destacado, en toda esa pléyade de escritores excelentes, ahora malditos, el autor al que quiero homenajear hoy, por pundonor y por puro merecimiento: Don Pedro Muñoz Seca.
Recordamos a Muñoz Seca, sobretodo por su inigualable “Venganza de Don Mendo”, no en vano, Don Pedro, fue fecundísimo dramaturgo y creador de un novedoso género del teatro cómico, el astracán; que pronto gozó del aplauso masivo del público. A pesar de eso y en honor a la verdad, hay que decir que la llamada, astracanada, no fue valorada del mismo modo por la crítica por creerla demasiado vulgar; sin embargo, hay que decir muy en favor suyo que, en el caso de este autor, sus obras, fueron auténticas obras maestras, sátiras inspiradas y jocosas, con las que el público gozó y que aún hoy, son capaces de llenar teatros.
En realidad, no se sabe muy bien, quien dicta los gustos de la gente, pero a tenor de lo que se vé actualmente, se puede decir sin temor al equívoco, que el talento de Muñoz Seca, está a años luz de muchos de los de su época y por descontado de cualquier escritorcillo de los de ahora por muchos premios planeta que reciban.
La erudición actual, simplemente, no existe; estamos sumidos en una cultureta pobre y ramplona, en la que nos hace gracia cualquier cantamañanas que sale por la televisión; Somos tan papanatas de reír cualquier imbecilidad, sin gracia ni sentido, en aras de un esnobismo idiota, mientras despreciamos a un maestro del humor genial, como el que hoy estamos hablando.
La fina ironía de sus textos, la inteligencia de sus tramas, el extraordinario manejo del lenguaje, hacen de Muñoz Seca, un autor digno de estar en la cima de nuestra buena literatura cómica.
Muñoz Seca, no sólo nos dejó una lección de arte, sino de vida; La anécdota conocida y varias veces relatada por su nieto Alfonso Ussia, referente a su muerte, es altamente significativa. Como se sabe y conviene recordar, Muñoz Seca, murió asesinado, sin motivo, en una de las sacas del madrileño pueblo de Paracuellos del Jarama, siendo el ínfame Santiago Carrillo responsable de orden público de Madrid.
Cuenta Ussia, que D. Pedro, en la checa donde le tenían preso, pronunció las siguientes palabras: «Me lo habéis quitado todo, la familia, la libertad, me vais a quitar la vida; Pero, ¿sabéis lo que no podréis arrebatarme jamás? el miedo». Y esa misma sorprendente integridad nunca exenta de salero, la mantuvo hasta delante del mismo pelotón de fusilamiento, al que despidió con estas palabras: “Me temo que ustedes no tienen intención de incluirme en su círculo de amistades".
¡Que gran lección!, el hecho valiente de asumir y afrontar su muerte con humor y optimismo, frente a la sinrazón y a la brutalidad, nos da la imagen de la enorme talla moral y personal de este gran escritor, que merece todo el honor y el reconocimiento que sepamos capaces de darle.
Ocupa, sin duda, lugar destacado, en toda esa pléyade de escritores excelentes, ahora malditos, el autor al que quiero homenajear hoy, por pundonor y por puro merecimiento: Don Pedro Muñoz Seca.
Recordamos a Muñoz Seca, sobretodo por su inigualable “Venganza de Don Mendo”, no en vano, Don Pedro, fue fecundísimo dramaturgo y creador de un novedoso género del teatro cómico, el astracán; que pronto gozó del aplauso masivo del público. A pesar de eso y en honor a la verdad, hay que decir que la llamada, astracanada, no fue valorada del mismo modo por la crítica por creerla demasiado vulgar; sin embargo, hay que decir muy en favor suyo que, en el caso de este autor, sus obras, fueron auténticas obras maestras, sátiras inspiradas y jocosas, con las que el público gozó y que aún hoy, son capaces de llenar teatros.
En realidad, no se sabe muy bien, quien dicta los gustos de la gente, pero a tenor de lo que se vé actualmente, se puede decir sin temor al equívoco, que el talento de Muñoz Seca, está a años luz de muchos de los de su época y por descontado de cualquier escritorcillo de los de ahora por muchos premios planeta que reciban.
La erudición actual, simplemente, no existe; estamos sumidos en una cultureta pobre y ramplona, en la que nos hace gracia cualquier cantamañanas que sale por la televisión; Somos tan papanatas de reír cualquier imbecilidad, sin gracia ni sentido, en aras de un esnobismo idiota, mientras despreciamos a un maestro del humor genial, como el que hoy estamos hablando.
La fina ironía de sus textos, la inteligencia de sus tramas, el extraordinario manejo del lenguaje, hacen de Muñoz Seca, un autor digno de estar en la cima de nuestra buena literatura cómica.
Muñoz Seca, no sólo nos dejó una lección de arte, sino de vida; La anécdota conocida y varias veces relatada por su nieto Alfonso Ussia, referente a su muerte, es altamente significativa. Como se sabe y conviene recordar, Muñoz Seca, murió asesinado, sin motivo, en una de las sacas del madrileño pueblo de Paracuellos del Jarama, siendo el ínfame Santiago Carrillo responsable de orden público de Madrid.
Cuenta Ussia, que D. Pedro, en la checa donde le tenían preso, pronunció las siguientes palabras: «Me lo habéis quitado todo, la familia, la libertad, me vais a quitar la vida; Pero, ¿sabéis lo que no podréis arrebatarme jamás? el miedo». Y esa misma sorprendente integridad nunca exenta de salero, la mantuvo hasta delante del mismo pelotón de fusilamiento, al que despidió con estas palabras: “Me temo que ustedes no tienen intención de incluirme en su círculo de amistades".
¡Que gran lección!, el hecho valiente de asumir y afrontar su muerte con humor y optimismo, frente a la sinrazón y a la brutalidad, nos da la imagen de la enorme talla moral y personal de este gran escritor, que merece todo el honor y el reconocimiento que sepamos capaces de darle.
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Para terminar os quiero dejar con unos ingeniosos versos de este gran escritor, y ¿Cómo no?, con su obra cumbre “Don Mendo”, interpretada por un gran Manolo Gómez Bur, al que también recordamos debidamente.
Cuando preguntaban a D. Pedro, cuales eran sus escritores favoritos, él siempre respondía:
Don Miguel de Unam-uno
Benito Perez Gal-dos
Miguel de Cer-van-tres
Luca de Tena, Tor-cuatro
y Benavente, Ja-cinco.
Para terminar os quiero dejar con unos ingeniosos versos de este gran escritor, y ¿Cómo no?, con su obra cumbre “Don Mendo”, interpretada por un gran Manolo Gómez Bur, al que también recordamos debidamente.
Cuando preguntaban a D. Pedro, cuales eran sus escritores favoritos, él siempre respondía:
Don Miguel de Unam-uno
Benito Perez Gal-dos
Miguel de Cer-van-tres
Luca de Tena, Tor-cuatro
y Benavente, Ja-cinco.
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Sin duda genial, y ahora, se abre el telón, con un fragmento inolvidable de “La venganza de D. Mendo”.
¡D. Pedro Muñoz Seca, que Dios te tenga en la gloria, que es donde mereces estar!.
Pdta. ¡Viva el Geta, a pesar de todo, son unos CAMPEONES!
6 comentarios:
Hace poco que paso por este maravilloso blog y siempre encuentro entradas que me interesan. Ahora recordando al inolvidable Muñoz Seca. He disfrutado con el video ya que en unas vacaciones cuando éramos pequeños entre todos los primos representamos “Don Mendo” para toda la familia y vecinos. Y esa parte que es muy divertida la recuerdo bien.
que penaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa perdieron con la cabeza bien alta!!!
Magnífica entrada, una bocanada de aire fresco en este planeta de monoZ.
Gracias a todos por la visita y los elogiosos comentarios.
Para mi amigo Quico. Ya se te echaba de menos por estos lares.
Para mis nuevos visitantes Fran y Braincrapped. Lo dicho agradecido por vuestras aportaciones, y que sepais que este es un sitio, donde sois bienvenidos.
SALUDOS A TODOS.
Todos los que nombras son fabulososos. Mi preferido es Unamuno, a pesar de las teor�as de su agnosticismo que yo no lo creo porque se pas� la vida buscando a Dios.Y Pem�n es la pura sensibilidad hecha escritura. Manuel Machado, mucho mejor que su hermano y Mu�oz Seca deb�a haber sido declarado h�roe nacional.
Ten�amos que hacer un blog dedicado s�lo a estas historias de la aut�ntica memoria.
Ha sido un pleno este post tuyo.
Gracias.
Yo creo que el gafe de las altas esferas llega hasta el futbol.
Arcendo, lo has dicho todo. No se puede decir más.
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