Es de sentido común que la solidez de un edificio depende, de la calidad de los materiales y de la forma de construirlo. No hace falta ser arquitecto para saber que los cimientos, además de ser fundamentales, son imprescindibles. Igual que un árbol, cuanto mejores son las raíces, más al cielo apuntará..
Los ejemplos de la casa y del árbol, son también perfectamente aplicables al ser humano. Siempre son necesarios unos “mínimos” para empezar a desenvolverse por la vida. En la ciencia puramente humana, las cuatro reglas matemáticas o las normas ortográficas, son la base, para posteriormente poder seguir formando el edificio del conocimiento. Luego, depende de cada uno, el poder ir afianzando y/o ampliando lo recibido inicialmente.
Todo eso que es cierto en lo cotidiano, desde luego, también es preciso en la religión.
En nuestro trato con DIOS siempre se ha dicho que el gran –fallo- posterior, a los conocimientos iniciales que de Él adquirimos, es que no los ampliamos. No hacemos madurar la fé, nos quedamos en lo primario, que no siendo malo, cuando pasan los años es insuficiente.
Muchos buenos formadores, siempre echan mano del ejemplo -del traje de comunión-, para explicar gráficamente esta verdad:
“Cuando hicimos la Primera Comunión aquel traje de marinerito, fue justo, práctico… válido; ahora si pretendiésemos calzarnos de nuevo, aquel traje en nuestro cuerpo maduro, por muy flacuchos que fueramos…, siempre nos quedará pequeño, no nos cabría”
Así pasa con las cuestiones relativas a la fé, que no podemos encontrar respuestas a ciertas cuestiones que se nos plantean en la vida de adultos, sin un trato intenso con DIOS, porque aquella preciosa oración del “Angelito de mi guarda”, además de sonarnos ya muy cursi, la tenemos más que olvidada en el último cajón de los recuerdos…
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Me temo que, aún siendo este, un tema todavía no superado del todo; últimamente además, nos encontramos con un escollo más; con algo mucho más grave.
Resulta que, antaño, se suponía y se daba por hecho que la formación para recibir por primera vez los Santos Sacramentos, era lo más idónea que se podía esperar.
Las excelentes Catequesis en los templos tenían su continuidad en los hogares, e incluso en las escuelas. Los chavales de, no hace mucho tiempo, gracias a aquellos Catecismos, de preguntas sencillas, comprendíamos y aprendíamos las Verdades de la fé, de manera muy fácil:
-¿Eres cristiano?
Si, soy cristiano por la gracia de DIOS.
- ¿Cuáles son las virtudes teologales?
Fe, esperanza y caridad
- ¿Y los enemigos del Alma?
Son tres: El mundo, el demonio y la carne...
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Y, así aprendíamos, los Sacramentos, Las Obras de Misericordia, La mayoría de las oraciones importantes, y hasta algo de Historia Sagrada…., etc., etc., etc.
Se puede decir, que gracias a las recitaciones repetitivas de aquellos benditos Catecismos y sobretodo gracias a nuestros padres y profesores, íbamos a los Sacramentos de la Penitencia y la Eucaristía con cierta preparación…, y salíamos de la Primaria con ¡muy buena base!, se puede decir bien alto. El cimiento era sólido.
Sin embargo, ahora nos encontramos que, además de que el ambiente no es nada propicio, la formación no se cuida como es debido ni en el colegio, ni en la familia, ni muchas veces en las mismas Parroquias; siendo un tema este, de la máxima relevancia.
Hace relativamente poco tiempo, mis hijos recibibieron Catequesis, el pequeño de Primera Comunión y la mayor de Confirmación, y puedo decir, porque lo sé, que la formación que ahora se les imparte, dista mucho de ser una buena formación católica.
No sé de quien será la culpa, pero lo cierto es que, muchos niños de Primera Comunión, poco antes de recibir al Señor, no saben, ni cuantos son los Sacramentos, y muchos otros serían incapaces de rezar la Salve de memoria…
¿Si no cimentamos bien el edificio, que podemos esperar?...
La gracia de DIOS es inmensa, sin embargo creo que todos, podríamos hacer mucho más. Esa Nueva Evangelización de la que tanto han hablado los últimos Papas, debe comenzar en primer término en la casa de cada uno.
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Serían además muy de agradecer unas directrices firmes, claras y comunes por parte de la jerarquía a la que le competa el asunto, con el fín de que todos podamos mejorar conceptos y conductas en este tema tan crucial.
¡Echemos buenas raíces y el árbol crecerá, como DIOS manda!
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8 comentarios:
Tienes razón la formación religiosa y dogmática es lo fundamental para mantener la fe viva, siempre ha sido así, pero hoy día es imprescindible, esa es la mejor espada para defender la fe ante los ataques y mofas.
BESIÑOS
OFF TOPIC/
Por fin mañana, DM, se bautiza a Paula, todavía no sabemos si la madrina llegará a tiempo o habrá que sustituirla, pero ya no se puede esperar más.
Hoy ya está navegando de Melilla a Cádiz, por favor, reza a su patrona, Virgen del Carmen, para que tenga buena mar.
Estoy deseando ver a la nena bautizada.
Muchas gracias por todo,
PETICIÓN:
Si no es mucha molestia, pido a tus amigos del Rosario Bloguero que aparezcan por tu blog que, por favor, mañana, sábado mariano, dediquen algun AVEMARÍA al bautizo de mi nieta Paula para que algun día cumpla la meta que Dios tenga designada para ella.
Muchas gracias a todos.
Besos y besiños
ARCENDO,PERMISO PARA DEJARLE ESTE MENSAJE A BRUCE EN TU BLOG.HE INTENTADO MANDARSELO AL CORREO QUE PONE EN SU PERFIL Y NO HAY MANERA. COMO SE QUE PASA MUCHO POR TU BLOG PERMITEME QUE LO DEJE A VER SI LO LEE. GRACIAS.
(PARA BRUCE):
Tu último comentario- conocimientos necesarios- en el blog de Arcendo me ha gustado mucho. Es un testimonio más que me demuestra que la casualidad no existe y que Dios se aprovecha de los acotencimientos que a nosotros a veces no parecen casualidades para que podamos conocerle. Gracias por compartirlo y no quedarte tu experiencia para ti.
En visto en tu perfil que no tienes blog, o quizas es que como no estoy muy puesta en esto de internet, ni entiendo de informatica no se encontarlo. De todos modos te digo que sigo blog de hermanos blogueros donde también participas y que tus comentarios me resultan interesantes y los comparto al 100% en algunos casos.
Un abrazo bloguero.
Por cierto Arcendo creo que el problema es ese, que si hechamos raices crecemos y no hay vuelta atras.Estamos malcriados hasta en esto de la fe. Sin constancia y firmeza no ayudaremos a que el mundo cambie.
Un abrazo.
Tienes razón en esto de los cimientos, es importante que todos estuviéramos a una, en los colegios, en casa, las amistades...pero lo que se aprende y se vive en casa, eso siempre queda, luego la vida nos pone pruebas pero la semilla que sembraron los padres en algún momento crecerá. Al menos, eso espero... (soy madre...)
Saludos. Pilar.
Querido amigo. Disculpa que pase tan tarde. Estoy a punto de irme a trabajar y solo he entrado en este blog. Mis hijas se marchan mañana si D.q. a Sevilla y hemos estado arriba y abajo con preparativos. ayer leí tu entrada y hoy te doy las gracias por la vida espiritual que compartes y el trabajo tan bien hecho que realizas. Aquí también se palpa el amor.
Mi oración por todos. Un abrazo
Off topic/
Supongo que algun Avemaría rezarias por Esther, ya que acabo de saber que ha llegado a Cádiz sin novedad y mañana tempranito cogen el AVE para estar en el bautizo, que fíjate que hora más rara, las dos de la tarde, pero el cura castrense sólo podía a esa hora.
¡Bendito sea Dios! y bendito tú por tus rezos, si es que te acordaste.
BESIÑOS AGRADECIDOS, de corazón.
Razón absoluta en todo Arcen.
Tenemos un problema, y tenemos que pensar una solución a ese problema.
Hay que empezar en casa en la familia, y lo mismo que muchos padres hoy día (ya me hubiera gustado a mí) echan un par de horas o mucho màs en ayudar a hacer los deberes a sus hijos, hay que sacer tiempo o quitarlo de otra parte, para dar todos los días una breve catequesis. Aunque sea un único punto diario, una duda, o un punto del Catecismo, una frase de la Biblia, un único misterio a la Virgen, un charlilla sobre un tema cotidiano a través del prisma de la fe...etc
Que oigan de Dios por lo menos una vez al día, auque tan solo se 1 ó 2 minutos.Mejor poco que no saturar, y ya aumentará el interés y serán ellos los que aumenten las preguntas con su curiosidad.
Es lo que se me ocurre.
¿Árbol sin raices? o se seca o lo derriba el primer viento.
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Gracias MENTO!
Mi correo va bien, pueden enviarme lo que quieras.
Pues sí, es así, la casualidad no existe, ni la suerte que como dice Fortea en ese libro del post tratado, no es otra cosa que a lo que llamamos buena suerte es una bendición de Dios, y la mala suerte una prueba. Se acepta en el habla colocquial como modus locuendi lo de buena o mala suerte, incluso lo de casualidad, pero desde un punto de vista cristiano las cosas son de otra manera.
Dios quiso que sucediera todo tal y como ha sucedido, ese era su plan, yo me he limitado a ir dando mi sies, mis fiat. No es que no nos podamos salir de ahí pues eso sería la idea herética del determinismo, que no es más que otra cosa que la existencia de un futuro bueno o malo al que irremediablemente estamos condenados a cumplir. No es así, siempre tenemos nuestro libre albedrío que dentro de ese plan de Dios permite que nosotros lo sigamos o nos negemos, y acto seguido Dios nos expone otro plan a seguir,que a su vez podemos rechar o seguir en todo momento...y así sucesivamente.
Vaya que sí querida amiga! que tienes razón y QUE NO EXISTE LA CASUALIDAD.
Ah!Mento no tengo blog! y si coincidieras conmigo en todo lo que digo siempre el 100% de las veces, eso sería terrible. Es mejor que coincidamos lo máximo posible pero que haya diferencias, eso significaría que efectivamente yo me equivoco y que tú también tienes cosas que a aportar a mí y a los demás.
Un abrazo!
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