Muchas veces, muchas más de las que os podáis imaginar, me
siento abrumado por algunos comentarios vuestros y también por los que, me
hacen llegar mis parientes más cercanos. Me refiero principalmente a los
elogios que estáis vertiendo sobre mi persona.
Por
supuesto que agradezco mucho lo que decís, por el cariño sincero que ponéis en
vuestras palabras, pero las considero injustas e indignas de mí.
Os aseguro que, en este camino que no ha sido y no es, todo de
rosas, he tenido momentos muy malos, en los que no he sido ejemplo de nada, ni
para nadie. Cierto es que una y otra vez me he ido levantando de los socavones
en los que me ha puesto esta enfermedad, pero ningún mérito es mío. Si sigo en
pié, si me he incorporado, si sigo luchando, no es por mí..., es por la mano,
por la voluntad de AQUEL que me quiere y no me deja. Insiste conmigo a pesar de
mis malas disposiciones.
Confieso que ha habido ratos, en los que, como
aquel George Bailey de "Que bello es
vivir", he deseado no haber vivido, o al menos, haberme "quedado"
en la cama del hospital el día de la operación. "Ojalá, me hubiera muerto"... he
llegado no solo a pensar, si no a decir en un momento determinado, para
consternación y tristeza de los que me oyeron. ¿Es esta una frase propia de un
buen cristiano?... No, no he sido, ni soy ejemplo de nada.
Dicen que los tiempos duros ponen a prueba las almas,
esta mía ha flaqueado en más de una ocasión..., pienso que el haberlos ido
superando, igual que en aquella grandiosa película de Frank Capra, tienen que
ver y mucho, el torrente de rezos y súplicas elevadas al cielo por todos mis
amigos, por todos vosotros. Vuestras palabras hechas pensamientos, reflexiones
y preocupaciones acerca de mí, de alguna manera acaban llegando a DIOS y acabamos
beneficiándonos todos. Así que, el mérito, no es mío, es vuestro, es también vuestro.
En aquella preciosa alegoría cinematográfica,
Bailey pide no haber nacido nunca, y entonces... deja de nevar, deja de sangrar, nadie le
conoció jamás, el pueblo se convirtió en un burdel lleno de tiburones, su mujer
es una solterona que se asusta al verle…y los pétalos de la flor de su hija
Susie que guardó en su bolsillo ya no existen. Con esta bestial metáfora, como
otra dimensión de la realidad, Capra narra la más terrible y luminosa historia
jamás contada.
Sin embargo, al margen de interpretaciones
de cine, (y quizás también gracias a ellas), surgen las grandes cuestiones:
¿Tiene realmente sentido nuestra vida?,
¿Tiene realmente algún propósito lo que me pasa?, ¿Este sufrimiento sirve realmente
para algo?... o todo es una gran fábula, que a mí... me interesa suponer, antes
de "creer" en el abismo de una muerte segura y vacía.
Es cierto y se conocen
ejemplos, en los que el
dolor y la enfermedad podrían conducir al hombre a una rebeldía final y sin
arrepentimiento; pero también ese sufrimiento podría despertar en el
"hombre malo" al conocimiento de lo que le rodea, para poder
cambiarlo..., a tiempo. El hombre posee libre albedrío y por tanto, todos los
dones son para él de doble filo. Sin embargo, una cosa es segura, y os aseguro
que de algún modo últimamente lo siento muy particularmente, DIOS nos ha
entregado alguna información que nos permite, en cierto grado, entender nuestro
propio sufrimiento. Es de hecho cuando llegamos vislumbrar que, el principal
propósito de la vida, para cualquiera de nosotros, es incrementar, de acuerdo
con nuestra capacidad, el conocimiento de Dios mediante todos los medios de que
disponemos (también el dolor y la enfermedad), y ser movidos por él a la
alabanza y la acción de gracias.
Y es entonces también, cuando nos damos cuenta y nos asombramos
del prodigioso feedback que se produce
ante una situación similar, porque al final uno se percata de que lo bueno
de cualquier experiencia dolorosa es, para quien sufre, su abandono en la
voluntad de Dios, y para los espectadores, la compasión que despierta y los
actos de misericordia a los que conduce.
Así, si. Así todo tiene una
razón. Igual que en
"¡Que bello es vivir!", todo tiene sentido, desde la cortinilla con
la que pasamos a George corriendo al puente para gritar que quiere volver a
vivir, hasta la nieve que vuelve a caer.
¡Qué bello es vivir! es una historia que es
la vida misma. posiblemente una reflexión final nos lleve a pensar en que quizá
para poder valorar lo que tenemos, bastaría con hacer el ejercicio mental,
de vez en cuando, de imaginar que no lo tenemos ya. Sin embargo yo quiero
ir más allá implicando a los que me rodean.
Porque ¡Que bello es vivir! es un relato
magnífico que demuestra sobretodo, que todos estamos conectados, que
existimos por una buena razón y que la vida aunque a veces tenga un sentido
seguramente oculto e indescifrable, tiene un propósito no individual, sino
común y colectivo. No estamos solos (¡la comunión de los santos es
absolutamente real!), y todo sucede por un plan concebido amorosamente desde
que ÉL nos pensó.
Concluyo ya este post, agradecido a DIOS y a todos mis amigos, y
lo hago con una de las frases finales de
"Que bello es vivir", moraleja real de aquella película, y
compendiada explicación del título de este post:
"Nadie es
un fracaso,.. si tiene amigos"
DIOS los bendiga y los pague con cielo,
las oraciones y el amor con el que estos días, me he sentido y me siento sostenido por ellos.
...
...
* * * * *
7 comentarios:
"Que bello es vivir." Tu película de todas las Navidades que hermosa y práctica lección has extraído de ella para todos nosotros.
Gracias, querido amigo, no quiero ni puedo decir más.
BESIÑOS,CAPITÁN
Si que siempre me conmueve esta peli....pero lo importante es pasar por ese desierto...donde no se ve nada de nada y aparece la Gracia a actuar a traves de los acontecimientos....y ves nitidamente que nuestros fracasos los coje el Señor para darnos a entender su interes infinito por cada uno...Me encanta ultimamente presumir de mis debilidades..porque como dice S Pablo reside en mi la Furerza de Cristo..esto es una Verdad tan preciosa? que acaba por fulminar cualquier complejo y tentacion para creerse muy importante ante Dios...cada uno es una Perla preciosa..si Arcen y Tu has hecho que muchos momentos en mi vida se llenen de Luz y la Alegria no menguara....gracias
Gracias por tus detalles, querido Arcendo, ya te contesté.
Y mira, creo que estoy perdiendo facultades a marchas forzadas. Me ha costado diez intentos comentar en el blog que recomendaste, no me admitía la clave y ahora veo que han publicado 2 comentarios, uno inacabado porque me pasaba de caracteres. Me voy a dar de baja de todo, ya no sirvo, ya ves lo que me pasa con tu pinteres o como se llame.
Bueno estoy enfadada, pero no contigo,eso nunca, con Internet y conmigo.
Tu post me sigue gustando mucho y enterneciendo, también me hace muchas preguntas sobre mi propia vida.
BESIÑOS, TE QUIERO MUCHO
Hola Estimado Arcendo,
tambien es una de mis favoritas esta película, pues como bien dices nos muestra que todos tenemos algo que aportar a los demás y al mundo.
No te preocupes por lo que haz llegado a pensar, que yo creo todos lo hemos pensado alguna vez, de que mejor sería morir. Pero Dios nos rescata siempre, al fin si nos abandonamos en Sus manos omnipotentes y misericordiosas.
El siempre esta ahí, no podemos verlo pero hemos de creer, yo sé que estas ahí. Y como una oración que rezo dice "Oh Padre cuando la tormenta entenebrece mi alma y acongoja mi corazón tanto más siento la urgencia de decirte: Creo Padre en tu amor para conmigo y que ni un solo cabello de mi cabeza se perderá si Tu no lo permites"
Cuenta siempre con mis oraciones Estimado Arcendo. Que Dios te de fortaleza, alegría y paz.
saludos desde México
...todos estamos conectados, que existimos por una buena razón y que la vida aunque a veces tenga un sentido seguramente oculto e indescifrable, tiene un propósito no individual, sino común y colectivo. No estamos solos (¡la comunión de los santos es absolutamente real!), y todo sucede por un plan concebido amorosamente desde que ÉL nos pensó.
Lo creo tanto esto que dices, y lo he pensado y sentido tantas veces en este blog, y en la vida, que ya me parece normal sentirlo. Ya ni me lo cuestiono siquiera, porque creo que es así; lo he vivido tal cual lo dices, querido amigo.
Dios es el que nos guía, lo he sentido muchas veces aquí, y por eso no puedo decir otra cosa. Me han pasado muchas cosas en este blog para que no me dé cuenta.
He aprendido mucho, calaba y calaba, y te lo dice una escéptica, muy escéptica en que se pudiera sentir a Dios desde un blog. Era inconcebible para mí. Pero como me ha pasado, pues ya no hay quién lo mueva. No me lo han dicho, ni lo he leído, lo he vivido.
Nunca he sentido lástima al venir, no vengo por lástima, porque me pareces un ejemplo. Me duele todo por lo que pasas, pero siempre, y es siempre, he notado a una gran persona. Todo lo que dices es de una gran persona. Mostrar las debilidades es signo de grandeza, no de otra cosa. Tú siempre alientas, aunque lo estés pasando mal y te lo agradezco, no ahora, sino para siempre, siempre te lo agradeceré. Ha sido un regalo de Dios, y con los ojos de la fe, no puedo verlo nada más que así. Por eso siempre te digo que no hay mal que por bien no venga, lo creo de verdad, Dios nunca nos falla, aunque nosotros no nos demos cuenta. Venir y recibir bondades es todo uno. GRACIAS.
El título de la entrada de hoy es una broma, yo he visto todo lo contrario, pero como eres humilde, eso mismo te engrandece. De fracaso ¡nada! de ¡nada! Ninguna vida es un fracaso.
Seguro que ya me pasé de caracteres. Soy cazurrina, no me convenzo fácilmente, y estoy muy convencida de las bondades que derramas en este blog... Mientras no digas nada del cielo de León (eso sí que no) todo las demás bondades las he comprobado con creces...
Muchas gracias por todo y un abrazo muy fuerte. ¡Feliz fin de semana!
La imagen, ya se me olvidaba, es muy bonita. Transmiten mucho las imágenes que pones.
Y ya no sé leer; leí en el título: "soy un fracaso", y ahora me he dado cuenta; el compendio que pones es cierto, aunque si no tuviéramos amigos, le tenemos a Él, todos, tú, yo, el otro...pero los amigos son muy importantes, nos dan luz. Como tú.
Si Dios está conmigo, ¿quién contra mi?
Romanos VIII,31
Es el mayor consuelo.
Sé de alguien que escupía imágenes sagradas y pisoteaba rosarios.
Sé de otra mujer que por momentos odió todo lo sagrado.
No, no eran posesas, una era Santa Gema Galgani, y la otra Santa Faustina.
Cuando la cruz pesa, es fácil despotricar contra Dios, y el que no se lo crea, es que todavía no le ha tocado.
PD: Tú no eres un fracasado, porque nos tienes como amigos.
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