MARGINALES PERO ...INOFENSIVOS

En este mundo nuestro, todo es cuantificable y clasificable, por eso lo son también los grupos humanos, especialmente los llamados urbanitas. Últimamente la acuñación del término friki se utiliza con cierta frecuencia, y a veces lo aplicamos a cualquiera que se salga un poco de lo normal, (Pepiños, a parte, que son espécimenes, de distinta procedencia y estructura…mucho más burda).
Así, es cierto que las distintas tribus humanas tienden a estereotiparse, pero incluso dentro de esos círculos, todavía hay diferencias. Analicemos pues, este extenso río y sus distintos afluentes.

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Todo se inició en los 80 y probablemente el detonante fué la película “La venganza de los Nerds”.Para entender esta palabreja diremos que es la evolución, mal llevada de los famosos JASP, si ya saben…”Jóvenes aunque sobradamente preparados”. El prototipo de nerd es el de un tipo pequeño, enfermizo, lleno de granos, con ropa desgastada y pasada de moda, peinado engominado tipo Mijatovic y bastante despistado. Las gafas son grandes y de pasta (normalmente con cristales rotos y montura pegada con cinta adhesiva). Suele ir provisto de calculadora, a ser posible científica y siempre saca las mejores calificaciones. Su problema es la inadaptación, nadie quiere hablar con él, y siempre están fuera de lugar.

El nerd tiene un coeficiente intelectual por encima de la media, pero su compañía se ve mal, no es popular.

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Pues bien…el Friki es el desarrollo , la versión corregida y aumentada del nerd.

La wikipedia les define a la perfección: “Friki, frik o freaki (que en la forma, y no necesariamente en el significado, procede del inglés freak, específicamente freaky, que significa raro, extravagante, estrafalario o fanático), es un término usado en el idioma español para referirse a la persona interesada u obsesionada al menos con un tema, afición, o hobby en concreto.”
Así, la inmensa mayoría de los frikis parecen sacados de la ficción, al igual que sus precursores nerds, visten y piensan fuera de contexto. Solo que en este último caso, es decir los frikis, sí son seres sociables, pero siempre con los de su misma especie.

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El friki más común es el de la subespecie “trekkie”, fan de Star Trek, pero existen fans de Star Wars, de Matrix, de Harry Potter, de El señor de los Anillos, de los juegos de Rol, de los vídeo juegos (gamers) y de los comics (comiquero).

Un Friki de estas característica puede rondar fácilmente entre los 16 y los 50 años y seguir como un niño una saga de TV como Stargate SG1 o Héroes y se sabrá con detalle todas las tramas y subtramas de películas de culto como Kill Bill o los detalles más insignificantes del universo oficial y el expandido de Star Wars, o todos los recovecos de la Tierra Media.

El friki, en cierta manera, aúna el dogma de su obsesión, con la cultura de la sociedad y el consumo. Es un producto de todos ellos.

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El tercer espécimen es el geek que es una subespecie del friki. Su fascinación es específica por las tecnologías punta y la informática. El geek es tan inteligente como el nerd, pero se adapta mejor a la sociedad y específicamente a su consumo. Siempre está armado de los mejores gadgets y equipos electrónicos. Se despierta con alarma sincronizada con un reloj atómico, usa un reloj binario en la muñeca, su movil es el más fashion con pantalla táctil, todo de última generación, y siempre lleva un ipod y portátil Vaio o mejor aun, un Macbook pero con un potentísimo procesador.
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Las consecuencias de pertenecer a uno de estos grupos marginales, es que no todo el mundo está contento cerca de un friki o un geek. Normalmente un auténtico erudito, intelectual o catedrático universitario, se preguntará cuantos de estos elementos han leído completo el Quijote, por ejemplo, probablemente muy pocos; sin embargo nunca se les podrá pillar en un renuncio al preguntarles sobre los modos y costumbres vulcanianos, o tal tratado geográfico de las tierras de Mordor escrito en élfico antiguo. El ser humano común, el muggle medio, no le entenderá y se reirá de sus excentricidades; pero él no hace daño a nadie y es feliz…
Yo sin duda… prefiero a estos raritos, antes que a los llamados anti globalización, al menos estos no te tiran un coctel molotov por un quítame allá estas pajas.

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A mi estos…no me molestan, es más, en cierta manera, me considero uno de ellos, pero eso le explicaré en próximas tandas.

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¡Que la fuerza os acompañe!

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Pdta. La imagen de cabecera pertenece a una selección de una excelente gráfica del dibujante Scott Johnson, que podéis ver en su totalidad AQUÍ.

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