.
Este domingo será ya, el Primero del Adviento, y mientras los cristianos entramos en un período privilegiado que nos invita a recordar el pasado, nos impulsa a vivir el presente y a preparar el futuro con la esperanza abierta al infinito; el mundo va por otros derroteros mucho más fugaces.
.
La Navidad es la época de mayor consumo, por eso, y más en estos tiempos de crisis, desde ahora vamos a estar bombardeados con miles de tentaciones.
Esa manía comercial por adelantar todo, para llenar las arcas, no es bueno. Adelantan la llegada al cole a principios de agosto, y la Navidad prácticamente comenzando Octubre…, lo que más rabia da es, que una vez pasada la resaca del 31 de Diciembre, desaparece casi de un plumazo todo lo navideño… “la primavera ha llegado”, ¡eso si que es cambio climático!
Eso sí, la noche del 5 al 6 de enero las tiendas permanecerán abiertas hasta las doce de la noche….¡hay que vender!.
Y la pura verdad es que, solo tiene un sentido, abocarnos a un gasto impulsivo e irracional, que intentará que nos olvidemos del verdadero sentido del Adviento ahora, y posteriormente también de la Navidad.
.
Ante ese aluvión de reclamos, hay que pararse a pensar un rato. ¿Necesitamos realmente todo lo que compramos?
Afortunadamente muchos de nosotros tenemos casi de todo, en ocasiones más de lo que en realidad necesitamos. Muchas veces nos quejamos de que nuestros hijos tienen de todo y no saben valorarlo. Pero, ¿Qué valor damos nosotros a las cosas… importantes?, el tener más… ¿nos da más felicidad?
Ya sé que es un tópico, pero en esta época más que en otra, convendría recordar que en otros puntos del planeta, o en la mismísima vuelta de la esquina, hay quienes no tienen ni para comer, ni para vestirse, incluso ni para mantenerse sanos. Vuelvo a preguntar, ¿tener más, nos hace más felices…. O más egoístas?
.
Por eso, pienso que la solución en este caso, será retomar el verdadero espíritu, el alma, de las fiestas que se avecinan; en este caso, tomar el tiempo de Adviento para prepararse y estar en gracia para vivir correctamente la Navidad. Con un sentido más trascendente y por tanto más caritativo, más solidario...¡DEUS CÁRITAS EST!.
Estas celebraciones giran en torno a la figura de Cristo, el mismo ayer, hoy y siempre; Cristo el Señor del tiempo y de la Historia; y si perdemos de vista esa base, estaremos desvirtuando todo, prostituyendo la fiesta, tal y como quiere “el adversario”.
Los cristianos por tanto, debemos de volver a la tradición porque es necesario recuperar los fundamentos. Guste o no, Jesús forma parte indisoluble de nuestra identidad occidental. Así que, cuando llegue el momento y no antes, encenderemos nuestra corona de Adviento, luego montaremos el Belén y nos acordaremos a la hora de gastar de tener solo lo necesario.
.
Y hablando "del de los cuernos", para terminar, como el post me ha salido corto (jejejeje), dejad que os cuente una curiosa tradición familiar belenística ya en desuso, que viene al caso y que para muchos resultará sorprendente.
Si ahora, gracias a esa avalancha comercial de la que antes hablábamos, se impone con fuerza la figura del caganer, ya sea con las hechuras de Fernando Alonso o de Leticia de Borbón; antaño, los belenistas usaban otras figuras más… inquietantes.
.
La historia data de mi bisabuela, a quien por fortuna, llegué a conocer; y seguramente aquellos recuerdos posiblemente se remontaban a los años 20 o 30, es decir, antes de la guerra, y he de decir que me cuando me lo contó, me costaba creerlo, no tenía sentido; sin embargo, ahora si se lo doy.
.
El caso es el siguiente, al parecer, antiguamente cuando se ponía el Belén una de las figuritas imprescindibles, era ¡¡el diablo!!. Según parece, tenía distintas formas, y normalmente se colocaba en una cueva bajo el Portal o cerca de alguno de los personajes.
Las explicaciones del por qué de tan singular figura en tan sagrado momento, eran variadas, aunque siempre acababan desembocando en lo mismo: “el diablo siempre está, e intenta tentar a los pastores y confundir su camino hacía el portal”.
Posteriormente, sobre todo gracias a internet, me he convencido que aquello que me decía mi querida bisabuela era cierto. Al parecer todavía es una tradición usual en algunos paises latinos, sin embargo la costumbre se origina en los famosos belenes napolitanos. También se sabe que en el Convento de Santa Paula, las jerónimas tienen uno delmediados del siglo XVIII, que también tiene su cueva con su demonio dentro.
.
Así, a muchos años vista de aquella chocante anécdota familiar, la cuestión ahora ya no me parece tan descabellada. “El diablo siempre está” y es algo que olvidamos con frecuencia y es de lo que él se vale. ¡Tenerlo presente es ponerse alerta!.
¿No está acaso ahora también, tentándonos continuamente para comprar y consumir compulsivamente, y hacernos olvidar el verdadero camino a Belén?... tengámoslo en cuenta, es un buen punto de reflexión.
.
Para terminar os dejo con un vídeo de facturación propia, con algunas curiosas imágenes de Belenes con “el enemigo”, recogidas por la red.
Este domingo será ya, el Primero del Adviento, y mientras los cristianos entramos en un período privilegiado que nos invita a recordar el pasado, nos impulsa a vivir el presente y a preparar el futuro con la esperanza abierta al infinito; el mundo va por otros derroteros mucho más fugaces.
.
La Navidad es la época de mayor consumo, por eso, y más en estos tiempos de crisis, desde ahora vamos a estar bombardeados con miles de tentaciones.
Esa manía comercial por adelantar todo, para llenar las arcas, no es bueno. Adelantan la llegada al cole a principios de agosto, y la Navidad prácticamente comenzando Octubre…, lo que más rabia da es, que una vez pasada la resaca del 31 de Diciembre, desaparece casi de un plumazo todo lo navideño… “la primavera ha llegado”, ¡eso si que es cambio climático!
Eso sí, la noche del 5 al 6 de enero las tiendas permanecerán abiertas hasta las doce de la noche….¡hay que vender!.
Y la pura verdad es que, solo tiene un sentido, abocarnos a un gasto impulsivo e irracional, que intentará que nos olvidemos del verdadero sentido del Adviento ahora, y posteriormente también de la Navidad.
.
Ante ese aluvión de reclamos, hay que pararse a pensar un rato. ¿Necesitamos realmente todo lo que compramos?
Afortunadamente muchos de nosotros tenemos casi de todo, en ocasiones más de lo que en realidad necesitamos. Muchas veces nos quejamos de que nuestros hijos tienen de todo y no saben valorarlo. Pero, ¿Qué valor damos nosotros a las cosas… importantes?, el tener más… ¿nos da más felicidad?
Ya sé que es un tópico, pero en esta época más que en otra, convendría recordar que en otros puntos del planeta, o en la mismísima vuelta de la esquina, hay quienes no tienen ni para comer, ni para vestirse, incluso ni para mantenerse sanos. Vuelvo a preguntar, ¿tener más, nos hace más felices…. O más egoístas?
.
Por eso, pienso que la solución en este caso, será retomar el verdadero espíritu, el alma, de las fiestas que se avecinan; en este caso, tomar el tiempo de Adviento para prepararse y estar en gracia para vivir correctamente la Navidad. Con un sentido más trascendente y por tanto más caritativo, más solidario...¡DEUS CÁRITAS EST!.
Estas celebraciones giran en torno a la figura de Cristo, el mismo ayer, hoy y siempre; Cristo el Señor del tiempo y de la Historia; y si perdemos de vista esa base, estaremos desvirtuando todo, prostituyendo la fiesta, tal y como quiere “el adversario”.
Los cristianos por tanto, debemos de volver a la tradición porque es necesario recuperar los fundamentos. Guste o no, Jesús forma parte indisoluble de nuestra identidad occidental. Así que, cuando llegue el momento y no antes, encenderemos nuestra corona de Adviento, luego montaremos el Belén y nos acordaremos a la hora de gastar de tener solo lo necesario.
.
Y hablando "del de los cuernos", para terminar, como el post me ha salido corto (jejejeje), dejad que os cuente una curiosa tradición familiar belenística ya en desuso, que viene al caso y que para muchos resultará sorprendente.
Si ahora, gracias a esa avalancha comercial de la que antes hablábamos, se impone con fuerza la figura del caganer, ya sea con las hechuras de Fernando Alonso o de Leticia de Borbón; antaño, los belenistas usaban otras figuras más… inquietantes.
.
La historia data de mi bisabuela, a quien por fortuna, llegué a conocer; y seguramente aquellos recuerdos posiblemente se remontaban a los años 20 o 30, es decir, antes de la guerra, y he de decir que me cuando me lo contó, me costaba creerlo, no tenía sentido; sin embargo, ahora si se lo doy.
.
El caso es el siguiente, al parecer, antiguamente cuando se ponía el Belén una de las figuritas imprescindibles, era ¡¡el diablo!!. Según parece, tenía distintas formas, y normalmente se colocaba en una cueva bajo el Portal o cerca de alguno de los personajes.
Las explicaciones del por qué de tan singular figura en tan sagrado momento, eran variadas, aunque siempre acababan desembocando en lo mismo: “el diablo siempre está, e intenta tentar a los pastores y confundir su camino hacía el portal”.
Posteriormente, sobre todo gracias a internet, me he convencido que aquello que me decía mi querida bisabuela era cierto. Al parecer todavía es una tradición usual en algunos paises latinos, sin embargo la costumbre se origina en los famosos belenes napolitanos. También se sabe que en el Convento de Santa Paula, las jerónimas tienen uno delmediados del siglo XVIII, que también tiene su cueva con su demonio dentro.
.
Así, a muchos años vista de aquella chocante anécdota familiar, la cuestión ahora ya no me parece tan descabellada. “El diablo siempre está” y es algo que olvidamos con frecuencia y es de lo que él se vale. ¡Tenerlo presente es ponerse alerta!.
¿No está acaso ahora también, tentándonos continuamente para comprar y consumir compulsivamente, y hacernos olvidar el verdadero camino a Belén?... tengámoslo en cuenta, es un buen punto de reflexión.
.
Para terminar os dejo con un vídeo de facturación propia, con algunas curiosas imágenes de Belenes con “el enemigo”, recogidas por la red.
ACTUALIZACIÓN Y ACLARACIÓN,. (16:27).- Está claro que no estoy contra el consumo responsable, ni mucho menos contra los honrados y sufridos comerciantes "de toda la vida". Mi comentario quiere dirigirse hacia el CONSUMISMO SALVAJE Y DESPROPORCIONADO y la avalancha mediática que, sobre todo en esos días, es alienante y sofocante. Es simplemente una cuestión de razonamiento y de coherencia con mi fé. Quede así entendido, por favor.
* * * * *
13 comentarios:
El comercio minorista esta muy mal este año. No ves que no hace frio. No hay ambiente navideño y eso retrae las compras. Apetece mas ir al cine o a pasear con los casi primaverales dias que hacen.
Y efectivamente, no necesitamos todo lo que compramos. Si compraramos sólo lo que necesitamos la economía se iría a pique en menos de un año.
Así que compra mucho, pero cosas que te gusten. ¿Que sería de la tecnología de los móviles si la gente no renovara teléfonos y los usara sólo para hablar?. El progreso viene a base de consumir, de gastar y de que con ello se generen inversiones para que la industria avance.
En el pueblo de mis padres no existe sociedad de consumo. Todo el mundo compra sólo lo que necesita y poco más. ¿Y al final que consigues? pues vivir en un puñetero pueblo.
Querido Juanjo, gracias por tu visita y aportación, para contestarte, te remito a la actualización del post, que acabo de hacer.
SALUDOS.
Hola Arcen.
Estoy de acuerdo contigo en lo del consumo responsable.
De todos modos, siempre compramos de más.
Quizás disminuyamos el valor de los regalos, pero seguimos comprando aunque sea en los puestos ambulantes.
Un salu2
Luisa
Las épocas de crisis sirven para que las cosas se pongan en su sitio.Es agradable dar y recibir regalos , pero no a lo loco como se hacía últimamente. Creo que este año los regalos seran más buscando el gusto del regalado que el quedar bien, y que se recortaran muchos gastos innecesarios.
Muy curiosa la costumbre del demonio en los nacimientos, es la primera vez que lo oigo.
Un saludo
Creo que queda mejor un diablo que un caganer en un belén.
Saludos.
Hola Arcendo! Yo también en estos días estaba pensando sobre esto del consumo exagerado en Navidad, y sobre todo innecesario. Pero concretamente estoy pensando en una Navidad sin regalos, lo cual se me está poniendo difícil por los instaurada que está esta costumbre en nuestra sociedad, y claro, nuestras familias no son excepción. Sí tratamos ya desde el año pasado en hacer sólo 1 regalo y pequeño, es decir, evitar el desenfreno! Fue mi hija María (7) la que me hizo pensar el otro día cuando dijo: POR QUE SOMOS NOSOTROS LOS QUE RECIBIMOS REGALOS EN NAVIDAD SI LE TENDRIAMOS QUE HACER TODOS REGALOS A JESÚS QUE NACE??????
totalmente de acuerdo, pienso que el consumo de muy pocos, puede ser ofensivo para muchos otros que nada tienen.
Lo de los regalos de Navidad, del padre, de la madre, de los enamorados, etc. etc., a mì me ponen muy nervioso porque no se hace otra cosa que comprar cosas completamente innecesarias y tirar tontamente el dinero que a nadie le sobra.
A ver si este agno somos capaces de restringir, aunque me parece poco probable.
Un abrazo.
Estimado Arcendo.
Claro como el agua cristalina, eres. Dentro de unos días colgaré al "Niño Jesús" en mi balcón para demostrar a los demás que en mi casa se "vive" y se "siente" la llegada del Niño Dios.
Hace unos cuantos años dejé de comerme el coco por Navidad, me ponía triste y enfadado por tanto egoismo y afan de compra, el verdadero espíritu de la Navidad no lo veía por ningun lado, solamente veía consumo y más consumo, primero con el papa noel y despues con los "Reyes Magos", con los últimos son con los que, hoy en día, disfruto más junto con mi hijo.
Ahora la vivo más plenamente pues el Hijo de Dios viene otra vez a darnos VIDA en nuestros corazones de piedra para convertirlos en corazones de carne, y ser hombres nuevos. Esto es lo bonito de la Navidad --- volver a nacer nosotros en el AMOR y la VERDAD.
BENDICIONES.
Vaya horas de comentrte, pero es que ni tequila, ni red bull, ni mary briar. Nada me ha sacado de la cama, solo la obligación de ir a trabajar. No había visto nunca lo del diablo y estoy con Toro, prefieso esa figura con su simbolismo que el desagradable caganer. Nunca me h gustado.Para equilibrar el consumo, hay que potenciar el verdadero significado de l Navidad, hay que hablarles de ella a los niños. Hoy solo piensan en ella como días de adquisición de regalos y muchos ni saben el motivo por el que se hacen.
¿Coincideremos hoy en el post? Noooo, estoy seguro.Un abrazo.
Me sorprende que todavía nadie se haya quejado de los Nacimientos que venden en las tiendas diciendo que ofenden. Se ve que cuando se trata de dinero… las cosas cambian.
Ya está en marcha la maquinaria del consumismo, a pesar de la crisis todos veremos cómo la gente solo piensa en comprar, dejando de lado, como de costumbre, el verdadero sentido de estas fiestas.
Saludos
Querido Arcendo: si soy sincera lo del diablo en los Belenes me da un poco de repelus. no lo conocía. Yo lo que si hago es colocar figuras que tengan relación con el Evangelio, por ejemplo una oveja perdida por la montaña, un cerdo gordo que formaba parte de la piara que se arrojó por el barranco cuando jesús sacó los siete demonios, un gallo junto al portal que canta potque llega Jesús,el Sol que viene a darnos la verdadera luz y etc... cada figura tiene un significado.
Me encantó este post y el control de gastos, deberíamos proponernos dar parte del dinero destinado a regalos a Cáritas.
Besiños sin control, no cuestan dinero.
Publicar un comentario