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Nadie está exento de
contrariedades. Todos en
algún momento, vamos a sufrir alguna. Eso lo damos por hecho. Sin embargo, lo
más difícil es aguantar el tirón y... si este dura, conservar la paz.
Muchas veces en la vida, las cosas no se dan
como se esperan y cuando llega ese momento nos sentimos especialmente débiles.
Es precisamente cuando los cristianos hemos de estar en alerta especial, porque
esa debilidad... es un arma de doble filo.
Por un lado, tiene su lado
positivo. Cuando más
débiles, pequeños, vulnerables y necesitados estamos, es cuando más pedimos
ayuda. Es cuando volvemos la vista a lo alto, cuando más acudimos al Único en
el cual podemos confiar.
Sin embargo..., si la dificultad persiste, a
veces... empezamos de nuevo a recelar. Corremos el peligro de olvidar quienes
somos y quien es DIOS. Cierto es que somos humanos y la carne es débil, pero
pronto sucumbimos a la tentación del desaliento.
¡Que duda cabe que el desaliento es una
tentación!... Y si es una tentación, ya sabemos de quien viene... Hace poco, una persona muy querida, me ha
hecho llegar un breve relato que nos ayuda a comprender cómo, precisamente -el
desaliento- es una de las herramientas más usadas por Satanás:
"Cierta
vez, se corrió la voz de que el diablo se
retiraba de los negocios y vendía sus herramientas al mejor postor. En la noche
de la venta, estaban todas las herramientas dispuestas de manera que llamaran
la atención, y, por cierto, eran un lote siniestro: odio, celos, envidia,
malicia, engaño... además de todos los implementos del mal.
Pero un tanto apartado del
resto, había un instrumento de forma inofensiva, muy gastado, como si hubiese
sido usado muchísimas veces, y cuyo precio, sin embargo, era el más alto de
todos. Alguien le preguntó al diablo cuál era el nombre de la herramienta. “Desaliento” fue la respuesta.
"¿Por qué su precio es tan alto?”, le preguntaron. “Porque ese instrumento, respondió el diablo, me es más útil que cualquier otro; puedo entrar en la conciencia de un ser humano, cuando todas las demás herramientas me fallan, y, una vez dentro, por medio del desaliento, puedo hacer de esa persona lo que se me antoja. Esta muy gastado porque lo uso casi con todo el mundo, y como muy pocas personas saben que me pertenece, puedo abusar de él”. El precio del desaliento era tan, pero tan alto, que aún sigue siendo propiedad del diablo."
Pero..., si esto es así..., ¿Como paliar los efectos de tan poderosa
tentación?
La Santa Iglesia, que además de ser sabia es
madre, a menudo aconseja la lectura y
meditación de las Sagradas Escrituras.
Así, cuando llega un momento de prueba, nada
como echar un vistazo a LA BIBLIA para comprobar,
que nuestro caso no es único y además.. tiene solución.
Leyendo los textos bíblicos, nos vamos
encontrando distintos personajes, bendecidos por Dios con diversidad de
carismas, que en algún momento, también experimentaron -quizás como nosotros-, la
tentación del desaliento.
Dos ejemplos señeros -entre
otros-, son.. Moises y Job.
Moisés, siendo un hombre tan ungido por
Dios, también experimenta el desaliento ante las críticas de los israelitas,
tanto que su oración a DIOS es casi queja:
"No
puedo cargar yo solo con todo este pueblo; es demasiado pesado para mí. Si me
tratas así, prefiero que me mates, si es que realmente me quieres, antes que seguir
viviendo en estos apuros" (Números 11, 14 y 15)
Y Job, ante el peligro, la crueldad del sufrimiento y la enfermedad, llega a maldecir su suerte y grita:
Y Job, ante el peligro, la crueldad del sufrimiento y la enfermedad, llega a maldecir su suerte y grita:
"¿Por qué no morí al salir
del seno y no expiré cuando salía del vientre?" (Job 3,11).
Actualmente el diablo tiene muchas armas
para hundirnos. Nos desalentamos con las malas noticias, con los problemas
económicos o laborales, con los conflictos familiares, con las enfermedades y también
por sentirnos engañados, traicionados o abandonados. El objetivo del enemigo es
que perdamos la paz.
Pero..., si estamos convencidos de que estas
son cosas del enemigo...., hemos de convencernos que para vencer todas esas
artimañas del diablo, solo son efectivas las cosas de DIOS:
El desaliento es uno de los
estados de ánimo contra el
cual es indispensable fortalecerse a través de la oración y los sacramentos; armas
infalibles que nos devolverán la confianza en DIOS, y la fuerza a pesar de
todas nuestras debilidades.
"Dios
dispone todas las cosas para el bien de quienes lo aman, a los cuales él ha
llamado de acuerdo con su propósito", como nos decía San
Pablo en Romanos 8,28.
Hemos de tener en cuenta que estas palabras
no fueron dichas por alguien que jamás sufrió. Todo lo contrario. San Pablo conoció
toda clase de vicisitudes y, aun así, conservó la paz interior. San Pablo
hubiera podido encontrar muchos motivos para perder la paz y caer en la
postración del desaliento. Sin embargo, incluso estando en la cárcel, cantaba y
alababa a Dios, para pasmo absoluto de todos sus captores.
Así mismo el Padre Pío, se repetía constantemente.. "Si hay un tropiezo o una caída no hay que darse por vencido": esa es la clave.
Perseverancia y paciencia, oración constante y frecuencia sacramental, esas son las armas seguras que nos darán el poder invencible de DIOS, para superar toda adversidad y desaliento.
Este post pretende haber sido
alentador..., y el video
que lo culmina también tiene esa intención. No cabe desaliento alguno. ¡Ánimo y hacia arriba! que, pronto empieza una
nueva semana. ¡FELIZ FINDE!
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...
* * * * *
8 comentarios:
"LA TRISTEZA ES ALIADA DEL ENEMIGO"
S. Josémaría Escrivá.
Quítatela de inmediato de la cabeza. Dios nos quiere ALEGRES.
Buenas y alentadoras noches nos dé Dios.
BESIÑOS
Una maravilla de relato.
¡¡¡Feliz fin de semana para ti también!!!
He vuelto otra vez, creí que no iba a poder.
El relato es fantástico y muy ejemplarizante para estar siempre alerta.
En el post te siento un poco triste, aunque pueden ser figuraciones mías, querido Arcendo.
Con el video y la canción de Diego Torres nos subes el ánimo a todos, creo que es una de las canciones más alentadora que conozco, bueno y una de Clapton que parece triste, pero no lo es, al menos para mí.
Felices sueños y BESIÑOS de verde esperanza, como tu hoja.
Ah, artistazo, que me encanta como has llenado de cabecitas la barca de la Fe, quiera Dios que podamos embarcar a tantos en este año de gloria.
Me voy a rezar a tus santos, que todavía no lo he hecho con este post.
Más BESIÑOS
La verdad, me has contagiado tu alegría.
Saludos
¡Feliz Fin de semana Arcendo!
Buena reflexión y un post muy animante. Enhorabuena.
Besos
Querido, ¡qué me gusta la barca llena!
Sólo vine a darte un prenoches y a dejarte
BESIÑOS DE ALIENTO.
¡Me ha encantado!. Es verdad que el enemigo lo utiliza mucho...¡Atención!
No tenemos que tener miedo, tenemos las armas.¡Gracias!
¡Feliz fin de semana también para ti!.Dios te bendiga.
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