jueves, 17 de mayo de 2012

NUESTRO REGALO


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El castellano es una lengua muy rica en expresiones, sinónimos, adjetivación, vocablos y además es un idioma muy exacto.
Gramaticalmente podríamos definir la palabra "oración" como el constituyente sintáctico más pequeño, capaz de realizar un enunciado o de expresar el contenido de una proposición lógica; o dicho de otro modo... como una unidad de comunicación que se caracteriza por poseer sentido completo.
Afortunadamente en español, todo está concatenado.
Digo esto porque también, la oración "religiosa" puede encontrarse en los parámetros de las anteriores definiciones. La oración bien entendida, siempre es una unidad de comunicación, ya sea con nuestros prójimos o con el Altísimo; y como tal, debe tener sentido y coherencia.

Sin embargo, la oración -cristiana-, es a la vez algo fácil y difícil.
Es fácil porque hablar con Dios es algo que podemos hacer en cualquier momento y circunstancia.
Y es difícil porque, muchas veces las preocupaciones diarias nos absorben y nadie está exento de errores y distracciones.
De todos modos creo que, es bueno admitir y reconocer que esos "errores", también forman parte de nuestra frágil condición humana y también, esas limitaciones, son un buen motivo de conversación y ofrecimiento. Porque eso es simple y llanamente la oración: ¡una conversación!

A Dios podemos contarle nuestra vida, las preocupaciones que nos afligen, nuestros logros que nos alegran y hasta las necesidades de los que queremos. A Dios podemos contarle todo, debemos hablarle con respeto, pero siempre con la confianza que tiene un hijo con su Padre. Porque ahí estriba la grandeza de Nuestro DIOS, que es Nuestro Padre, y de ello hemos de convencernos.
Sobre este punto, me llega la evocación de aquel día en el que los discípulos de Jesús le hicieron la pregunta clave:
- "¿Nos puedes enseñar a orar?"...
Y Él, poco menos que les contestó, ¡hablad con vuestro PADRE!:

"Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre. Venga a nosotros tu reino. Hágase tu voluntad, así en el cielo, como en la tierra. El pan nuestro de cada día, dánosle hoy. Perdónanos nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a quienes nos ofenden. No nos dejes caer en la tentación, y líbranos del mal;  Amén" (Mateo 6:9-13).

Del Padrenuestro se pueden decir muchas cosas, yo simplemente diré que lo tiene todo: Por medio de esta excelsa oración, se establece, en primer lugar nuestra relación filial con DIOS. Con ella reconocemos la gloria y el poder de Nuestro Padre y le pedimos que intervenga en nuestros asuntos terrenales, en nuestras necesidades de provisión, perdón y protección....
Habré rezado el Padrenuestro, miles de veces. Unas veces me "quedo" precisamente en el perdón que debo a mis hermanos para que yo pueda ser perdonado, y otras me "toca" otro párrafo distinto, pero lo cierto es que, por experiencia puedo decir, que muy a menudo sigo recibiendo nuevas inspiraciones.
Hoy, este dialogo con mi PADRE, me trae dos pensamientos que quiero compartir con vosotros.

El primero de ellos coincide precisamente con el final de la oración: "y líbranos del mal... Amen"
¿Confiamos plenamente en DIOS?, ¿Hemos meditado convenientemente estas palabras?
Entonces..., si sabemos que DIOS todo lo puede, si confiamos en ÉL, si creemos ciertamente que es nuestro Padre....
¿Que tememos?, ¿Por qué nos agobiamos tanto?, ¿Por qué seguimos preocupados después de rezar esto?
Hemos dejado todo en sus manos y le hemos pedido ayuda. Él, que es nuestro Padre nunca nos la va a negar. Nos va a librar ya, nos está librando siempre, de todo lo que es malo para nosotros y para nuestra alma inmortal. Confiemos que esto es así, de verdad, sin fisuras.
Por tanto, sabiendo esto, ni crisis, ni enfermedades, ni dolores, ni circunstancias aparentemente adversas, pueden hacer cambiar nuestras esperanzas, que siempre después de un Padrenuestro bien rezado, deben de crecer a niveles celestes.

La otra idea que saco de mi desmenuzamiento es la PLURALIDAD utilizada en esta oración, que particularmente me llama mucho la atención:

Padre NUESTRO...
Venga a NOSOTROS...
El pan NUESTRO...
Perdona NUESTRAS ofensas...
NOSOTROS perdonamos...
LibraNOS del mal....

Nuestro.., nuestras, NOSOTROS... Así dice y recalca el Padrenuestro y no creo que se diga a humo de pajas o que se deba a ningún problema de interpretación o traducción.
La oración utiliza -adrede- el genérico "Nosotros" para señalar que esta no es una oración cualquiera y sobretodo para indicar que no es una oración individual.
Posiblemente el Padrenuestro es la oración donde más se vive ese maravilloso fenómeno conocido como la Comunión de los Santos.
Jesús nos hace a todos de su mismo linaje, tenemos el mismo padre y lo llamamos Nuestro.
"Nosotros" somos Él y nosotros: Cuando rezamos el Padrenuestro nunca estamos solos. Como en aquel monte, Jesús se pone delante, mira al Padre y empieza: "Padre nuestro..." Y entonces ahí, bien arrimaditos al abrigo de ese compasivo, generoso, tremendamente desigual y dulcísimo "nosotros", nos atrevemos a pedirle... incluso que nos perdone.

Vuelvo finalmente a recordar la gramática:
"Mínima unidad de comunicación con sentido completo y significado coherente".
Sencilla, concreta, directa; sin duda esta es la perfecta oración, nada compleja y al tiempo, de una riqueza insospechada.
Recemos el Padrenuestro, y hagámoslo despacio. Huyamos de la monotonía al recitarlo, pensemos lo que decimos, porque como decía Simone Weil:
"... no se puede rezar el Padrenuestro con atención plena, sin que un cambio quizá infinitesimal, pero real, se opere en el alma".
Aprovechemos pues, el enorme potencial de esta oración, regalada a los hombres por el mismo Verbo divino.

*     *    *     *     *

3 comentarios:

Mento dijo...

Comparto casi todas tus opiniones al respecto de esta oración. Es más hasta el gusto para elegir interprete. No se quien me gusta más si Montserrat o Jose Mª Cano.
Cuanto debemos unirnos todos bajo el amparo de esta oración y especial por nuestra madre la Iglesia que tanto necesita de sus piedras vivas.
Un abrazo.

MDR dijo...

Tanto, tanto que reflexionar.
Gracias Arcen!!
UNIDOS EN ORACIÓN.
DTB!!

P. Enrique dijo...

Me ha dejado meditando y meditando. Gracias por ayudarme a hacer oración leyendo lo que escribe.

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