ENFOQUES Y NECESIDADES DEL VACIO.

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Podría hoy hablar del tema del día…, podría comentar sobre la escenificación teatral en el palacio de la Carrera de San Jerónimo, pero no quiero hacerlo. Hablar hoy, de las excusas, de las sinrazones y las hipocresías para justificar cualquier guerra, me produce repugnancia, me quita la paz, me descoloca, me trivializa, no quiero hacerlo, me niego…, prefiero ¡vaciarme!

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El otro día, Angelo desde su blog, (otra vez recurro al mismo), nos invitaba a hacerlo, -a vaciarnos-, y lo hacía con una gran frase de Henry Nouwen (Ver enlace) Y yo.., desde entonces, no he dejado de pensar en ese concepto, en esa idea, en la necesidad imperiosa que tenemos, que tiene el hombre actual, de ahuecar sus interiores, para poder llenarlos de lo único que importa.

Estamos llenos de pasiones exacerbadas, de vanidades, de deseos materiales que nada son…, que a nada conducen. De egoísmos. De ruidos, de interferencias, de equívocos, de caos….. Así no es posible la realización, de nada, para nada, por nada….
Esa ocupación total del caos en nuestros interiores, lleva a LA NADA más absoluta…., y –el todo-, así, se nos hace esquivo…, ¡imposible!
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Paradojicamente..., para evitar la Nada, hay que vaciarse, todos los grandes maestros intelectuales y espirituales, así nos lo han enseñado durante siglos...
Pero que cerca está, esa necesaria -búsqueda del vacío-, también de la literatura y del sentimiento oriental.

Apostillaba, muy acertadamente, uno de los comentaristas de aquel post de Angelo, que esa conducta es muy similar a “la actitud budista, pero sabiendo que culmina en plenitud no en vacío”, y no le faltaba razón…, sin embargo yo quiero pensar también que ese procedimiento de “vaciamiento”, es el pretendido y logrado por muchos que han abrazado la vida contemplativa, desde una óptica totalmente católica.
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Hubo en este caso, grandes pensadores que bien pudieran avalar esa tesis. El primero de todos probablemente, fue un converso extraordinario, que acabó siendo monje cisterciense y fue además considerado como uno de los escritores sobre espiritualidad más respetados y leídos de todo el siglo XX; por supuesto estoy hablando de Thomas Merton.
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Merton no fue un escritor muy prolífico, pero si muy difundido y por tanto, muy traducido.
Entre sus libros más conocidos están varias obras de meditación y algunas de poesía.
Su obra más celebre es “La montaña de los siete círculos” que es su autobiografía, traducida, nada menos que a veintiocho lenguas.
Sin embargo, hoy me interesa, por actual, su actitud ante el mundo y su reacción; porque sin perder la fidelidad al catolicismo, le dio un enfoque ciertamente “oriental” ante los problemas del mundo. Aconsejable actitud, a mi modo de ver, en cualquier caso, en toda época, en todo momento.
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Me explico…: hoy estamos viviendo un momento muy convulso, con muchas incertidumbres. El terremoto y el posterior tsunami de Japón, la guerra de Libia en la que está implicado medio occidente, el euribor que amenaza a las economías de los más débiles, la alerta sobre un desastre nuclear, el paro galopante…, son, otra vez, ¡demasiados ruidos!, muchas interferencias para centrarse en lo importante…
¡Que grandes similitudes hay hoy, con la época que vivió Merton! El vivió también unos momentos muy agitados de la historia del mundo:
La peligrosa guerra fría también con la latente amenaza nuclear, la locura de Vietnam, la segregación racial, la lucha por los derechos civiles, los asesinatos de los Kennedy y de Luther King… etc., etc., etc.
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Aquel y este tiempo, en muchas cosas, son extrañamente parejos…, por eso, no me parece descabellado llegar a conocer un poco más a Merton, para intentar descubrir en su pensamiento, posibles soluciones al caos.
En este momento, lo que más me motiva de la obra mertoniana, es precisamente, su acercamiento a Oriente, y más concretamente su obra más representativa en este sentido:
"The Way of Chuang Tzú”, un texto muy singular, y sin duda lleno de belleza.
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Según Thomas Merton, el “camino” de Chuang Tzú, es la elección del silencio, la simplicidad y la negativa a tomar en serio la agresividad y la prepotencia. El abandono de espejismos, de satisfacciones temporales, de convencionalismos; y todos estos valores orientales, concluye Merton, están en plena vigencia.
Es más…, además, estas tesis no entran en conflicto alguno con la fé católica, antes bien, se complementan. De tal modo que como dice Merton, “Chuang Tzú habría estado de acuerdo con San Juan de la Cruz en que se entra en este tipo de camino cuando se abandonan todos los caminos y, en cierto modo, uno se pierde”. Una perturbadora y hermosa propuesta de vida.

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Que duda cabe que todas estas enseñanzas, son una perfecta simbiosis entre el Evangelio y posiblemente el Tao, de Lao-Tse. Así el vacío, se entiende por fín, como desprendimiento, ausencia de apego, inexistencia de ataduras. No es una aniquilación del pensamiento, los sentimientos y la imaginación (de ser así, los cristianos lo rechazarían con razón), sino la purificación de todo eso.

Además, el vacío, lejos de ser pura negación, es intensamente creativo, sino que se lo digan a Merton, a San Juan de la Cruz, al padre Pío y hasta a nuestra Santa Teresa de Jesús; a todos aquellos grandes místicos, que supieron vaciarse, y así entrar en extasis, y llegar a la más completa comunicación. “Darse totalmente a Dios no puede realizarse más que en la oscuridad total” como diría Theilard de Chardin.
Acabo por fin, el post con in fragmento del capítulo 16 del Tao de Lao-Tse, dice así….
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“Conserva el Vacío Absoluto
Y la perfecta Paz permanecerá
Todas las cosas tienen un mismo origen
Y desde allí las contemplamos retornar
Todas las cosas emanan florecientes
Y cada una de ellas regresa a su origen
Regresar a su Principio es reposar.”
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En el principio fue el Verbo y a Él, después de negarnos, hemos de volver. Curiosa simbiosis, pues, entre el Tao y el Evangelio, que supo ver como nadie, Tomás Merton.
Merton y el autor de SIETE EN FAMILIA, hoy han provocado felizmente este post, yo no tengo mérito alguno. A ellos, si os ha gustado, se lo tendréis que agradecer.

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Querido Angelo, esto es lo que tiene ser un referente y un ejemplo para todos, y no solo en la blogosfera. Yo por mi parte, -corto y cambio-, hasta próximas “provocaciones”.

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