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¡Cuánto me acuerdo de mi tío Joaquín!... Lo he traído
aquí muchas veces porque fue un padre para mí. El decía que no creía en DIOS,
pero yo sé que está en el cielo, porque nos dió mucho amor a todos los que nos
acercamos a él.
Él decía
que no creía, sin embargo con él y por él, yo empecé a leer los Evangelios. Tenía
una enorme colección de Biblias y... las leía, las estudiaba..., con el ahínco
y la insistencia que en pocos creyentes declarados he visto.
Tenía
amigos curas, cuando era soltero pasó varios períodos vacacionales y también de
preparación de sus exámenes universitarios, recluido voluntariamente en
conventos de monjes. Sin duda buscaba a DIOS y sin duda sé que lo encontró.
Ahora bien, creo que habría que distinguir entre la
descreencia esforzada y en algunos momentos... sufriente, de mí tío y el
ateismo comodón de algunos... ¡No es lo mismo!
Decía
Unamuno que "Los verdaderos ateos están
locamente enamorados de DIOS"..., de esos..., tan obsesivos
por encontrarle, tan dispuestos a empaparse de ÉL, era mi tío.., un ateo muy
particular, tanto es así que se llamaba así mismo... -agnóstico-
¡Agnóstico!,
yo tan pequeño (9 años) no entendí bien ese palabro hasta pasados unos años.
Creo que don Miguel de Unamuno, era uno de
esos... agnósticos. Y.. D. Miguel bien sabía lo que decía. El también pasó por
valles y quebradas intelectuales de fe, de indiferencia y de olvido, hasta que
su vida..., quedó marcada por un golpe determinante, que le hizo volver a DIOS:
la muerte de su hijo: "Abrázame, bien mío", le dijo a su
mujer ese día, "se nos ha muerto el fruto
del amor"
Sin
embargo esa enorme crisis personal de fe se tradujo en una necesidad de DIOS y
de inmortalidad como nunca antes había tenido:
"Digo que lo que pasa no me satisface, que tengo sed de
eternidad y que sin ella no es todo igual... sin ello ni hay alegría, ni alegría
de vivir, ni nada..."
Evidentemente no es lo mismo creer que no creer. No
se enfoca lo mismo la vida. No se contempla de la misma manera el mundo. No se
reacciona ante los hechos, buenos o malos, de la misma forma. Hay alegrías y
penas, trabajos y descansos que forman la trama de la existencia humana, tanto
del creyente como del ateo, pero... mientras que estos se quedan mirándose a sí
mismos, el creyente trasciende su propia vida.
¡Cuánto valoro ahora este regalo que es la fe!, ¡Cuánto
lo agradezco!, y lo más curioso, lo más paradójico es que un teórico -no
creyente-, fue uno de los que me ayudó más, a alimentar mi fe.
Decididamente DIOS tiene caminos... que no alcanzamos a comprender. Todo en EL
es sorpresa, es.. maravilla.
Ahora.. me acuerdo mucho de mi tío y más cuando me
cruzo con alguien que dice no creer. La fe ahora mismo para mí, es tan vital,
que no entiendo que alguien pueda vivir sin ella.
De
algún modo, gracias al recuerdo de mi querido tío, me siento muy cercano de las
personas a las que todavía, no les ha sido dado el don de poder creer y
buscando la verdad están buscando a DIOS. Sufren a causa de su ausencia, pero
son auténticos peregrinos de la verdad...,
como deberíamos ser todos.
* * *
6 comentarios:
"Peregrinos de la verdad".
Me gusta esa definición y la entiendo.
La existencia o no existencia de Dios no depende de lo que creamos o no creamos.
Pienso que la persona agnóstica no afirma ni niega aquello que desconoce.
Esta actitud, que me parece natural y honesta, no tiene por qué implicar desinterés por los comportamientos éticos.
Yo no quiero ni pensar lo que se debe sufrir en esa pelea entre la negación de Dios y asimilar su existencia. Pue sí, tu tio tiene mucha semejanza con Unamuno, querido Unamuno, y seguro que los dos habitan ya con el Señor.
Cada día debemos dar gracias por la fe que nos ha sido dada sin mérito alguno, que ha llegado lisamente, sin estridencias, porque Dios lo ha querido así, através de personas a las que hemos amado y en las que hemos creído, los padres, los colegios...
Y gracias porque esa fe ha sido el arma para resistir y avanzar por los duros caminos, los golpes tremendos de la vida, sin tambalear, sabiendo que todo lo que ocurre está bajo la mirada amorosa de un Dios Padre que ama hasta el extremo.
Gracias por el testimonio de tu post de esta mañana luminosa. Y gracias por lo bien que lo acompaña el espíritu de Bach, hecho música para siempre.
BESIÑOS AGRADECIDOS, ARCENDO
Querido, ya te respondí, muchas gracias.
"El Señor es mi pastor"
BESIÑOS de guardia orante.
No creer es horrible. Quién tiene a Dios lo tiene todo.
Muchas gracias, también lo creo. La última frase y la imagen son preciosas.
Un abrazo.
Me llevo el vídeo que nos dejaste del Papa. Gracias.
Hermoso blog, enhorabuena te agrego y en adelante te sigo, gracias.
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