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No sé si os he dicho alguna vez en este blog que uno de los juegos que más me gustan es el ajedrez. Entiendo a los que defienden los juegos de cartas como entretenimiento; los faroles del poker o los envites del mus…, pueden llegar a ser emocionantes. Comprendo también a los que se valen de una buena partidita de dominó para echarse un chato de vino con los amigos, pero amigos, para mi no hay juego mejor que el ajedrez.
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Todavía me sigue pareciendo asombroso como en un espacio tan reducido como 64 casillas puedan pasar tantas cosas, tantos movimientos, y todos tan distintos. ¡No hay dos partidas iguales! Este combate de mentes, me parece absolutamente excepcional.
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Yo lo aprendí de mi padre, y al cabo de unos años, gracias a DIOS, he tenido la oportunidad de transmitir esa enseñanza, que ya es pasión, a mi hijo.
El chaval, no solo aprende, sino que progresa. Le gusta, y todos los días practica un poco; unas veces con el ordenador, otras con amigos (él les ha ido enseñando) y las más, conmigo y ¡ya me gana!
Al principio, confieso que le dejaba ganar…, para que fuera cogiendo el gustillo, pero ahora no hay quien le tosa.
Este curso que está terminando, como le gustaba mucho le apunté a unos cursos extraescolares de ajedrez y se le ha ido notando la evolución día a día. El próximo curso la intención es federarle, y a ver en que acaba todo esto….
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¿Por qué cuento todo esto?, ¿Por qué, ahora?
Pues veréis, porque hace tiempo, cuando yo empezaba a reencontrarme con DIOS, hubo quien, muy acertadamente, me comparó los lances del ajedrez con la visión divina sobre nosotros. Aquel simil, siempre me gustó, lo he llevado muy dentro de mí, incluso lo he utilizado, sé, que con cierto éxito, en mi apostolado.
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Aquel buen amigo, me decía que Dios era el jugador –el mejor jugador del mundo-; y nosotros éramos el rey del tablero, pero solo una simple pieza en el tablero de la vida.
La partida es a vida o muerte. Pero si nos dejamos llevar, la partida está ganada de antemano, nos mueve, -el que más sabe-
Nosotros, a veces, no entendemos aquella jugada o ese movimiento que acaba con aquella pieza tan importante; no podemos comprender aquel tremendo sacrificio. Pero es que nosotros, estamos viendo las cosas a pie de tablero, sin perspectiva, sin altura de miras, a ras de suelo. No sabemos lo que quiere el jugador.
El jugador solo quiere ganar y juega desde arriba, teniendo una visión global, sabe el por qué de cada cosa, y tiene UN PLAN para ganar.
Si ese plan implica hacer sacrificios los hará, nosotros.. hemos de dejarle hacer.
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Y es entonces, donde surge la gran pregunta… ¿Y la libertad individual?, ¿Y el libre albedrío?
Ahí me tengo que acoger con ganas y absoluto convencimiento al lema de mi Hoja:
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“La verdadera libertad consiste en poder hacer lo que se debe hacer”
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Es esta una frase absolutamente genial y necesaria del autor de “El Criticón”, Baltasar Gracián. No hay mejor aplicación de la libertad que darle el fín, para el cual hemos sido creados; no hay mayor definición de la misma que las, aparentemente contradictorias, palabras de María en la Anunciación:
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“He aquí la esclava del Señor”
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¡Aceptación! Esa es la clave….; dejarse llevar de la mano del MAESTRO.
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Bueno pues TAMBIÉN…, os cuento todo esto, para ilustrar unos acontecimientos recientes de mi historia familiar más íntima. Ciertamente son hechos muy particulares y sin especial importancia más que para mí y los míos; pero quiero compartirlos aquí, con mis amigos de la blogocosa, buscando su complicidad en la oración, animado con la confianza que me da pertenecer a esa maravilla palpable que se llama la -comunión de los santos-.
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“El hombre propone y Dios dispone”. Otra vez echo mano de este refrán, porque en pocas ocasiones, más que esta, cobra su sentido más exacto.
Estoy convencido de que, tanto en la vida, como en el ajedrez, el azar cuenta muy poco.
Lo ocurrido desde el domingo hasta ahora…, me lo confirma.
La idea que teníamos sobre lo que tenía que acontecer durante estos tres días pasados, en nada tiene que ver con lo que al final, ha pasado.
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Los planes –humanos- eran estos:
Sábado en la mañana, penúltimo partido de fútbol de la liguilla infantil de mi chaval.
Posteriormente, mi hijo se marcharía el resto del día y hasta la tarde del domingo a una casa en la Sierra de Madrid, a pasar el fin de semana, con uno de sus mejores amigos.
Personalmente yo dedicaría ese sábado, a arreglar cosas de la casa, planificar la semana del blog y después acudir con la familia, a cenar en casa de mis cuñados para celebrar el cumpleaños de mi ahijada.
El domingo, la idea era, ir por la mañana a Misa y a votar. Y por la tarde, podíamos habernos dado un paseo, en espera de la llegada de mi hijo y posteriormente ver alegres por la tele, como poco a poco, iba mudando del color rojo al azul todo el mapa de España.
El lunes, las cosas volverían a una rutina relativa; puesto que por la tarde iba a tener lugar un precioso acontecimiento que todos esperábamos con ganas: la graduación de mi hija mayor… ¡Ya es bachillera!...; e íbamos a ir a celebrarlo con ella, toda la familia en un acto que organizaba el instituto, pero….
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“El hombre propone y Dios dispone”. De todo lo previsto…, solo se pudo cumplir hasta el sábado.
El domingo muy de mañana, nos llamaban los papás del amigo de mi hijo y nos dijeron que había pasado muy mala noche, vomitando y con fiebre. Fuimos a por él y tras tenerle en casa hasta las seis de la tarde, viendo que no mejoraba, decidimos llevarle al Hospital. Allí le hicieron un análisis de sangre que confirmó que tenía alguna infección.
Al palparle le observaron dolor en el abdomen y decidieron hacerle una ecografía.
Todo esto, que aquí estoy contando en tan solo 2 líneas, fueron 3 horas, de espera e incertidumbre.
En la prueba ecográfica, tampoco se observaba nada concluyente, así que los médicos de urgencias, optaron, muy convenientemente, por buscar la opinión de un especialista.
Bajó la cirujana, le practicó una primera exploración con sus manos y en seguida diagnosticó: ¡apendicitis, y hay que operar ya!
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Visto y no visto…, nos preguntaron cuando fue la última comida sólida, y cuando bebió por última vez y como las respuestas “cuadraban”, en menos de veinte minutos, estaba entrando en quirófano.
La operación fue muy bien. Aproximadamente a la una de la madrugada, aquella médica a la que tengo tanto que agradecer por su sabiduría y su amabilidad, nos notificaba que todo había ido según lo previsto y que ya estaba en Recuperación, superando los efectos de la anestesia.
Ya os podéis imaginar el resto de la historia…, mi hija y yo nos fuimos a casa a dormir y su madre se quedó con él, cuando ya le asignaron habitación.
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Las horas posteriores también han sido “raras”, es decir…, nada pasó ya, según lo previsto.
En lo que respecta a la ceremonia de graduación de mi chica, ante la imposibilidad de ir todos, quise que fuera mi mujer a disfrutar de su hija, según me cuentan, ambas lloraron como Magdalenas, y se lo pasaron genial…, y yo soy feliz por ello.
El resto del tiempo, estamos turnándonos para estar con el convaleciente, y el pobre… quejándose de lo que para él, es una experiencia nueva y dolorosa…, en el que poco a poco tendrá que aprender a practicar también, la virtud de la paciencia.
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Casi acabando, repito lo que dije algunas líneas más arriba, mi intención contando este episodio –sin importancia- de mi pequeña historia doméstica, es buscar la complicidad de mis amigos-hermanos en la oración. No para que DIOS nos libre de nada que no tenga que ser superado, sino para obtener la docilidad de dejarnos llevar de su amorosa mano y perseverancia en la lucha de la vida. Y también…, si quiere, y es conveniente, en este caso, para que Dios particularmente, dé fuerzas a mi maltrecha pierna izquierda, para seguir ayudando a los míos, para seguir, con mi querida esposa, tirando del carro hasta que DIOS lo disponga.
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Así que, ya veis, como vulgarmente se dice, por suerte o por desgracia, (yo sé, aunque me cuesten lágrimas, que siempre es por suerte), todo se truncó, todos los planes, excepto el divino, se desbarataron, gracias, estoy seguro, a una jugada maestra del mejor ajedrecista.
Dicen que una partida de ajedrez proporciona al hombre reposo y le ayuda a desarrollar el raciocinio. Pero también, puede llevarnos a considerar la gran batalla de la vida. Todos esos lances pueden simbolizar los combates que cualquier cristiano necesita vencer.
Por eso, en esta "partida vital", a mí, me gusta jugar con la mejor de todas la piezas, la más versátil, elegante y fuerte: la dama, la reina. Ella avanza en cualquier sentido y hacia todas las posiciones del tablero, sin que nadie la pueda superar.
Ella se asemeja a MARÍA, Auxilio de los Cristianos, siempre dispuesta a socorrer a quien la invoca en los momentos de peligro o necesidad.
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A Ella, mi mujer y yo acudimos en un Rosario inolvidable, mientras estuvieron operando a mi hijo, y os aseguro que sentimos la presencia de Nuestra Reina.
La tranquilidad era total, la batalla estaba ganada. ¡Jaque mate al miedo! Pronto, volveré a jugar con mi chico.
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Pdta. Así que...., si no posteo mucho proximamente, ya sabéis el motivo. Abrazos, besos y besiños a todos y todas, y .. hasta que pueda
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15 comentarios:
Estaba segura, algo ocurría,cuando tengo dudas arrecio con el rosario y qué bueno es para los hospitales, no hay otra fuerza mejor, todo se calma.
Bueno siento lo fallido de vuestros planes, pero me alegro mucho de que todo haya salido bien,
Póbreito, Tony, aun es muy pequeño para pasar por esa operación, seguro que es de tanto futbol. A mi nieto Ángel,le pasó así de repente este invierno, ya con 18 años,y menudo susto nos dió.
Estupenda partida de ajedrez, a mi también me gusta lo que pasa es que Julio me gana siempre.
Bueno lo que importa es que Tony se reponga pronto, ya me extrañaba que no hubiera recogido su premio como hizo Tote. dale un beso muy grande y dile que es un jabato como los del Real Madrid y que rezo por su mejoría.
Besiños y felicidades a tu hija por esa graduación.es impresionante como se van cumpliendo las etapas de los hijos.
BESIÑOS
Qué bien enlazas el juego del ajedrez con la vida misma!
Me alegro que no haya sido nada importante,los planes se hacen pero con la conciencia bien puesta en que la rúbrica de ese "plan" la hace El.
Rezare por tu hijo, por tu pierna y por todo lo tuyo. un abrazo. y disfruta con tu hijo.
Pues no sabía nada de tu preferencia por el ajedrez.
Vaya año de hospitales que lleváis. Como siempre has hecho un post precioso sobre como encajar la voluntad de Dios. Todas las renuncias por amor siempre son premiadas el centuplo. MI abrazo fuerte para Tony , deseando que pronto pueda estar dándole de nuevo al balón. Y otro para tí.
Me ha encantado el Jaque mate al miedo!! Arcen...un fin de semana movidito pero bien Sostenidos por la Gracia...que bien.
Me ha encantado como el ajedrez puede servir para aplicarlo a la misma vida, y como la Dama aparece como describes.....disfruto leyendote siempre.Un abrazo y un besin a tu hijo para que se recupere pronto y siga adelante en el ajedrez....tienes un campeon en casa eh?..
Es una analogía perfecta esa que has establecido entre el juego del ajedrez y la vida, entendido en términos cristianos. Alguna vez la había pensado también yo así más o menos, porque yo no sé jugar al ajedrez.
Hace poco leí el testimonio de unas personas que habían ido a Medjugorje y decían sorprendidos que allí nadie toma pastillas. Si tienen una preocupación simplemente rezan el rosario y nada más.Eso hicísteis vosotros mientras operaban a vuestro hijo. Si rezáramos más y tomásemos menos ansiolíticos en mundo iría mejor.
Tu chico en mis oraciones, y tu pierna también.
Un saludo!
Si te sabes movido por el mejor jugador y en el confías, si al abrigo de la Madre reposa tu ser en los momentos inciertos… ¡que mejor apoyo! ¡que mejor consuelo!
¡Qué decir del Rosario si ir desgranando sus cuentas al son del Ave María es saberse seguro…!
Todo está dicho ya…
Me alegro que todo este ya bien, que Tony se esté recuperando y pronto pueda volver a sus actividades habituales.
Un beso para él y otro para tu hija, mis felicitaciones por su graduación.
En cuanto a ti, ánimo con esa pierna… estas en mi humilde oración. Entre todos nos sostenemos.
Abrazos
Me quedo de nuevo sin palabras. besitos para el chico y que pronto se recupere. Y a los papas animo y pa lante, por los comentarios de otros hermanos blogueros creo entender que el año no os va del todo bien en eso de los hospitales, lo bueno es ver siempre en cada acontecimiento la providencia de Dios.
Vengo a despedirme, mañana nos vamos a San Juan, luego el verano, las vacacioners, con un poco de suerte no volvemos a vernos hasta septiembre y eso contando siempre con los planes de Dios, estoy triste, pero bueno como ahora hay muchos Loengrines y Valquirias estupendos por esta querida Hoja, no creo que me eches de menos.
Que conste que por tu pierna llevo tiempo encomendándola y qué coincidencia también mi lado estropeado es el izquierdo ¿Por qué será? Y como tú, lo único que pido es que me sostenga mientras mi familia me necesite.
Como en el coche me da para rezar varios Rosarios, uno será para que esa querida familia vuelva pronto a la normalidad.
¿Cómo sigue Tony?
BESIÑOS de despedida
No es que no me quiera llevar el portátil, es que se ha estropeado y no están los teimpos pa comprar na. No sé si los buenos boinas verdes de Cartagena me podran arreglar la papeleta, ya me lo solucionaron una vez con la pantalla. Tengo que irme porque necesito nadar y no puedo esperar hasta las vacaciones, en Madrid me estoy anquilosando. Otros años nos vamos antes, pero con la operación de mi cuñada hemos tenido que esperar hasta que ha empezado a manejarse sola.
¿Han dado de alta a Tony?, ahora sólo los tiene dos otres días si todo va bien.
Muchas gracias por tu comentario, pero eso de no haberte conocido, me hace perder puestos...jajaja...
BESIÑOS TRISTES
SalimOs ahora, yo sí te echaré de menos.
Me acordaré de todos los buenos amigos que hay por aquí.
BESIÑOS Y HASTA QUE DIOS QUIERA, que si quiere que me solucionen lo del Portátil no será demasiado, Él dirá.
BESIÑOS FINALES
Me has emocionado.
Me gusta mucho el ajedrez y la imagen del texto fue el imán. Al comenzar a leerte, la cosa cambió, el interes también.
Me encontré con un ser que ve las cosas desde mi misma visión, y fe. Es así, Dios ve desde arriba y maneja los hilos, de nuestra vida. No sé, si estara bien decir que maneja nuestros hilos, él guia nuestra vida a su manera, él ve, lo que nosotros no alcanzamos a comprender.
He pasado por momentos parecidos, no comprendia el por qué, luego la vida me los hizo comprender y sólo tuve que dar gracias.
Es un gran jugador, cosa que yo nunca seré, el ordenador siempre me gana jugando al ajedrez, a el le falta el amor que el padre pone en nosotros.
Una entrada hermosa y aleccionadora.
Saludos y que tu hijo se ponga bien.
Rosa
Que todo vaya mejor, estas en mis humildes oraciones.
Besitos.
Antes de irme a dormir mi recuerdo para Tony. Álvaro se ha interesado mucho por él y le escribirá. Mi oración por toda esa gran familia.
Llevo varios días sin poder abrir el ordenador por acumulación de episodios en esta semana, pero no quería que pasara más tiempo para decirte que me alegro que tu hijo esté mejor. Un abrazo.
A mí me pasa eso y todavía estoy llorando,me doy cuenta lo poco que valgo,soy medio tonta.!que se recupere pronto tu hijo y que te gane al ajedrez.Un abrazo Rocío.
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