CURAS…¡DE CINE!

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Lo siento, sé que soy pesado, pero no me queda más remedio, he de seguir hoy también, hablando de mis amigos. Y una vez más, he de ponderar, admirar y asumir, prácticamente todo lo que Ángel de “Siete en familia”, toca en su blog. Los temas que toca son actuales y su pluma, los hace siempre, interesantes; su juicio es certero y equilibrado y sus argumentos están cargados de lógica. Vamos que…, no tardará el día, en el que yo mismo deje de escribir, porque siempre acabo por hacer mío, lo que este buen bloguero, de nueva hornada, expresa en su bitácora.
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Bueno, como os supondréis, es broma; creo que todavía, hay sitio para los dos en este dichoso hiper-espacio; cada uno tenemos nuestras peculiaridades y cosas que aportar. Pero sí quiero dejar constancia de mi rendida devoción y cariño por Ángel y por su blog, del que por supuesto, sigo y seguiré hablando.
Uno de los puntos fuertes de “Siete en familia” es su sensibilidad, tiene una especie de don intuitivo para promover excelentísimas iniciativas, que nadie tiene en la red. Suya ha sido la idea de convocar a la blogosfera en el rezo común del Santo Rosario y suya es también, la oportuna iniciativa de rezar, cada día, por un sacerdote, en este año sacerdotal proclamado por el Santo Padre.
Su calor y entusiasmo, me mueven y remueven, ¿cómo no seguir la estela, de tan tremendo empuje?; en este caso, y agitado por su inercia y también por mi pasión por el cine, también quisiera, yo rendir hoy, mi pequeño homenaje al sacerdocio católico, en las apariciones de la figura sacerdotal a través de la historia del séptimo arte.
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Lo primero que he de apuntar, es que me llama mucho la atención la profusión con la que se aborda este tema en la pantalla, incluso en estos tiempos de secularización y olvido de Dios. Que duda cabe que eso, denota una cierto atractivo de lo espiritual, aunque no siempre bien encaminado. Así, hemos que tener capacidad crítica ante la imagen sacerdotal que se nos presenta en la pantalla. Tengamos en cuenta de que a falta de un conocimiento más directo de los sacerdotes, por parte de muchos, muchas personas se quedarán solo con lo que ven en las pantallas. Y no siempre, los guionistas y realizadores aciertan a captar la verdadera esencia de lo que es un sacerdote: un hombre configurado con Cristo que prolonga su labor en nuestros días.
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Dicho esto, hay que señalar que además de existir muchísimas referencias cinematográficas a su figura, las hay también en todos los géneros, drama, comedia, y terror. Y en cuanto al modo con el que se trata, no siempre es el deseable.
Los casos de “Nazarín” de Buñuel o la más reciente "La mala educación" de Almodovar: están llenas de tópicos. En estos casos, muchos de los argumentos teológicos que se utilizan son ridículos hasta para principiantes y el tratamiento de la imagen sacerdotal siempre responde a un intento premeditado de desprestigiar. Pero afortunadamente, no todo es así.
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Creo que en una buena filmografía sobre sacerdotes son indispensables películas como “Yo confieso” de Alfred Hitchcock, donde el sacerdote al que da vida el mejor Montgomery Clift paga un precio muy alto por no revelar información sobre un crimen que ha obtenido por la vía de la confesión. También, ¿Cómo no?, la ya comentada en este blog, "El Cardenal" y “Escarlata y Negro” con Gregory Peck como protagonista. Y ¿Cómo olvidarse de aquel padre Flanagan (Spencer Tracy) tanto en “Forja de hombres” como en la oscarizada “Ciudad de los muchachos”?
Así mismo, de aquella época dorada de Hollywood y dentro del género musical, no nos podríamos olvidar de “Las campanas de Santa María” o “Siguiendo mi camino” con Bing Crosby y en el campo de las superproducciones, la fantástica “Las Sandalias del Pescador” con Anthony Quinn anticipando a un Papa del Este.
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Para nombrar otros géneros, en el de terror, son destacables las sagas de “La Profecía” y de “El Exorcista”, así como la muy interesante "El exorcismo de Emilie Rose",
En el género de comedia sería imposible olvidar a los dos curas geniales, uno católico y otro protestante, que aparecen en “El hombre tranquilo” de John Ford. Y también es fantástica, dentro de ese género, la serie italiana de “Don Camilo y Peppone”, la de Fernandel, que supera con mucho a la posterior secuela protagonizada por Terence Hill.
Y en el género de aventura histórica “La Misión”, donde podemos ver a De Niro, de sacerdote.
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En cuanto al cine español, también son múltiples las referencias, si tuviera que quedarme con algunas, sería con “Balarrasa” con Fernán Gómez de curita legionario; con “Molokai” estupenda referencia biográfica del Padre Damián (después se hizo un remake (1999), pero no tan bueno como el de Javier Escrivá. Y desde luego con todos los frailes de la primera versión de “Marcelino, pan y vino”.
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Más recientemente se han hecho también algunas biografías del Papa Juan Pablo II (Karol), p.e., y alguna también sobre Juan XXIII, "El Papa bueno", pero si tuviera que referenciar dos de los films más actuales sobre estos temas, me quedaría con “La duda” con soberbias actuaciones y un espinoso tema, tratado con el máximo respeto y con “Gran Torino”, la última de Eastwood, donde un fabuloso y joven Father Janovich hace un papel simpático y dispuesto a ayudar en todo a sus feligreses.
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Hasta aquí he llegado. Claro que este no ha pretendido ser un estudio exhaustivo del tema, tan solo un recordatorio, un homenaje, en el que faltan muchísimas películas; por eso, ahora dejo el campo abierto a quien quiera aportar o recordar sus pelis favoritas. Ahora es vuestro turno. ¿Os animáis?
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De momento, espero con estas dos buenas bandas sonoras.

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