AUXILIO INMEDIATO

Estamos ya en viernes..., el pórtico del fin de semana, y parece que esta vez estamos llegando a esta meta volante un poco más cansados, mas renqueantes, más tristones. Pero nada es insalvable.

.

Somos humanos y es natural que, a veces, la vida nos inquiete; mucho más si surgen acontecimientos que afectan a nuestros seres más queridos. Sin embargo, hemos de asumir que no podemos dominar todo.

El hombre...., a pesar de sus grandes avances técnicos y científicos, no puede, ni podrá nunca controlar totalmente los acontecimientos, y nunca vamos a poder evitar totalmente el dolor, la enfermedad, ni la muerte. Porque todo eso, forma parte de la condición humana.

.

Sin embargo, los peores momentos, son bendiciones que nos ayudan a repasar nuestros mejores motivos. Una de las primeras cosas que tenemos que corregir continuamente, es nuestra concepción del amor. Porque para comprender, si quiera un poquito, lo que es y significa, ese concepto encerrado en cuatro letras, hemos de contrastarlo siempre con el AMOR que llegó a clavarse en una Cruz por el ser amado, con todo el dolor sufriente que eso implica.

.

Por eso, como creyentes hemos de convencernos que cualquier dolor es también parte de la felicidad venidera. Dolor y amor, no solo hacen una rima perfecta, sino que son inseparables. La cruz nos viene a confirmar esa condicion "sine equanon"

Es lógico que nos cueste aceptar esa realidad pero, a veces, como decía Santa Teresita de Lisieux, "No basta con amar, también hay que demostrarlo", y hacerlo con fe ciega, con confianza absoluta, que al fín y a la postre, esa es la fé, en la decidimos apoyarnos

.

Calma pues, mucha calma, porque Él siempre nos ama, y si se lo pedimos con fe, -"Pedid y se os dará"-; Él nos responde AL INSTANTE, y eso es así, aunque nosotros, pobres y necesitados humanos -a pesar de todos nuestros "grandes progresos"-, no lo alcancemos a ver inmediatamente:

.

“Al instante se enderezó y se puso a alabar a Dios.” Lc 13, 13

“y el muchacho quedó sanado al instante.” Mt 17, 18

“Al instante la mujer quedó curada.” Mt 9, 22

“Al instante el hombre quedó sano, tomó su camilla y empezó a caminar.” Jn 5, 9

.

.

Así pues..., a pesar de los pesares, ¡Arriba los corazones!,  hermanos míos.

-Dios y audacia-, decía un ejemplar sacerdote, que además siempre llevaba consigo el optimismo por bandera…., hagámosle caso pues, al santo mañico y afrontemos siempre lo que venga, con el mejor ánimo y la máxima presteza; porque todo es para bien, nunca estamos solos, y Él siempre nos AMA y nos atiende.... ¡al instante!... aunque las consecuencias no las apreciemos.... hasta pasado un tiempo.

.

*   *   *   *   *