¡ ES ÚNICO !

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Esta semana, al menos en estos inicios, andaré despistadillo de vuestros blogs.
Tengo dos en casa con gripe, (que nadie se alarme, que solo es la estacional), y las obligaciones propias de mi sexo y condición, me obligan a velar por mis enfermitos y desatender, un poco, la relación con mis amigos.
Aún así, como no quiero perder el contacto, a través de estos posts, aunque sean más cortos, y a través de las oraciones mutuas, permanecemos más pegados que los famosos delfines de Sergio Dalma.
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Como sabéis a esta Hoja le gusta la variedad, no sé si, como dicen en ella está el gusto, pero la verdad es que, la variación es mucho más entretenida. Por eso hoy voy a hablar de música, y más concretamente de uno de mis ídolos sagrados, el señor Eric Clapton, también conocido por “Slow hand”. Y es que este tipo no solamente me gusta por su música, sino porque es un señor que tiene las ideas muy claritas.
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Al gran Clapton no le gustan nada, los conciertos con fines políticos. Y manifiesta abiertamente "sentimientos encontrados" hacia sus organizadores, como el cantante de U2, Bono o Bob Geldof, organizador de muchos de ellos. Clapton siempre criticó el hecho de que Bono pase gran parte de su tiempo "sermoneando a los políticos". No tiene sentido, “me pregunto si los músicos deben comportarse como políticos", dijo Mister Slowhand; "Sólo son músicos ¿de dónde sacan la autoridad para pronunciar esos discursos?".

Así mismo, a "Mano-lenta", tampoco le gustó el ambiente que se respiraba en torno a los Rolling Stones. Cuando el grupo le propuso hace muchos años convertirse en miembro de la banda en sustitución del fallecido Brian Jones; Clapton dijo que no porque encontró "atemorizante" la situación. "Había mucho poder y locura en juego. En el entorno, el aparato de los Rolling Stones, era de locura: Por ejemplo, pagaban a personas para que les vaciaran los ceniceros. Increíble".
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Personalmente, no reniego de los momentos espectaculares y épicos, que pueda darnos la banda de Bono, pero el circo que monta es un esperpento. Cuando vino a España, ese numerito poniéndose la camiseta del Barça y agradeciendo la presencia de Bardem y Pe, estuvo de más. Cuando vas a ver un concierto de MÚSICA, esperas todo menos política, más viniendo de un tipejo que va de mesías y luego tiene los bolsillos llenos.
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Lo dicho, Clapton es un ser excepcional; al menos a lado de Bono, es como de la noche al día,... y de los artistas de la Zeja… ¡ni hablamos!

2 GRANDES Y JUNTOS

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