Tras el breve y raro "descanso" dominical que tuve la suerte de gozar ayer, y que me dejó el privilegio de postear más de lo acostumbrado últimamente; hoy las cosas vuelven de nuevo al ajetreo (bendito ajetreo) de tener que ocuparme de la familia.
Por eso hoy, tengo que recurrir al viejo truco de mantener el blog y no perder el contacto, a base de posts cortos y rapiditos, vídeos a cascoporro y el socorrido "corta y pega". Bueno, pues hoy le toca a esta última opción.
Hoy, os voy a transcribir unos fragmentos de un excelente artículo del maestro de periodistas Ismael Medina.
El escrito de Medina, es como todos los suyos, clarividente, certero, exacto, utiliza las palabras adecuadas y transmite lo que quiere transmitir; que al fín y al cabo es lo que muchos pensamos.
Este artículo se publicó la semana pasada en "Vistazo a la prensa", y realmente "se sale", pero concretamente en estos dos últimos párrafos, que me atrevo a copiar, ¡lo clava!.
Bueno sin más espera, deleitaos y aprended de las palabras de este genial periodista español:
"CUANDO la economía española afronta una estanflación, los arcas del Estado empiezan a tener telarañas, Solbes amenazada con aumentar aún más la presión fiscal y Sebastián enhebra chorradas, “la abuela” (así llama jocosamente Chávez a la Fernández de la Vega en sus mascaradas radiofónicas) viaja a la ONU y por Iberoamérica repartiendo millones. Por ejemplo: 10 millones de euros a la Secretaría General de la ONU para una hipotética lucha contra el Sida; y 36 millones para el saneamiento de las aguas de la bahía de Acapulco, amén de otras partidas para acciones que están sin satisfacer en España. Lo que persigue la “abuela”, además tener segura la cobertura del secretario general de de la ONU, es halagar a los gobiernos de las naciones de aquel continente que más emigrantes nos han enviado para que suscriban acuerdos de reciprocidad en materia de participación en elecciones municipales de los Estados contratantes.
Anticipé cuando Caldera abrió las puertas de par en par a corrientes inmigratorias y promovió la legalización masiva de “sin papeles” que el objetivo a medio o largo plazo no era otro que disponer de una masa electoral agradecida. Ahora, cuando la brutal recesión económica reduce las expectativas electorales del P(SOE)y se aproximan comicios municipales y algunos taifales, esa necesidad se hace para Rodríguez aún más apremiante. Tiene que comprar a toda costa votos que compensen los que perderá de los españoles.
RODRÍGUEZ está a distancia astral de cualquier presunción de estadista. Y como político su condición es la de un trapacero sin convicciones ni principios. El más acabado espécimen de los quinquícratas que hemos padecido desde 1976. Dicen algunos de sus colaboradores que ni tan siquiera lee los papeles que le pasan. Gobierna de oído y más de uno lo tacha de autista. La “abuela” le dicta y le sirve de escudo. Pepino Blanco le hace el juego sucio desde el podio de su cínica tosquedad. Pérez Rubalcaba le blanquea sus contumaces errores al tiempo que solapadamente le siega la hierba bajo los pies. Moratinos cumple su papel de loro en los escenarios internacionales solventes en que España entra y sale por la puerta de servicio. Pijinea la Pajín. Y los demás, con Sebastián a la cabeza, compone la cuadrilla de la corrida bufa en la que a Solbes le toca el papel de Don Tancredo, mientras Suso del Toro le imparte “dotrina”.
Creo recordar que fue Alfonso Guerra quien desde el bando socialista calificó Adolfo Suárez de “tahúr del Missisipi”. Hizo Suárez no pocas trampas y he oído a alguno de sus colaboradores que era incapaz de asumir y digerir dos asuntos a un mismo tiempo. Suárez fue en realidad un servil instrumento del monarca. Pero la ejecutoria de Rodríguez, mentiroso compulsivo y carne de psiquiatra, hace que Suárez parezca un político notable desde el hoy perentorio. Lo malo, lo perverso, lo trágico, reside en que una gran parte de esta sociedad aborregada lo seguirá votando. Triste suerte la de un país al que sólo parecen mover los vaivenes del bolsillo mientras España se descompone. Y también la existencia de una oposición, presuntamente conservadora, que se aferra al desplome económico como argumento principal, dando de lado a los gravísimos problemas políticos que afectan a la estabilidad del Estado y a la unidad nacional."
Por eso hoy, tengo que recurrir al viejo truco de mantener el blog y no perder el contacto, a base de posts cortos y rapiditos, vídeos a cascoporro y el socorrido "corta y pega". Bueno, pues hoy le toca a esta última opción.
Hoy, os voy a transcribir unos fragmentos de un excelente artículo del maestro de periodistas Ismael Medina.
El escrito de Medina, es como todos los suyos, clarividente, certero, exacto, utiliza las palabras adecuadas y transmite lo que quiere transmitir; que al fín y al cabo es lo que muchos pensamos.
Este artículo se publicó la semana pasada en "Vistazo a la prensa", y realmente "se sale", pero concretamente en estos dos últimos párrafos, que me atrevo a copiar, ¡lo clava!.
Bueno sin más espera, deleitaos y aprended de las palabras de este genial periodista español:
"CUANDO la economía española afronta una estanflación, los arcas del Estado empiezan a tener telarañas, Solbes amenazada con aumentar aún más la presión fiscal y Sebastián enhebra chorradas, “la abuela” (así llama jocosamente Chávez a la Fernández de la Vega en sus mascaradas radiofónicas) viaja a la ONU y por Iberoamérica repartiendo millones. Por ejemplo: 10 millones de euros a la Secretaría General de la ONU para una hipotética lucha contra el Sida; y 36 millones para el saneamiento de las aguas de la bahía de Acapulco, amén de otras partidas para acciones que están sin satisfacer en España. Lo que persigue la “abuela”, además tener segura la cobertura del secretario general de de la ONU, es halagar a los gobiernos de las naciones de aquel continente que más emigrantes nos han enviado para que suscriban acuerdos de reciprocidad en materia de participación en elecciones municipales de los Estados contratantes.
Anticipé cuando Caldera abrió las puertas de par en par a corrientes inmigratorias y promovió la legalización masiva de “sin papeles” que el objetivo a medio o largo plazo no era otro que disponer de una masa electoral agradecida. Ahora, cuando la brutal recesión económica reduce las expectativas electorales del P(SOE)y se aproximan comicios municipales y algunos taifales, esa necesidad se hace para Rodríguez aún más apremiante. Tiene que comprar a toda costa votos que compensen los que perderá de los españoles.
RODRÍGUEZ está a distancia astral de cualquier presunción de estadista. Y como político su condición es la de un trapacero sin convicciones ni principios. El más acabado espécimen de los quinquícratas que hemos padecido desde 1976. Dicen algunos de sus colaboradores que ni tan siquiera lee los papeles que le pasan. Gobierna de oído y más de uno lo tacha de autista. La “abuela” le dicta y le sirve de escudo. Pepino Blanco le hace el juego sucio desde el podio de su cínica tosquedad. Pérez Rubalcaba le blanquea sus contumaces errores al tiempo que solapadamente le siega la hierba bajo los pies. Moratinos cumple su papel de loro en los escenarios internacionales solventes en que España entra y sale por la puerta de servicio. Pijinea la Pajín. Y los demás, con Sebastián a la cabeza, compone la cuadrilla de la corrida bufa en la que a Solbes le toca el papel de Don Tancredo, mientras Suso del Toro le imparte “dotrina”.
Creo recordar que fue Alfonso Guerra quien desde el bando socialista calificó Adolfo Suárez de “tahúr del Missisipi”. Hizo Suárez no pocas trampas y he oído a alguno de sus colaboradores que era incapaz de asumir y digerir dos asuntos a un mismo tiempo. Suárez fue en realidad un servil instrumento del monarca. Pero la ejecutoria de Rodríguez, mentiroso compulsivo y carne de psiquiatra, hace que Suárez parezca un político notable desde el hoy perentorio. Lo malo, lo perverso, lo trágico, reside en que una gran parte de esta sociedad aborregada lo seguirá votando. Triste suerte la de un país al que sólo parecen mover los vaivenes del bolsillo mientras España se descompone. Y también la existencia de una oposición, presuntamente conservadora, que se aferra al desplome económico como argumento principal, dando de lado a los gravísimos problemas políticos que afectan a la estabilidad del Estado y a la unidad nacional."
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2 comentarios:
Que certero ha sido siempre Ismael Medina, hace muchos años yo le seguía en un desaparecido diario. Me gusta de manera especial y tiene razón el PP sólo aguarda a que los otros caigan por el peso de la economía, lo demás les trae al pairo,
¿Escribe Medina ahora en algun periódico o sólo en la red?
Besiños y que tengas una buena y entregada semana
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