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“Mujer virtuosa, ¿quién la hallará? Porque su estima sobrepasa largamente a la de las piedras preciosas.
El corazón de su marido está en ella confiado, Y no carecerá de ganancias.
Le da ella bien y no mal Todos los días de su vida”. Proverbios 31:10
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Este fín de semana, como bien sabéis muchos, para mí ha sido excepcional, maravilloso, único. Lo ha sido porque, durante estos dos días, Dios ha sido el centro de nuestra familia. Esta ha sido como la culminación de una etapa más del camino, que emprendimos mi mujer y yo, desde aquel momento en que decidimos libremente unirnos delante de Dios en Matrimonio.
El corazón de su marido está en ella confiado, Y no carecerá de ganancias.
Le da ella bien y no mal Todos los días de su vida”. Proverbios 31:10
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Este fín de semana, como bien sabéis muchos, para mí ha sido excepcional, maravilloso, único. Lo ha sido porque, durante estos dos días, Dios ha sido el centro de nuestra familia. Esta ha sido como la culminación de una etapa más del camino, que emprendimos mi mujer y yo, desde aquel momento en que decidimos libremente unirnos delante de Dios en Matrimonio.
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Dice la canción que veinte años no es nada, (nosotros llevamos 18 años casados), pero todos esos años, que mi matrimonio, lleva a las espaldas y en el alma, tienen todos sus meses, sus dias, sus horas, minutos y segundos… y ahí que vivirlos, a veces cuesta arriba, otros en llanura y todos con el corazón en la mano.
La plenitud de haber cumplido medianamente una simple fase, como la de este sábado es pues, emocionante, simplemente porque hemos hecho el camino juntos y mirando los dos hacía arriba, buscando juntos, la ayuda del único que puede hacer el camino de este Valle de lágrimas más llevadero.
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Estoy convencido de que sin Dios nada logramos, y que siendo fieles a El, todo es posible; pero también…fieles entre nosotros.
Hoy, a juzgar por los periódicos, las televisiones, las revistas e incluso las conversaciones, parece que la fidelidad no está de moda; es más me dá la sensación que muchos han llegado a auto- convencerse, de que es imposible fidelidad y de que casi es más propio del ser humano ese mariposeo imperante.
Sin embargo, la fidelidad, es el motor que mueve el amor, y el amor es el motor del mundo.
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En los mercados de Dios y por tanto de todas las cosas que importan, nunca te venden amor ya fabricado; te ofrecen una semillita que tú debes plantar en tu corazón; que tienes luego que regar y cultivar mimosa-mente; que has de preservar de las heladas y defender de los fríos, y que, al fin, tarde, muy tarde, quién sabe en qué primavera, acabará floreciéndote e iluminándote el alma.
Desde luego que la vida no siempre es de color de rosa, a tantas pruebas cotidianas me remito; porque el amor es lucha, labor de brega y sacrificio diario; en el que también la delicadeza de los detalles tiene su gran importancia. Y es lucha, porque estar enamorado requiere una entrega total, a veces un abandono en la voluntad del otro, donde los egoísmos hay que dejarlos de lado, y eso cuesta y mucho. Ese día a día, es un desafío tras desafío. Pero cuando con el esfuerzo cotidiano y con la ayuda de Dios, se consigue algo, la recompensa es infinita. No hay otra mejor.
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En mi caso, después de 18 años casados, y otros 10 que fuimos novios, y aún hoy, cuando la encuentro en la calle, sin esperar verla, todavía me da un vuelco el corazón. Quiero decir, que para mi, el amor no muere. Tengo montañas de poemas escritos para ella y para lo que nos une. Y no es rutina, desde luego. Y no lo veo perfecta, ni ella a mí. Y no estamos de acuerdo siempre. Pero, sobre todo, nos queremos, y estoy convencido de que ella es lo más importante de mi vida, después de Dios.
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Hace tiempo, un papá preguntó a su hijo de cinco años de edad:
Dice la canción que veinte años no es nada, (nosotros llevamos 18 años casados), pero todos esos años, que mi matrimonio, lleva a las espaldas y en el alma, tienen todos sus meses, sus dias, sus horas, minutos y segundos… y ahí que vivirlos, a veces cuesta arriba, otros en llanura y todos con el corazón en la mano.
La plenitud de haber cumplido medianamente una simple fase, como la de este sábado es pues, emocionante, simplemente porque hemos hecho el camino juntos y mirando los dos hacía arriba, buscando juntos, la ayuda del único que puede hacer el camino de este Valle de lágrimas más llevadero.
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Estoy convencido de que sin Dios nada logramos, y que siendo fieles a El, todo es posible; pero también…fieles entre nosotros.
Hoy, a juzgar por los periódicos, las televisiones, las revistas e incluso las conversaciones, parece que la fidelidad no está de moda; es más me dá la sensación que muchos han llegado a auto- convencerse, de que es imposible fidelidad y de que casi es más propio del ser humano ese mariposeo imperante.
Sin embargo, la fidelidad, es el motor que mueve el amor, y el amor es el motor del mundo.
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En los mercados de Dios y por tanto de todas las cosas que importan, nunca te venden amor ya fabricado; te ofrecen una semillita que tú debes plantar en tu corazón; que tienes luego que regar y cultivar mimosa-mente; que has de preservar de las heladas y defender de los fríos, y que, al fin, tarde, muy tarde, quién sabe en qué primavera, acabará floreciéndote e iluminándote el alma.
Desde luego que la vida no siempre es de color de rosa, a tantas pruebas cotidianas me remito; porque el amor es lucha, labor de brega y sacrificio diario; en el que también la delicadeza de los detalles tiene su gran importancia. Y es lucha, porque estar enamorado requiere una entrega total, a veces un abandono en la voluntad del otro, donde los egoísmos hay que dejarlos de lado, y eso cuesta y mucho. Ese día a día, es un desafío tras desafío. Pero cuando con el esfuerzo cotidiano y con la ayuda de Dios, se consigue algo, la recompensa es infinita. No hay otra mejor.
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En mi caso, después de 18 años casados, y otros 10 que fuimos novios, y aún hoy, cuando la encuentro en la calle, sin esperar verla, todavía me da un vuelco el corazón. Quiero decir, que para mi, el amor no muere. Tengo montañas de poemas escritos para ella y para lo que nos une. Y no es rutina, desde luego. Y no lo veo perfecta, ni ella a mí. Y no estamos de acuerdo siempre. Pero, sobre todo, nos queremos, y estoy convencido de que ella es lo más importante de mi vida, después de Dios.
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Hace tiempo, un papá preguntó a su hijo de cinco años de edad:
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- ¿Qué es lo que más te gusta de papá?
Y el niño contestó:
- Lo que más me gusta de papá es................. mamá.
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- ¿Qué es lo que más te gusta de papá?
Y el niño contestó:
- Lo que más me gusta de papá es................. mamá.
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A mí, me sigue pasando lo mismo, estoy de acuerdo con aquel niño.
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7 comentarios:
Me ha impactado lo del vuelco al corazón, me he quedado impresionada... después de 18 años, muy fuerte. O sea que existe.
Mañana vuelvo mi vida, que estoy k.o, pero no podía dejar de decírte lo del vuelco.
He encomendado muchísimo a tu niño (qué preciosísimos están verdad?)!
Un súper truely hug.
Felicidades por el aniversario. La entrada te ha salido emocionante, escrita desde el corazón. Un abrazo.
Este es un post hermoso y lleno de verdades. Felicidades a los dos por vuestra fidelidad y el amor vivo.
Un beso
Felicidades por la maravillosa familia que formáis y porque, como se puede ver en esta encantadora entrada, llevas mucha culpa en ello. Me pasa como a Guerrera, lo del vuelco me ha llegado.
Nosotros llevamos, parecido a vosotros, diecisiete años y el pequeño toma la primera comunión el próximo sábado lo que nos hace muchísima ilusión.
Bueno, Arcendo, de cuanto nos cuentas yo estaba seguro pero estas cosas del corazón no sólo se deben llevar dentro, conviene de vez en cuando hacerlas público.
A veces parece que son cosas que se deben dar por sentadas y que sobre todo no es necesario decirlo a la persona amada porque ella lo sabe. Pues no, a pesar de que lo sepa hay que lanzarlo a los cuatro vientos para que ellos lo transporte cual polen que deja su semilla en el corazón.
Felicidades por todo, por ese días de Comunión que habéis pasado en familia y por ese amor lanzado al viento.
Un abrazo, amigo.
Querido amigo: esto que has escrito se rezuma en todos tus post, siempre he sabido (y creo, sin temos a equivocarme, que todos los que pasan por aquí piensan lo mismo) que eres un hombre profundamente enamorado y correspondido: se nota en el aire, se escucha en la música que pones, en los vídeos que vemos. El amor es así como nos lo dio Dios: algo para elevarnos y compartir con los demás, como dice Terly y, de vez en cuando repartirlo a todos para que sean tan felices como tú.
Ayer le recé a María Auxiliadora por todos nosotros y hoy me encuentro este post, así que ya puedes imaginarte lo que me ha calado. Besos para tí y para esa esposa tan linda que tienes.
Arcen, es impresionantemente bonito este post, lo he leído como cuatro veces. Qué maravillosa esperanza transmites con el. ¿y tu mujer lee tu blog? porque debe estar contigo que se le cae la baba...
Aunque estoy con el niño: yo, te quiero tánto, que no se si quiero más a tu mujer o a ti.
:P
Un besazo muy grande para cada uno y MIL MILLONES DE FELICIDADES¡¡¡¡
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