.
Las últimas semanas han sido espectaculares. El desatino, la barbaridad, lo grotesco, el descomedimiento se han instalado definitivamente en España; el gran circo de la estupidez por fín ha establecido su carpa en nuestras tierras de forma permanente.
Hagamos un breve repaso al repertorio de las últimas actuaciones:
.
Empezaba la representación, precisamente la víspera de la fiesta Nacional. El papel estelar para Marianito el torpe: “Mañana tengo el coñazo del desfile”; la chirigota no tuvo gracia, pero hubo “Público”, que le sacó chispa.
Tanto es así que días después hasta hubo medios que le sacaron chiste al chiste y hasta televisiones que supieron aceptar el ácido humor de Marianito, reconociendo unas dotes de payaso, escondidas hasta ahora.
.
Entre medias, la trouppe conocida como “Colectivo feminista” tampoco defraudó. El número, innovador donde los haya, se le ha bautizado con el curioso anglicismo de “pixing”. Según las integrantes de este grupo de contorsionistas de la vejiga, el “pixing” es además “"una manera de contribuir a la lucha feminista”. ¡Por eso tiene más mérito!.
Ellas prefieren permanecer en el anonimato (no me extraña) y su espectáculo es callejero.
¿Pero en que consiste el pixing?. Ni más, ni menos que en hacer pis en la calle, además desafiando a las autoridades, es decir sin redes y sin bragas….¡quien da más!. El reclamo es bien claro: ¿Por qué los hombres (guarros) lo hacen tan orgullosamente y nosotras no? ¿Qué es lo que tenemos que esconder y de quién?. ¡Valiente majadería feminista que no se deben perder!.
Además para facilitar las cosas, en su guía explican los lugares urbanos donde van a practicar este comprometido numerito. ¡Pasen y vean, lo nunca visto. Mujeres sin vergüenza, ni dignidad, en plena acción mingitoria!.
.
Continuando por la senda de lo escatológico y de lo rocambolesco, este Circo de los disparates, todavía tiene muchos más artistas.
¡Que decir de Albertino Gallardoni!, el mago del contenedor. Se llama a sí mismo liberal y acto seguido la transformación se hace visible ante sus propios ojos. Tras un breve espionaje a cualquier cubo de basura, este magistral mago transformista se transmuta en Alberto Torquemada, el inquisidor; y del cubo empiezan a salir misteriosamente impuestos y multas sin parar.. ¡asombroso!, ¡impresionante!.
Hasta el tiempo se muda, hasta las instituciones se cambian: ¡De 2007 a 1984!, ¡del respetable cuerpo de la Policía municipal, hasta la policía del pensamiento de Orwell!...y todo en un pis pas. Lo ves y ahora no lo ves. ¿Cómo lo ves?.
.
La función debe continuar, y continua con los dos siguientes números,¡a cual más espeluznante!.
Estos días, el espectáculo se traslada a cielo abierto, a costas valencianas. El aterrador número lleva por título “El barco de la muerte”, nada que ver con aquel lúdico “Love boat” de “Vacaciones en el mar”, donde éramos recibidos en el Princesa del Pacífico, por el siempre amable Capitán Stubing, la eficiente Julíe y el gracioso contramaestre Gopher; esta vez, los tripulantes también van de blanco, pero sus vestimentas son batas y su labor es mucho más terrorífica.
Sintetizando: el número consiste en embarcar a una docena de mujeres, desplazarse a aguas internacionales e inducirles el aborto y además en unas condiciones sanitarias mucho menos seguras que las que tendrían si se les practicara en un medio hospitalario.
Es decir…. Rizar el rizo, el circo del horror y de la muerte a su alcance. ¡Terrible!, Matar a un seres humanos no nacidos y maltratar a la vez a las madres, sometiéndolas a unos riesgos de salud absolutamente innecesarios es el espectáculo más execrable ¡jamás visto!.
Y todo ello amenizado con un miserable coro de los conocidos faranduleros “los de la ceja” y una comparsas de muerte.
.
Pero el número fuerte, la guinda del pastel, es con derecho propio para ese gran luchador de los juzgados de España: Garzón “El desenterrador”, implacable fajador de causas perdidas, y siniestro donde los haya (o sea lo contrario de diestro).
En su afán de provocar un juicio final “no mercy” (sin piedad), ha retado a todos los fantasmas y espectros de toda nuestra historia reciente. ¡Que valentía!, ¡Que manera de perder el tiempo y el dinero!. Los muertos esperan en el más allá la terrible venganza del justiciero luchador. ¿Quién se puede resistir a tan escalofriante combate?. ¿lo narrará Héctor del Mar?... todo esto en los próximos días. Pero me temo que, esta vez el desenterrador tiene todas las de perder, y los españoles también.
.
Para finalizar, aunque la función ha comenzado por la derecha y con un clown, como todo buen evento circense, la representación no puede acabar sin la actuación de otro payaso, el más famoso, el menos querido, el payaso triste Pepiño, y su “espetaculo”: -Por la boca muere el peZ-.
El colmo de la risión, es de traca: "Tengo un asco al Madrid que no lo puedo ni ver". Este payaso, este mister magoo de la política, no deja de tener gracia…es una equivocación total hasta en su apellido, nació blanco y morirá blanco, quiera o no quiera.
Pepiño, nadie como él, sabe hacer amigos….¡menos mal que no está en la cartera de exteriores, que si no ya teníamos montada la 3ª guerra mundial!.
Pepiño, no se lo pierdan cada vez que abre la boca…. carcajada asegurada.
.
En todos estos fastos habrá incondicionales que obsequiarán al público asistente al apocalíptico espectáculo con un par de cajas de fósforos, para a la salida poder acudir a los templos y a las Iglesias católicas para hacerlas arder como sacrificio en pira ritual en aras del progreso y la modernidad: "¡¡¡La única iglesia que ilumina es la que arde!!!", dicen estos enanos mentales.
.
Como ven ustedes este es un circo único, no falta de nada; con este elenco de personajes, ¿quién echa de menos a la mujer barbuda o al hombre bala?, este es el verdadero “más difícil todavía”, más absurdo cada día…. No tiene comparación!.
Es un espectáculo de muerte y desaparición que les dejará con la boca abierta y los bolsillos vacios, pero… ¡Dense prisa!, esta es la última actuación de España…no se la pierdan!.
Hagamos un breve repaso al repertorio de las últimas actuaciones:
.
Empezaba la representación, precisamente la víspera de la fiesta Nacional. El papel estelar para Marianito el torpe: “Mañana tengo el coñazo del desfile”; la chirigota no tuvo gracia, pero hubo “Público”, que le sacó chispa.
Tanto es así que días después hasta hubo medios que le sacaron chiste al chiste y hasta televisiones que supieron aceptar el ácido humor de Marianito, reconociendo unas dotes de payaso, escondidas hasta ahora.
.
Entre medias, la trouppe conocida como “Colectivo feminista” tampoco defraudó. El número, innovador donde los haya, se le ha bautizado con el curioso anglicismo de “pixing”. Según las integrantes de este grupo de contorsionistas de la vejiga, el “pixing” es además “"una manera de contribuir a la lucha feminista”. ¡Por eso tiene más mérito!.
Ellas prefieren permanecer en el anonimato (no me extraña) y su espectáculo es callejero.
¿Pero en que consiste el pixing?. Ni más, ni menos que en hacer pis en la calle, además desafiando a las autoridades, es decir sin redes y sin bragas….¡quien da más!. El reclamo es bien claro: ¿Por qué los hombres (guarros) lo hacen tan orgullosamente y nosotras no? ¿Qué es lo que tenemos que esconder y de quién?. ¡Valiente majadería feminista que no se deben perder!.
Además para facilitar las cosas, en su guía explican los lugares urbanos donde van a practicar este comprometido numerito. ¡Pasen y vean, lo nunca visto. Mujeres sin vergüenza, ni dignidad, en plena acción mingitoria!.
.
Continuando por la senda de lo escatológico y de lo rocambolesco, este Circo de los disparates, todavía tiene muchos más artistas.
¡Que decir de Albertino Gallardoni!, el mago del contenedor. Se llama a sí mismo liberal y acto seguido la transformación se hace visible ante sus propios ojos. Tras un breve espionaje a cualquier cubo de basura, este magistral mago transformista se transmuta en Alberto Torquemada, el inquisidor; y del cubo empiezan a salir misteriosamente impuestos y multas sin parar.. ¡asombroso!, ¡impresionante!.
Hasta el tiempo se muda, hasta las instituciones se cambian: ¡De 2007 a 1984!, ¡del respetable cuerpo de la Policía municipal, hasta la policía del pensamiento de Orwell!...y todo en un pis pas. Lo ves y ahora no lo ves. ¿Cómo lo ves?.
.
La función debe continuar, y continua con los dos siguientes números,¡a cual más espeluznante!.
Estos días, el espectáculo se traslada a cielo abierto, a costas valencianas. El aterrador número lleva por título “El barco de la muerte”, nada que ver con aquel lúdico “Love boat” de “Vacaciones en el mar”, donde éramos recibidos en el Princesa del Pacífico, por el siempre amable Capitán Stubing, la eficiente Julíe y el gracioso contramaestre Gopher; esta vez, los tripulantes también van de blanco, pero sus vestimentas son batas y su labor es mucho más terrorífica.
Sintetizando: el número consiste en embarcar a una docena de mujeres, desplazarse a aguas internacionales e inducirles el aborto y además en unas condiciones sanitarias mucho menos seguras que las que tendrían si se les practicara en un medio hospitalario.
Es decir…. Rizar el rizo, el circo del horror y de la muerte a su alcance. ¡Terrible!, Matar a un seres humanos no nacidos y maltratar a la vez a las madres, sometiéndolas a unos riesgos de salud absolutamente innecesarios es el espectáculo más execrable ¡jamás visto!.
Y todo ello amenizado con un miserable coro de los conocidos faranduleros “los de la ceja” y una comparsas de muerte.
.
Pero el número fuerte, la guinda del pastel, es con derecho propio para ese gran luchador de los juzgados de España: Garzón “El desenterrador”, implacable fajador de causas perdidas, y siniestro donde los haya (o sea lo contrario de diestro).
En su afán de provocar un juicio final “no mercy” (sin piedad), ha retado a todos los fantasmas y espectros de toda nuestra historia reciente. ¡Que valentía!, ¡Que manera de perder el tiempo y el dinero!. Los muertos esperan en el más allá la terrible venganza del justiciero luchador. ¿Quién se puede resistir a tan escalofriante combate?. ¿lo narrará Héctor del Mar?... todo esto en los próximos días. Pero me temo que, esta vez el desenterrador tiene todas las de perder, y los españoles también.
.
Para finalizar, aunque la función ha comenzado por la derecha y con un clown, como todo buen evento circense, la representación no puede acabar sin la actuación de otro payaso, el más famoso, el menos querido, el payaso triste Pepiño, y su “espetaculo”: -Por la boca muere el peZ-.
El colmo de la risión, es de traca: "Tengo un asco al Madrid que no lo puedo ni ver". Este payaso, este mister magoo de la política, no deja de tener gracia…es una equivocación total hasta en su apellido, nació blanco y morirá blanco, quiera o no quiera.
Pepiño, nadie como él, sabe hacer amigos….¡menos mal que no está en la cartera de exteriores, que si no ya teníamos montada la 3ª guerra mundial!.
Pepiño, no se lo pierdan cada vez que abre la boca…. carcajada asegurada.
.
En todos estos fastos habrá incondicionales que obsequiarán al público asistente al apocalíptico espectáculo con un par de cajas de fósforos, para a la salida poder acudir a los templos y a las Iglesias católicas para hacerlas arder como sacrificio en pira ritual en aras del progreso y la modernidad: "¡¡¡La única iglesia que ilumina es la que arde!!!", dicen estos enanos mentales.
.
Como ven ustedes este es un circo único, no falta de nada; con este elenco de personajes, ¿quién echa de menos a la mujer barbuda o al hombre bala?, este es el verdadero “más difícil todavía”, más absurdo cada día…. No tiene comparación!.
Es un espectáculo de muerte y desaparición que les dejará con la boca abierta y los bolsillos vacios, pero… ¡Dense prisa!, esta es la última actuación de España…no se la pierdan!.
* * * * *
8 comentarios:
Y yo me pregunto:¿Cómo una semana puede dar para tanto? Más que un circo parece el tren del terror. ¡Que barbaridad!.
Lo que más me aterra es el barco de la muerte, ya me imagino el mar tiñéndose de rojo con la sangre de los inocentes. Me parece espeluznante.
Al fin y al cabo los muertos ya descansan en paz, bueno supongo que no todos, sólo Dios sabe, pero esos bebés arrancados del vientre de sus madres tienen que clamar justicia por una eternidad. Ellas no me dan ninguna pena, lo siento suben al barco encantadas y voluntariamente. Si las condiciones sanitarias son peores allá ellas.
Bueno a ver si esta semanita nos depara mejores augurios.
Oye, ¿dónde se venden esos carteles, tan artísticos? Digo yo que se podían repartir como si fueran premios-no premios.
Un beso
Querido Arcendo, reparten cajetillas de cerillas con un eslogan las iglesias que dan luz son las que se queman, eso hicieron el otro día en Valencia, más información en Hazte Oir, o en mi blog en el post de hoy.
Un beso.
Querido Arcendo, echa un vistazo a esto:
http://porlafamiliaporlavida.wordpress.com/2008/10/20/los-defensores-del-aborto-encienden-la-mecha-del-odio-hacia-la-iglesia-catolica/
Un beso.
Arcendo,
Muy buen resumen.
El juego, en principio era los fines de semana, para animar el cotarro pero si quieres podemos hacerlo en cualquier entrada...
Del trabajo de Raphael... no caigo, seguiré pensando.
Respecto a tu título: "había una vez .... un circo" de los payasos de la tele, Miliki, Fofó, Fofito y Milikito (hoy factotum de la sexta, quién le ha visto y quien le ve).
un abrazo,
Hola!
Me gustaría agregar tu blog en mi lista de enlaces. Si tu quieres que te añada a dicha lista agrega mi blog a la tuya:
http://coloresperanza.wordpress.com
Saludos,
Nicolás
Y yo que pensaba que el unico circo del mundo estaba instalado definitivamente en mi pais, aunque ahora estan luchando las nuevas autoridades por cambiar eso. Terrible semana Arcendo espero que vengan tiempos mejores
Sabes que yo ya vi a una de esas del pixin pero creí que era un caso de aguda necesidad, ni por lo más remoto se me ocurrió pensar que formaba parte de un movimiento.
¡Que asquerosidad!, como me tropiece con otras me van a oir.
Lo del juego toda la semana me parece excesivo. ¿No creéis?, que no está el circo para demasiados juegos.
Un beso.
Se me olvidaba: ¿por qué no felicitas a Desire que ya ha ganado su primer premio?
Otro beso
Lo siento, Arcendo, yo recuerdo de pequeño que iba al circo para disfrutar y reirme con los payasos pero este Circo Ibérico, no me hace disfrutar absolutamente nada y los payasos, en vez de hacerme reir, me hacen llorar. ¡Qué me devuelvan el dinero!... Esto no es lo que yo he venido a ver.
Un abrazo.
Publicar un comentario