LECCIÓN(es) MAGISTRAL(es)

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Es tanto lo que nos transmite el Papa en cada una de sus intervenciones,... que a veces, corremos el peligro de pasar página rápidamente, y lamentablemente nos estaríamos perdiendo profundas y sabias reflexiones que podríamos aplicar en nuestra vida corriente.

Nada de lo que dice el Papa es despreciable, todo es útil, aprovechable, necesario para nuestra salvación. Además..., cuando habla como pastor del mundo, es la voz del Espíritu, por eso es infalible; así que.., -como decimos en España-, nunca da puntadas sin hilo.

Si todas las palabras pronunciadas por Su Santidad Benedicto XVI son importantes, las dichas en la homilía del pasado Jueves Santo, me parecen particularmente interesantes, en cualquier caso, creo que no se deben pasar por alto.

Por eso, hoy..., puede ser el momento idóneo para ir leyendo despacito, empezando a desgranar poco a poco, todos los mensajes del Santo Padre de estos últimos días.

Sus palabras son un retrato exacto del panorama actual de la sociedad, de los problemas que aquejan al hombre contemporáneo; y su mensaje es particularmente relevante precisamente, porque el Papa, nos presenta las soluciones justas para superar todos los obstáculos que el mundo nos está tendiendo en este siglo.

El Papa abre los ojos, mira y cuenta..., y luego, nos abre el camino de la Esperanza:

"Jesús sale en la noche. La noche significa falta de comunicación, una situación en la que uno no ve al otro. Es un símbolo de la incomprensión, del ofuscamiento de la verdad. Es el espacio en el que el mal, que debe esconderse ante la luz, puede prosperar. Jesús mismo es la luz y la verdad, la comunicación, la pureza y la bondad. Él entra en la noche. La noche, en definitiva, es símbolo de la muerte, de la pérdida definitiva de comunión y de vida. Jesús entra en la noche para superarla e inaugurar el nuevo día de Dios en la historia de la humanidad."

Todas sus palabras son una conveniente lección de humildad, de filiación y necesidad:

"Jesús llama a Dios «Abbá».Y esto significa – como ellos añaden – «Padre». Pero no de la manera en que se usa habitualmente la palabra «padre», sino como expresión del lenguaje de los niños, una palabra afectuosa con la cual no se osaba dirigirse a Dios. Es el lenguaje de quien es verdaderamente «niño», Hijo del Padre, de aquel que se encuentra en comunión con Dios, en la más profunda unidad con él."

Una lección disponible, valiente, valiosa..., -lista para ser usada- ¡precisamente por nosotros!:

"En la amenaza del poder del mal, ellos, en cuanto arrodillados, están de pie ante el mundo, pero, en cuanto hijos, están de rodillas ante el Padre. Ante la gloria de Dios, los cristianos nos arrodillamos y reconocemos su divinidad, pero expresando también en este gesto nuestra confianza en que él triunfe"

Las palabras del Papa no son filosofías de salón, ni teologías inoperables; son tan razonables, tan llenas de luz, que es prioritario ponerlas en lo alto, para que alumbren con la alegría de DIOS esta triste penumbra mundana.

"Pensamos ser libres y verdaderamente nosotros mismos sólo si seguimos exclusivamente nuestra voluntad. Dios aparece como el antagonista de nuestra libertad. Debemos liberarnos de él, pensamos nosotros; sólo así seremos libres. Esta es la rebelión fundamental que atraviesa la historia, y la mentira de fondo que desnaturaliza la vida.

Cuando el hombre se pone contra Dios, se pone contra la propia verdad y, por tanto, no llega a ser libre, sino alienado de sí mismo. Únicamente somos libres si estamos en nuestra verdad, si estamos unidos a Dios."

Por eso, por todo eso..., traigo aquí hoy, algunos fragmentos de esta SUBLIME LECCIÓN MAGISTRAL de Benedicto XVI; por eso también, finalmente os dejo este ENLACE, animándoos a leer la LECCIÓN completa; no sin antes recordar que las lecciones para serlo de verdad, ante todo, después de leídas y asumidas, deben ser practicadas. Ya sabéis que..., aquello de Fé y obras, ora et labora, etc.; aquello... nadie dijo que estuviese derogado.

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