LA DIFICIL NAVIDAD DEL 2012

.

Un creyente, también tiene sus túneles, también tiene esos momentos de oscuridad que no ve ni torta. La diferencia es que, incluso en esos momentos más negros, la luz de la esperanza funciona como esas tenues lucecitas de los grupos electrógenos que permanecen a pesar de las tensiones.

Es precisamente después de un evento -aparentemente malo-, o extremadamente incomprensible, cuando menos luces tenemos y paradójicamente es siempre, cuando más actúa la GRACIA.

La noticia puede ser personal o colectiva. Puede ser la noticia de una grave enfermedad, o sucesos terribles como los ocurridos este mes en ese Instituto americano, en el que tantos muertos (la mayoría menores) ha habido... El caso es, que hay ocasiones en las que a uno, literalmente, se le funden los plomos y no encuentra ni luces, ni respuestas.

A raíz de los sucesos de Sandy Hook, se emitió por Internet un vídeo excepcional que recogía la opinión de Mike Huckabee, exgobernador de Arkansas y presentador de un informativo de la cadena Fox. Dicho vídeo creo que daba muchas claves interesantes, para los que dudan o se interpelan dónde está DIOS, en los momentos más duros. (Ver vídeo).

Entre otras cosas Huckabee dice que "la terrible masacre de niños y maestros en Connecticut no podría atribuírsele a Dios, puesto que hemos marginalizado a Dios, sistemáticamente, fuera de nuestra cultura, removiéndolo en todo aspecto, de la vida pública." y también... "nunca diría que el retirar la oración y la lectura de la Biblia de nuestras instituciones , o que silenciar los villancicos navideños es la causa directa del asesinato en masa. Eso sería ridículo y simplista. Pero la causa y el efecto que vemos en los cambios dramáticos de los que nuestros hijos son capaces  son parte de un cambio cultural que va de una cultura centrada en Dios a una cultura que se centra en el individuo. Hemos glorificado la expresión personal desinhibida y el individualismo y nos sorprendemos de tener una generación de misántropos."

¡Creo que no le falta razón!, ¿Como podemos buscar a DIOS en los momentos más oscuros, si antes le hemos echado de nuestro entorno? ¿A que estamos jugando?

En este caso, por afinidad y por paralelismo, me acuerdo exactamente de un excelente artículo de Juan Manuel de Prada en ABC que, precisamente con motivo de unas fiestas navideñas anteriores, venía a decir algo muy parecido:

"Los consultorios de los psiquiatras y los hangares comerciales se abarrotan en estos días con multitudes exiliadas de sí mismas; y es comprensible que quien ha sido expulsado de su propia casa busque hospitalidad en casa ajena. Pero el calor del hogar propio no lo sustituyen las pastillas antidepresivas ni los anaqueles atestados de regalos; o sólo lo sustituyen a modo de remedo grotesco, como la luz de una bombilla remeda la luz del sol. Pero la luz de una bombilla no puede regenerar la savia de una planta; y así la planta crece anémica, antes de amustiarse del todo. Todavía no se ha inventado el tratamiento que repare los desarreglos anímicos que provoca la extirpación de Dios de nuestra naturaleza; y los lenitivos químicos o festivos que hemos ideado para maquillar esa extirpación no hacen a la postre sino amustiarnos más: después del subidón euforizante, sobreviene la resaca que nos deja hechos unos zorros. Nuestra época ha expulsado a Dios de su seno; y nada más natural que, cuando Dios ha sido extirpado de nuestras almas, el alma se nos caiga a los zancajos, en estos días en los que vuelve a nacer Dios. Despojado de Dios, el hombre no puede hacer las cosas propias de su naturaleza, que son cosas divinas; sólo le resta hacer cosas antinaturales: revolcarse en el lecho de ortigas de su angustia, como un animal herido; o reír hasta que la risa degenera en mueca, como un animal ahíto."

Pienso que estas palabras son exactas, y merecen una buena reflexión, más si cabe, ahora en Navidad.

Aunque algunos se empeñen en taparnos con "placeres" efímeros de esos que dejan la Visa temblando, el verdadero horizonte de la felicidad, nosotros no debemos perder el Norte. En estas fiestas no se trata de llenarse el buche hasta reventar, en todos los sentidos, se trata ¡para sobrevivir a la mediocridad y al infierno! de ver... lo que pocos ven y NATURALMENTE está ahí. Decía Chesterton: «Quitad lo sobrenatural y no encontraréis lo natural, sino lo antinatural»..., Si no nos esforzamos en "verlo" así, en cierto modo nos estamos animalizando del modo más salvaje, como le está pasando a esta triste sociedad actual.

Como decía al principio, los creyentes, -como cualquier hijo de vecino- pasamos también por momentos-túnel, sin embargo..., creo que por la Gracia, tenemos la suerte de tener ese pilotillo encendido que nos trae la esperanza del cambio y nos anuncia la alegría de la posibilidad.

Este año, a pesar de las crisis, los cristianos seguimos buscando la LUZ más brillante en el Portal de Belén...  La Navidad, también en este año de luces y sombras nos habla claramente de lo sobrenatural que nace y se queda, para anidar en nosotros. ¡Démosle cobijo!

*    *    *    *    *