QUIERO QUE ESTE POST SEA (muy) PRÁCTICO

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Estamos a las puertas de dos acontecimientos magníficos. El primero va a tener lugar este fin de semana y el segundo, en agosto.

Por supuesto me estoy refiriendo a la inminente ceremonia de beatificación del Papa Juan Pablo II y a las próximas Jornadas Mundiales de la Juventud, que este verano tendré la suerte de celebrar en mi ciudad.

Estos dos eventos no solamente serán grandes por la enorme repercusión mediática que conllevan sino porque abrirán muchas puertas a quienes busquen con sinceridad a Dios, a través de ellos.

Estoy por atreverme a decir, sin temor a herejía alguna, que la gracia de Dios se derramará con fuerza en los próximos días, gracias a la intercesión del nuevo beato; por eso, serán días de oportunidad, en los que será necesario abrir la mente, ablandar el corazón y “dejarse hablar”.

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Creo además que no es por casualidad que el primero de estos dos faros de luz intensa, se encienda precisamente en Mayo, el mes dedicado a la Virgen: “¡Totus Tuus!”, seguramente fue y es también, el mes preferido de nuestro querido Papa magno. Un día trece de ese mismo mes quedó marcado con fuerza en la vida de Juan Pablo II, por la amorosa mano de la Madre de Fátima.

Ya en este 2011, El Magisterio, sabiamente guiado por el actual Pontífice, quiere unir, una vez más, las figuras de María, Madre de la Iglesia con uno de sus siervos más fieles, marcando así, el inicio de una nueva Primavera para toda la Iglesia de Cristo.

Este singularísimo y necesarísimo acontecimiento mundial, removerá muchas cosas y sin duda, repercutirá con creces, en ese excelente instrumento de vocaciones y esperanzas que serán todas las venideras JMJ, empezando por la de Madrid.

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No hay que olvidar tampoco, que además estas jornadas fueron una inspiración de Juan Pablo II, que evangelizó a través de las mismas, a muchas generaciones, incluida la mía.

Por eso tampoco debemos desgajar, lo que va a suceder este fin de semana, con lo que acontecerá en Agosto, donde ya, como Beato, todas las sucesivas JMJ, tendrán un nuevo patrón, en el espíritu de ese buen polaco universal.

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Por eso, y sobretodo por el cariño que, personalmente le tengo a Juan Pablo II no quiero que este post sea solamente un conjunto de palabras bonitas y una mera declaración de deseos. Quisiera que mis palabras se transformasen en hechos concretos y que este comentario de hoy, fuese tremendamente práctico.

La Gracia estará ahí, en todos los acontecimientos que nos esperan, pero habrá que ganársela, hay que prepararse voluntaria, responsable y conscientemente para recibirla de la forma más eficaz posible.

Por eso, quisiera proponeros la vía más segura para que esas Gracias  santificantes, que vendrán a nuestro encuentro, fluyan de la manera más provechosa. ¿La solución?: ¡acercarnos al Sacramento de la Penitencia! y dado que estamos en Pascua florida…, aprovechemos las ocasiones que se nos brindan para hacer la más exhaustiva confesión que seamos capaces incluso, si es necesario, porque hace mucho que no pasamos por ese trance… hagamos una buena confesión general de toda nuestra vida anterior, con sinceridad, con radicalidad, con valentía.

“La necesidad de la Confesión quizá lucha en lo vivo del alma con la vergüenza; pero cuando el arrepentimiento es verdadero y auténtico, la necesidad vence a la vergüenza (...)

Y cuantos se acercan al confesonario, a veces después de muchos años y con el peso de pecados graves, en el momento de alejarse de él, encuentran el alivio deseado; encuentran la alegría y la serenidad de la conciencia que fuera de la confesión no podrán encontrar en otra parte” (Juan Pablo II, Homilía del 16.III.1980)

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He de decir, antes de continuar, que la principal inspiración para elaborar mi post de hoy, y el atrevimiento de esa propuesta que os estoy invitando a seguir conmigo, la he encontrado estos días pasados por la red y son las fotografías, algunas muy curiosas, que ahora os traigo en este pequeño montaje:

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En todas estas imágenes, aparecen personajes muy celebres, algunos de ellos ya santos declarados...: y están... ¡confesando!.

Se trata de San Juan Bosco, del Padre Pío, de Benedicto XVI y también de nuestro querido Juan Pablo II.  Todos ellos sabían y saben, que de ahí, de los Sacramentos parten las raíces de la nueva Primavera de la Iglesia, la re-evangelización que el mundo siempre necesita, ha de ser sacramental.

Hay que convencerse que, por muchas beatificaciones de las que podamos ser testigos y por muchas JMJs, que vivamos…,  el mundo no cambiará, ni se renovará, si antes no lo hacemos nosotros, uno a uno; y la confesión, el Sacramento del perdón, es el primer y el paso más necesario. Así que… ¿Por qué no te confiesas hoy mismo?...

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En este primer vídeo; gracias al "milagro" de youtube, vamos a poder disfrutar de la palabra sencilla y de la profunda enseñanza de otro santo muy querido, de nuestros días, hablando también, sobre la confesión:
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El siguiente vídeo es un compendio de verdades, que debemos recordar y tener muy presentes. El documento, dice que es para niños, sin embargo pienso que es MUY práctico para TODOS. De obligada visualización.
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Ahora un vídeo más, para resolver de forma clara, una de las excusas más comunes contra el Sacramento de la Penitencia. "¿Puedo confesarme directamente con DIOS?", ¡Atentos a la respuesta! es absolutamente meridiana. No dejeis de verla:
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Querido lector, ya termino. Espero que te haya gustado este post y sobretodo que no olvides hacerte intimamente aquella pregunta: ¿Por qué no me confieso, hoy mismo?

Si, al final, logras dar una respuesta positiva e inmediata a esa cuestión, habrás hecho realidad el propósito de mi post: -ser práctico-; y además yo estaré muy contento porque sé, que serás mucho más feliz.

Por último, por si todavía, DESPUÉS DE TODO, tienes ganas de seguir colgado de esta HOJA, un poquito de la mejor música..., con la que ya, SÍ, me despido, hasta la próxima.
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