¿FORTE?, ¿DOLCE?... ¡PIANO PER SEMPRE!

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De todos los artilugios desde tiempos inmemoriales, que el hombre ha inventado para hacer música, posiblemente el piano sea el más completo, el que más posibilidades ofrece.

El piano es el instrumento incomparable, porque aún no siendo el único capaz de expresar todos los sentimientos, si creo que es al que se le pueden arrancar los sonidos más bellos y más variados. La prueba de ello es que la mayoría de los grandes músicos han utilizado el piano para plasmar sus creaciones a través del teclado, para recrear todas los cromatismos de una gran orquesta.

Es decir... el piano es el mejor medio para que el artista pueda hacer todo lo que quiere y todo lo que sueña. Esas son sus virtudes, y aquí os las muestro a través de estas geniales interpretaciones.

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Bach, probablemente el padre del arte en todos los teclados y Gulda uno de sus mejores "traductores". Nadie podrá negar que este, vuela a la altura de los arpegios y punteos guitarrísticos del mejor rockero del momento..., y es que los buenos nunca pasan, siempre son nuevos y están vigentes.

 

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Otra vez Bach y esta vez, a través de Eliott Gould.

Gould fue conocido por sus excentricidades, como usar una silla plegable muy baja que él mismo llevaba a los conciertos o bien la costumbre de cantar o tararear mientras tocaba (como se puede comprobar en este vídeo), sin embargo siempre será recordado y añorado por su música.

Gould, polémico, extravagante, disparatado, pero siempre genial.

Con Gould la música de Bach reina de manera suprema.
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Si hablamos de piano, Chopin no puede faltar. Creo que actualmente, pocos pueden poner tanto sentimiento en la ejecución de la música del genio polaco, como Lang, Lang. A las pruebas me remito, aquí dejo dos buenos ejemplos.

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Igualmente parece que Beethoven y Barenboim van de la mano. A mi gusto, don Daniel es el que mejor "entiende" a don Ludwig, actualmente. Juzguen ustedes mismos:

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Ahora Mozart será nuestro protagonista por partida doble. Primero con una impresionante interpretación a cuatro manos, que a más de uno le dejará asombrado. 

Se trata de la sonata para piano K. 381, y sus interpretes son dos afamados virtuosos, Martha Argerich y Nelson Freire. Espero que os guste y os entusiasme tanto como a mí.

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Finalmente, Mozart pone el broche de oro, con un tema tan inédito como genial.

Hace muy poco tiempo se ha descubierto, dicen que, por casualidad, una partitura para piano hasta ahora desconocida del compositor austriaco.

Al parecer, los entendidos dicen que se trata de un preludio.

Un preludio como tal, no es una forma musical, sino algo que antecede a una fuga, es decir algo que va delante de algo...

Ciertamente su final en "La" dominante, pudiera indica que iba a ser seguido de otra pieza.., pero quien sabe...

La verdad es que es una pieza deliciosa como toda la obra mozartiana.

Lo curioso del caso, es que dicen que es una obra de su niñez. Dicen que fue compuesta cuando el chaval tenía entre 11 y 13 años.., así que bien podemos decir que estamos ante una composición doblemente asombrosa que da buena cuenta de cómo se las gastaba ya el jovenzuelo Mozart a esas tiernas edades.

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