¿PELIGRO TEMIBLE?

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Si se quiere llamar la atención sobre los avances de la humanidad, hay quienes de inmediato invocan el siglo en el que vivimos, buscando la comparación inapelable:

 ¡¡ESTAMOS EN EL SIGLO XXI!!

Pues señores..., sí, estamos en el siglo XXI..., pero eso a mí, no me dice nada.

Bien es cierto que, tecnicamente estamos más avanzados que lo estaban en tiempos de nuestros padres, y ¡que decir de los de nuestros abuelos, que todavía usaban el quinqué!, sin embargo, la técnica es una cosa y el perfeccionamiento mental, la madurez como personas, es otra muy distinta.

¿Como es posible que, esta misma generación que viaja al espacio, que maneja el genoma humano, que es capaz de elaborar máquinas "cuasi" pensantes, sea la misma que ha vuelto a las cavernas del pensamiento?

(nota aclaratoria: Me refiero a "cavernas" no platónicas, sino... troglodíticas)

Estamos dando pasos de gigante en relación con épocas pasadas; pero solo en lo tecnológico; en otras cuestiones, hemos dejado de lado la razón y el sentido común. No es explicable, que esta avanzadísima sociedad, que presume de no tener prejuicios..., vuelva a la irracionalidad.

Ayer me di una vuelta por un centro comercial que tengo cerca de casa. Es muy grande, por eso muchas veces, sus largos pasillos son el marco ideal para hacer pases de moda, o cualquier otro tipo de evento.

La promoción de estos días es... una reunión nacional de videntes, tarotistas, echadores de cartas... etc. Lo gordo -y lo triste- del caso, es que está teniendo muy buena aceptación popular.

Chesterton, decía que... "Cuando se deja de creer en Dios, enseguida se cree en cualquier cosa"; ¡Y es cierto!, G.K., tenía más razón que un santo...

¿No nos damos cuenta que, esto de los oráculos, los brujos, los astrólogos y los chamanes es más viejo que la tos?

¡Desde que la serpiente de Moises se engulló a las cobras de los escribas del faraón, los farsantes quedaron desarmados! La magia nunca pudo nada, frente al PODER de DIOS.

Después de tomarme un reconfortante café en el "starbuck" (soy adicto), emprendí la huida, camino de la puerta de salida del centro comercial. Todavía en el último pasillo hubo algo más que llamó mi atención.

Al menos..., en tres de los diez o doce chiringuitos esotéricos, colgaban carteles alusivos a esa profecía maya que dice que este año, se acaba "la función"... ¡Que ganas de meter miedo!

Lo de la fecha del fín del mundo es más cansino y recurrente que Carme Barceló, defendiendo al Barça, ya da palo...

¡Cuantos videntes lo habrán pronosticado ya! Desde que cambiamos de siglo, das una patada en el parqué y saltan más agoreros que hormigas cabreadas.

Adivinos siempre han existido, la diferencia es que ninguno, de estos nuevos continuadores de la patraña, te pide arrepentimiento alguno.

¡Milagro sería que la predicción fuera gratuita y después te remitieran a un confesionario!..., eso es pura entelequia, lo que quieren es que aflojes el bolsillo y asunto terminado.

Sin embargo, me asombra lo muy a la ligera, que tratamos este tema, probablemente privándole de la importancia que tiene.

Es cierto que estos tiempos son arduos. Los tiempos que DIOS nos permite vivir, muchas veces son de silencio, de confusión, de dolor y de frustración y muchos se decantan por buscar salidas, en puertas equivocadas. Pero... nosotros, los creyentes, sabemos que siempre hay un sentimiento en nuestro interior, que nos da la seguridad de que todo saldrá bien. Y eso es lo que debemos transmitir.

Sabemos que, muchas veces..., precisamente esa tensión entre fe y duda, es donde DIOS nos espera; es cuando poco a poco empezamos a "entender" los misterios de DIOS, y cómo lo único que ÉL quiere es que confiemos, confiar en El, que rige y gobierna el Universo.

“No sé que tiene para mi el futuro, pero conozco al que rige ése futuro” dice el libro de Job.

Así, cada vez que aparezcan fechas y días pronosticados, generando miedos e incertidumbre, nosotros debemos saber que peregrinar la vida, engendrar y educar hijos, construir historia, aportar amor y forjar futuro, no tienen los mismos motivos si el vacío lo devora todo o si al final nos espera alguien, como nosotros creemos que ocurrirá.

Los niños siempre tienen sus inquietudes y sus miedos. Yo también los tenía. Cuando era chico, más de una vez, tenía pesadillas sobre el fin del mundo.

Ahora pienso que los chavales de esta hora no temen nada. Es este un tema tan familiar, -lo han visto en películas-, que ha dejado de desvelarles.

Hoy en día, además de la ciencia, el cine, en su parte técnica también está muy avanzado y nos ha presentado ese -fin del mundo-.. de todas las maneras posibles, desde todos los ángulos imaginables.

Los efectos especiales están tan bien hechos y la imaginación de los guionistas es tanta.. que es fácil imaginar que -el fin- pueda ser, tal como nos lo enseña el séptimo arte, ¡incluso en tres dimensiones!

Sin embargo, yo pienso -sin saberlo-, que todo será distinto.

Por supuesto que todo lo que nos espera, será maravilloso..., pero no creo que nada venga cargado de auras, alucinaciones visuales, fuegos de artificio, angelicales voces en off... etc.

A DIOS, que nació en un pesebre, no le gusta el ruido, ni los espectáculos.

Por eso mismo, ocurra cuando ocurra (solo DIOS lo sabe), nada hemos de temer. El temor es para los cobardes y para los que, como CAÍN, tienen cosas que ocultar.

Para nosotros, Jesucristo es el Señor de la Historia. A veces los cristianos no reflexionamos lo suficiente sobre este particular, porque si de verdad lo interiorizáramos, no tendríamos miedo alguno.

Repito, no es lo mismo si al final del camino no hay nada, ni nadie nos espera o si en la meta hay una presencia y un abrazo.

¿PELIGRO TEMIBLE?..., dejad que para responder a la pregunta que encabeza este post, lo acabe con un atinado verso:

Hay un solo pecado:

pensar que el SOL no existe.

...

Una sola blasfemia:

que la VERDAD es triste

...

Un peligro temible es realmente

tener mancas las manos de la mente.

...

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Gilbert K. Chesterton. (otra vez)

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